Capítulo 11.

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Dean

Regresé temprano a la mansión, para cenar con mis hermanas y Gabriella pero me llevó la gran sorpresa que todavía no regresan desde la mañana y ya es tarde, tomé mi teléfono y le marco a Gabrielle para saber dónde están, pero no responde mis llamadas y empiezo a preocuparme, si hubiera pasado algo ya Albert abría llamado, le marcó a Albert para asegurarme que estén bien.

#Llamada telefónica#

—¿Dónde están Albert?—pregunte.

—Estamos en la casa de la amiga de la señorita Gabrielle.

—Trailas a casa ahora mismo—enojado le dijo.

—En seguida señor Dean.

Mi teléfono suena y era Albert, pasaría algo, contesté rápidamente.

—Señor Dean, la señorita Gabrielle dijo que no regresarán hoy.

Cuando escuché a Albert decir que Gabrielle no iba a regresar hoy a la mansión, me enojé más de lo que ya estaba, será que este enfada conmigo por lo que pasó anoche y esta será su venganza, le mande un mensaje a Gabrielle, pero no respondió.

Subí a mi auto y salí de la mansión, en el camino le marqué a Albert y le pedí que me mandara la ubicación de donde se encontraban, me mandó la ubicación y pude notar que se encontraban en uno de los barrios más pobres que hay en Francia, no puedo creer que Gabrielle allá llevado a mis hermanas a ese lugar. De camino me hice quince minutos, llegué y bajé del auto, mis hombres se acercaron.

—En qué piso se encuentran—les pregunté a uno de mis hombres.

—En el número seis.

Subo al pequeño edificio y tuve que tomar las escaleras ya que no había elevador, llegué al piso y veo a Albert en una de las puertas, me imagino que ahí vive la amiga de Gabrielle, me acerco a Albert.

—Buenas noches señor Dean.

—Buenas noches Albert, aquí están—el asiente.

Iba a tocar la puerta pero Albert me detiene.

—Espere señor, creo que debe dejarlas, esta noche dormir aquí, solo escúchelas.

Me acerco más a la puerta y escucho las risas de mis hermanas y de Gabrielle parece que se están divirtiendo, mis hermanas tenían tiempo que no las escuchaba reír de esa forma y a Gabrielle desde que llegó a la mansión, nunca se ha reído tanto como lo está haciendo ahora. Le hice caso a Albert y me marché del departamento, que me mantuviera avisado por si algo pasara y que no se moviera de la puerta.

Me levanté y tomé una ducha después de ducharme, fui a mi closet y tome uno pantalones negros y una camisa del mismo color al igual que mis zapatos, por último me peino y me puse perfume, salí de mi habitación y bajé al comedor para esperar a mis hermanas y a Gabrielle, para desayunar, pero nunca llegaron y tuve que desayunar de nuevo solo.

Termine de desayunar y me levanto de la mesa, para ir a mi despacho y esperar a que lleguen mis hermanas con Gabrielle y poder irme a gusto a trabajar , cuando las veo entrar por la puerta con una gran sonrisa y mis hermanas corren y me abrazan, hago lo mismo.

—No sabes cuánto nos divertimos—dijo Amelia, puede notar que estaba muy feliz.

—Puedes creer que tuvimos nuestra primera pijamada—dice Alice.

—Ya veo que se divirtieron.

—No sabes cuánto—dice Alice y se separan las dos.

—Ya desayunaron—pregunté.

Me escaparé antes de ser tuya. [En proceso].Where stories live. Discover now