Pequeño secreto | Teacher × Student

19

—Que si quieres ser mi novia, pareja, amante, amiga, enemiga, todo... a eso me refiero

Rachel le miro algo impactada, su profesor de pociones estaba frente a ella declarándosele. Por un momento sintió como su estomago dio mil vueltas y algunos segundos despues su corazón estaba latiendo con rapidez.

—... —se habia quedado muda, jamás creyó realmente que el lo haría. 

El mayor por otro lado esperaba su respuesta pacientemente aunque con algo de temor ante su respuesta, claramente no era algo que ambos podrian tomar a la ligera pero de ser un "no" lo que salga de su boca sin duda alguna cambiaria totalmente la manera en que ambos se miraban.

—Tu tienes la ultima palabra, bonita, ¿O tienes miedo?

Una pequeña y casi silenciosa risa se escucho salir de la boca de Rachel despues de lo que dijo, estaba usando sus métodos.

—Lo tomare como tal vez, despues de todo tu dijiste lo mismo y yo tuve que besarte para demostrarte que no y tú... tú aun no me has respondido y comienzo a creer que la valentía que me mostraste hace unos momento solo fue el impulso de algo que aún no se.

Ella negó mientras lo miraba a los ojos—No tengo miedo —tomo aire antes de volver a hablar—, solo que no creí que realmente lo hiciera. 

Severus asintió con la cabeza mientras la escuchaba, se veía tan lindo a los ojos de Rachel.

—¿Entonces? ¿Quieres ser todo eso y mucho más?

Rachel rompió el poco espacio que quedaba entre ellos para abrazarlo con fuerza—Si, quiero serlo.

Severus correspondió a su abraza con menos fuerza pero con el mismo sentimiento que ella, nuevamente comenzaba a ser feliz después de mucho tiempo de oscuridad.

El abrazo no duró mucho ya que fue cuestión de un corto lapso para que ambos se separaran levemente y juntaran sus labios en un suave y corto beso.

—A la cama —dijó en susurro entremedio el beso haciendo que Rachel se tornará roja apenas pudo darle un significado a la palabra.

—¿C-c-cómo dijó?

—Es hora de ir a la cama —deposito nuevamente un beso sobre sus labios mientras con su mano derecha acariciaba su espalda suavemente—, el toque de queda será pronto.

Severus pudo notar la respiración anormal de la pequeña chica que tenía frente a el, sonrió de lado cuando se dió cuenta que fue por el.

—Oh eso... —trago saliva intentan—Tiene razón, debería irme ya —habló nerviosa separándose poco a poco de el para ir a la puerta.

La mano de Sev se movía conforme ella se alejaba—No te has despedido, Bonita —antes de que pudiera perder contacto con su mano la jalo de la muñeca para volverla a besar con más fuerza. Está vez el beso duro más de lo esperado y ambos colocaron de su parte para hacerlo algo intenso.

Rachel lo abrazo por el cuello sin separarse ni un poco de el mientras que Severus coloco sus brazos rodeando su cintura para mantenerla lo suficientemente cerca, le acaricio la espalda con suavidad y al cabo de un par de minutos el beso germino dejando agitados a ambos.

—Ahora si puedes irte —volvio a hablar mientras la soltaba—. ¿Mañana tienes algún plan?

Rachel negó con la camisa mientras caminaba hacia la puerta—No.

—¿Te gustaría ir a Hogsmeade conmigo? Tengo que comprar algunos ingredientes para la clase de el lunes.

—¿A qué hora debo estar aquí?

—Siete y media estaría perfecto.

—Me tendrá aquí un poquito antes entonces —solto una pequeña sonrisa y abrió la puerta—. Hasta mañana, profesor, descanse.

Antes de que Severus pudiera contestarle ya había cerrado la puerta dejandolo solo en la oficina.

Snape soltó un suspiro sintiéndose aliviado y feliz, totalmente extasiado después de todo lo que había pasado.

...

Sábado a las 7:15 am

Rachel estaba frente a la puerta de la oficina de Snape dudando si tocar o no, estaba nerviosa sin duda, desde el día anterior ya nada entre ellos igual.

—Tranquila, todo está bien, perfecto —solto un suspiro y dió dos golpes en la puerta para después escuchar del otro lado algunos pasos que se acercaban.

La puerta se abrió y dejo ver a el profesor, ambos se miraron a los ojos y no pudieron evitar ver ese destello que salió de la nada.

—Buenos días, Rachel —le hizo un ademán para que pasara y la jovencita así lo hizo.

—Buenos días, profesor.

Severus movió la cabeza y chasqueo la lengua en forma de negación—Ya no soy mas “Señor, profesor, usted” ahora soy “Severus, Sev” o si asi lo prefieres “Mi amor“.

Un leve color carmesí se notó en el rostro de Rachel al escuchar lo último—Creo que será un poco difícil hacerme llamarlo de tu.

—Yo puedo ayudar en eso.

—¿Cómo?

—Cada vez que me llames de usted o profesor yo te daré un beso.

La menor alzo las cejas aún conservando su tono rojizo.

—No se que tan "castigo" sea —susurró.

Severus la tomó por los hombros mientras la guiaba hasta su escritorio.

—Tú misma lo haz dicho, para mí es un placer besarte y espero que para ti sea un deseo —soltó una leve risita mientras se detenía a un par de pasos del escritorio, soltó a Rachel y le dió la vuelta a este para poder tomar algunas cosas.

—Eso un capricho natural.

—¿Qué cosa? —Severus coloco sus manos sobre el escritorio recargando se para lograr ver mejor a la jovencita.

—Un beso suyo...

La expresión facial de Sev se ablandó más de lo que ya estaba, está chica en serio lo traía por las nubes.

—Podria jurar que escuche un "suyo" —comentó aún mirándole con suavidad.

Alzo su brazo derecho y con su dedo índice le hizo un ademán para que se acercara, Rachel hizo caso casi al instante y unos pocos segundos después ya estaba frente a Severus con sus labios sobre los de ella depositando un pequeño y suave beso.

—Lo llamaré de "usted" toda mi vida si es necesario.

Ambos se separaron levemente y se miraron directo a los ojos los cuales tenían ese brillo.

Y si te parece que yo estoy enamorado tuyo...