Silly little things.

La Casa Wayne amaneció de malas.

¡Hey! :D ¿Cómo han estado? Esperemos que muy bien. :)

._. Antes que nada, una atenta disculpa a todos los que están leyendo esto, por haberme ausentado por mucho tiempo. Una de las causas es debido a que uno de mis padres ha tenido un accidente y ha requerido de cuidados, y pues como no vivimos en la misma casa, tenemos que pasar gran parte del día de un lugar a otro. u.u Es muy cansado y estresante.

Ahora bien, el título de este capítulo está basado en la canción "Hoy no es mi día" de Los Tigres del Norte, ya que terminé primero el capítulo y no me decidía por un título, mi hermana me la recomendó.

No tengo más que decirles, excepto que se van a sorprender, y que disfruten el capítulo. ;)

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- ¡Hola, Bruce! Espero no llamar en mal momento, PEROOOO, pasó algo... muy "gracioso"-

Así, con esa llamada que recibió hace una hora atrás, de parte su hijo mayor, Richard "Dick" Grayson, se enteró de la precaria situación en la que se encontraba.

- ¿Tienes todo listo, Alfred?- Preguntó mientras terminaba de arreglarse.

- Así es, amo Bruce. Ya llamé al abogado y al Comisionado Gordon.- Acabó por ponerle el saco.- El auto está listo.-

Resultaba que Dick se encontraba en esos momentos en la cárcel de Gotham. Y no sería raro, si no fuera por dos detalles:

Dick trabajaba para la policía de Blüdhaven, y se hallaba actualmente preso ahí, incriminado por algo que no cometió.

Ya estaban los dos hombres a punto de salir de la Mansión Wayne, cuando el teléfono sonó. Y pensando que se trataba sobre el caso de Dick, Alfred contestó la llamada, pero a juzgar por la manera en que sus ojos se abrieron momentáneamente, supo que se trataba de algo malo.

- ¿Alfred?- Preguntó preocupado cuando terminara de colgar el teléfono.

- Era del hospital.- Respondió con pesar.- El joven amo Jason se encuentra internado.-

Oh, no. Sintió que se le helaba el alma. Jason, no.

- ¿Cómo?- No podía creerlo. Primero, Dick preso, y ahora Jason en el hospital.

- Sí, al parecer hubo una carambola de autos en la autopista, y el joven Jason tuvo el infortunio de estar conduciendo su motocicleta en esos momentos.-

Bruce se llevó una mano a su frente, debatiéndose mentalmente sobre a quién de los dos de sus hijos mayores ir a ver primero. Dick estaba sano y salvo, pero solo y apesadumbrado. Jason, por otro lado.

No, no quería ni imaginarse cómo estaría Jason en ese momento.

- Vayamos primero a ver al joven Richard, y después al joven Jason, amo Bruce.- Alfred puso una mano en su hombro.- Aún si fuéramos en este instante, no nos permitirían ver al joven Jason.-

- Tienes razón, Alfred.- Suspiró hondo, y trató de mantener la calma.- Vámonos.-

Y no bien dijo eso, su celular sonó en ese instante. Sin pensarlo dos veces, lo contestó.

- Habla Bruce Wayne.-

- Señor Wayne, hablamos de parte de la Academia Gotham, y antes de otra cosa, lamentamos mucho lo ocurrido.-

.~o0o~.

Unas cuántas horas después, Bruce y su fiel mayordomo Alfred Pennyworth, regresaban a la mansión. Primero fueron a ver a Grayson, en primera para saber su situación actual y después para decirle sobre el estado de salud de sus dos hermanos menores. Luego de tardar más de veinte minutos en tranquilizarlo, le prometió que haría hasta lo imposible para sacarlo de ahí con su nombre limpio, y que lo mantendría al tanto de la salud de sus hermanos.