•°Capitulo 17°•

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Narrador Omnisciente.

Hasta que al fin contestas, sobrino.–

Un voz tan tétrica como segura se oyó del otro lado de la línea en el teléfono de Hunter Whitebane.

–¿Donde está mi hijo, Phillip?– preguntó con ira el rubio. El agente Peliverde asintió a un agente detrás de unas computadoras y este comenzó a teclear en la misma.

Hunter apretaba sus puños, volviendo sus nudillos blancos, poco a poco sentía su vista en color rojo. Si cabeza quería explotar, él constantemente vivía con estrés por culpa de su Tío; pero estaba vez él estaba cruzando la peor de su línea de límite.

Poco le estaba importando la idea de estar en prisión después.

No pienso decirte aún. Pero quiero que sepas una cosa, querido bastardo.– le hombre seguía hablando con seguridad y malicia, parecía ajeno a la voz tosca y seca del joven. –Te quiero como mi sucesor y pienso hacer lo que sea con tal de tener mi imperio conmigo... Hasta la muerte, Hunter.– eso último, el nombre de él, lo decía con un desprecio y asco único de su persona.

Hunter seguia mirando un punto inexistente en el piso, ignorando al peliverde que intentaba con señales decirle que siguiera hablando con el hombre. Recibió un pisada, alzó la mirada con confusión y notó como le decía el agente que hablara.

El rubio asintió y empezó con una conversación demasiado absurda, de su parte.

–¿Qué imperio, Whitebane? ¡Tú no tienes nada!– lo que Hunter le recriminaba era cierto, y eso fue percibido por el rubio cuando el adulto guardo silencio. –¡¡PERDISTE TODO, PHILLIP!! ¡LO APOSTASTE TODO, Y LO PERDISTE POR COBARDE!– soltó con reclamo. Por eso el viejo lo quería a él; el viejo quería que Hunter trajera consigo su empresa y traer de regreso la que él perdió. La que perdió por andar de drogadicto, apostador y borracho.

–¡SOLO ESTAS DESESPERADO POR RECUPERAR LO QUE MISMO PERDISTE!– terminó de gritar en rubio sin filtro.

¡¡PERO TÚ ME VAS A AYUDAR, HUNTER!! ¡NO PUEDES NEGARTE A MÍ, JAMÁS LO HICISTE Y AHORA TENGO UNA RAZÓN QUE TE IMPORTA MAS QUE NADA!!...– el viejo Whitebane le devolvía los gritos de igual forma, e incluso con su voz prendiendo de un hilo. Tenía miedo. Tenía miedo de no poder recuperar lo que le arrebataron de las manos sin él poder hacer algo. Porque así fue que pasó, el hombre perdió todo porque se lo quitaron de su posesión; y uno de ellos fue el rubio, su sobrino.

–¡¡TÚ TAMBIÉN ME LO QUITASTE TODO, BASTARDO!!– el hombre lanzó lo que había en el escritorio frente a él. El niño que estaba sentado, atado de manos y pies, veía con terror las acciones de locura del hombre que se parecía a su padre.–¡¡TÚ ARRUINASTE MI VIDA SIMPLEMENTE POR NACER!!– se dejó llevar por los sentimientos más internos que poseía en sus recuerdos, recuerdos que lo atormentaban desde muchos años atrás.

El viejo miro al niño, sus ojos desorbitadamente abiertos y su sonrisa parecía la de un verdadero lunático.

–Pero eso ya lo hablaremos de eso después, sobrino. Te espero en tu cabaña favorita ¿La recuerdas?–

El cambio drástico de la voz del hombre alertó a los agentes que tenían colocados audífonos para escuchar la conversación, el rubio dejó de respirar en ese instante.

La voz del Whitebane podía fácilmente admitir lo loco y desesperado que andaba en esos momentos. Hunter se lo imaginaba con una mueca de locura y falta de raciocinio.

Te esperaré sobrino. Al igual que tu hijo.– un conocido "pip" del corte se oyó.

El teléfono cayó de las manos del rubio, y su cuerpo se sintió pesada; cayó al suelo de rodillas y con los brazos sueltos a sus lados.

Su mirada yacía perdida en la misma nada. La respiración irregular del rubio en el suelo, alarmó al agente Peliverde.

El Blight se acercó a la altura del Whitebane y tomo sus hombros.

–¡Hunter!– le llamó.

Pero el rubio no podia responder por el nudo en su garganta, el cual solo crecía.

–¡Hunter, lo tenemos! ¡No puedes  caer ahora, tu hijo te necesita!– la palabra que despertó al rubio solo fue hijo.

Su hijo.

–...Silius.– murmuró apenas audible, pero el Peliverde logro escuchar, sonrío con alegría y asintió al rubio.

–Silius te necesita, hermano. Hay que ir a encontrarlo y tendrás que enfrentarte con tu tío.– el Peliverde endureció su rostro, y una mirada fría se mostró en sus iris.– Esto tiene que acabar, y tú podrás decirle lo que siempre debiste. – termino de alentar al rubio para levantarse de piso.

Tendió una mano a Hunter.

Mientras el rubio pensaba a fondo las palabras del agente, concordado con su razón.

Levantó su cabeza y un brillo de desición se alzó en su mirar. Sintió su sangre hervir, recordó a su hijo y a Luz; él les volvería a traer la felicidad y paz.

Tomó la mano del Peliverde con fuerza, se levantó del suelo, exhalo de forma aliviado y asintió.

–Esto debe de terminar. Y termina hoy.–

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Narrador Omnisciente

–Tu padre vendrá por tí, bastardo. Pero no te preocupes, quizás y salgas tú con vida. – le hablaba mordaz y malvado el viejo Whitebane al pequeño Sil.

El niño tenía una pañoleta en la boca, impidiendole hablar.

–... Y recuerda esto, escoria; tú, o tu querido papi, morirá hoy.–


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N/A: Ay chamo. Esto está potente.

Cap corto, lo sé. Pero necesario. Se acerca el final de esta historia queridos lectores, (los cuales cada vez son más 🥺) y agarrense que se viene la historia de Phillip y porqué odia a Hunter.

Los amo.
ATT:YI F 💜

•°LO QUE NOS UNE°•. (Lunter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora