Aquel día

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Recuerdo esa noche, en la que nuestros cuerpos bailaban entre las estrellas, esas palabras que de tu boca susurraron un te amo.

El momento en el que tomaste mi mano y la colocaste en tu pecho, a la altura de tu corazón,
Y posaste la tuya en mi pecho, para sentir eso que en el pecho nos late con la fuerza de una corriente rápida.

Ese momento en el que mirándonos a los ojos nos juramos amor eterno, esa noche en que sintiendo tus latidos, mi mente me susurró algo.

Nunca te lo dije, pero esa noche definitivamente supe que eras tú el hombre que sin esforzarse provoca que el corazón me rebalse de latidos, el que provoca que mis labios se atonten cuando me miras a los ojos.

Cuán inevitable me es enamorarme de ti cada día.

Un hombre cómo tú solo sucede una tan sola vez en la vida, que afortunada soy al tenerte a mi lado.

El arte de amarte Where stories live. Discover now