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Lunes por la tarde

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Lunes por la tarde

Rachel estaba en su habitación haciendo algunas notas en su ya conocido cuaderno cuando de pronto tocan a la puerta de la habitación, la jovencita se levantó y fue a abrirla, una vez que lo hizo no había nadie del otro lado de la puerta sin embargo en el suelo estaba una caja de tamaño medio bien decorada, tenía un moño marrón y una etiqueta con algunos datos.

“para: Rachel Crouch-Ellis
de: anónimo”

Reviso hacia el pasillo y no había nadie, frunció el ceño levemente y volvió a meterse en la habitación ahora con el paquete en mano, lo llevo hasta su cama mientras pensaba quien pudo haberlo enviado.

Cuando abrió la caja unos pequeños fuegos artificiales salieron de esta y explotaron apenas unos pocos centimetros por encima del borde, una vez el pequeño espectáculo terminó su vista fue directo hacia el contenido del paquete: unas cuatro cajitas de ranas de chocolate, grageas de sabores, entre otros dulces, un poco de serpentina y hasta el fondo lo que parecía ser un sobre.

Lo saco de la caja y la miró por fuera intentando encontrar algo, un nombre o referencia pero no encontró nada, la abrió y sacó la hoja que mantenía dentro.

No creí ser capaz de enviarte esto y aún no lo creo, si estás leyendo esto seguramente te preguntarás quien soy y con sinceridad no puedo decirlo por temor al rechazo.

Toma los presentes que coloque en la caja, me enteré de una muy buena fuente que te gustan las ranas de chocolate así que coloque algunas, espero las disfrutes.

Solo soy un chico amante tuyo y aunque se que el seudónimo "anónimo" es algo raro no te preocupes no soy un acosador ni mucho menos solo que no tuve buenas ideas para firmar tanto la caja como la carta, pero no importa.

Espero poder ver ese lindo cabello color paja pronto.

Con cariño, anónimo.

Una vez acabo de leer la carta la volvió a meter al sobre y se levantó dejando todo un poco desordenado sobre su cama, tomo su bolso y salió directo hacia la oficina del profesor Lupin.

...

—¿Cree que la haya enviado el?

Remus negó con la cabeza—Poco probable, Rachel, llevas apenas algunos días en todo esto de "enamorarlo", dudo que haya caído tan rápido.

—¿Entonces quién es? Yo no hablo con nadie, ni siquiera tengo amigos.

—¿Has notado qué alguien te mire más de lo usual? No sé, algún compañero o compañera.

Rachel negó.

—Entonces deberás estar más atenta a tu alrededor, no queremos que ese seguidor tuyo arruine el plan.

Guardo la carta en el sobre y la medio dentro de su bolso.

—Lo estaré —vio de reojo la oficina—, ¿Y su perro? La vez pasada que vine no estaba.

—¿Canuto? —zumbó levemente su garganta mientras pensaba— No se dónde se ha metido ese animal, creo que ya lo perdí.

Rachel se levantó y camino hacia la puerta.

—Espero lo encuentre pronto —le sonrió mientras abría la puerta—, nos vemos después, profesor.

Ambos se sonrieron en forma de despedida, Rachel salió sin mucho cuidado puesto que no solía encontrarse a nadie saliendo de la oficina de algún profesor pero está vez fue diferente, apenas dió un paso a fuera descuidadamente y ya tenía el cuerpo de otra persona encima, ahora los dos estaban en el suelo.

—Lo siento mucho —hablo el muchacho de cabello castaño el cual estaba tirado en el suelo—, debí haberme fijado.

La jovencita no dijo nada, se sentía avergonzada por estar en el suelo después del choque.

Rachel agradeció internamente que todo esto haya pasado en un pasillo poco transitado o ya sería la burla de varios compañeros.

—Dejame ayudarte —dijo y le extendió la mano una vez que ya se había puesto de pie—, soy un tonto.

—Gracias...

Acepto su mano y fue cuestión de segundos para que ambos estuviesen ilesos de pie.

—¿Te encuentras bien? —preguntó el chico mientras colocaba una de sus manos en el hombro de Rachel.

—Si, y —lo miró—perdón por chocar contigo, debí haberme fijado antes de salir.

El solo negó con la cabeza—No fue tu culpa, fui yo y mi tonta maña de caminar sin prestar atención.

Le sonrió.

—Mi nombre es Sloket, Sloket Limus —quitó su mano de ella y la colocó entre ellos para poder estrecharla.

—Yo soy Rachel Crouch, un gusto —estrecharon sus manos mientras sonreían.

No pasó mucho tiempo para que se soltaran.

—Creo que se te cayó algo —Sloket ladeo su cabeza hacia la derecha mientras veía mejor el sobre que estaba tirado, dió algunos pasos para tomarlo—¿Es tuyo?

Preguntó mientras lo tomaba y regresaba a con Rachel.

¿Cómo se cayó de mi bolso?

Sloket le acercó el sobre a Rachel y justo cuando estaba apunto de tomarlo Snape apareció como si hubiese usado los polvos flu, ninguno se percató de como llego pero ya estaba ahí.

—Buenas tardes —su voz gruesa hizo que el ambiente se hiciera tenso—, ¿Se puede saber que hacen por aquí?

Snape miro a Rachel esperando una respuesta suya.

—Yo vengo saliendo de ver al profesor Lupin... —señaló la puerta que se encontraba detrás de ella y el profesor soltó un gruñido.

—¿Y usted? —ahora su vista estaba posada sobre el joven.

Sloket se rasco la nuca mientras trataba de contestar, el profesor Snape le provocaba un miedo profundo—Yo... Yo vine...

Severus le lanzó una mirada despectiva.

—No diga más, me estreso de tan solo decir tres palabras —tomo del hombro a Rachel—, ¿De que casa es?

—Hufflepuff, profesor.

Snape rodó los ojos.

—Vaya a su casa mientras que usted—señalo a Rachel—, señorita Crouch, vendrá conmigo por favor.

Rachel asintió con la cabeza y se despidió con la mano de Sloket.

Rachel asintió con la cabeza y se despidió con la mano de Sloket

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Pequeño secreto | Teacher × StudentWhere stories live. Discover now