Capitulo 10

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-Auch. - se quejó Venecia mientras Will le desinfectaba la herida.

-¿Nunca te limpiaron una herida?

-Sí, hace mucho tiempo... -dijo ella frunciendo el ceño.

-De acuerdo, ya terminé. -le respondió él mientras le ponía una pequeña vendita. -No fue tan grave, sobrevivirás. -agregó con una sonrisa.

-Es bueno saberlo. No sabía que había una enfermería aquí. -dijo Venecia mientras observaba el cuarto blanco lleno de instrumentales que tenía a su alrededor, ella estaba sentada en una camilla blanca.

-Yo creí que era obvio. -respondió él.

-Sí, tienes razón. No conozco todo el hotel, no puedes culparme. -dijo con una mueca de burla.

-Es cierto… puedo mostrarte algo. –le dijo mientras la tomaba de la mano y la guiaba fuera de la enfermería. Ya no le dolía el cuerpo, y al parecer el brazo de William estaba bastante bien, pasaron por un pasillo hasta el ascensor oculto debajo de la escalera. Subieron mientras reinaba en ellos un silencio incómodo. Ella solo estaba completamente quieta, aun en desconfianza con la caja de metal. Al bajar por él, subieron una última y pequeña una escalera hasta el último piso, sonde al parecer no llegaba el ascensor.

- ¿Qué hay aquí? -preguntó ella con curiosidad.

-Aquí, nada interesante, pero por aquí. -dijo acercándose a una ventana. - hay algo hermoso. -la abrió hasta arriba y pasó un pie por ella. Entraba el viento de la noche y los pequeños reflejos de la ciudad. -Ven. –dijo extendiéndole la mano a Venecia, ella se la tomo y salieron juntos. Era una parte plana del tejado del edificio.

-Creí que los hoteles tenían terraza. -dijo ella mientras caminaba por las cerámicas espinadas hasta sentarse cerca de la punta.

-Lo tiene, pero está en la otra punta, esta parte antes era una casa. La remodelaron haciéndola parte del hotel, pero dejaron el techo así. Bonito ¿no crees? -William se sentó a su lado, con los brazos apoyados en las rodillas.

-Si… -respondió ella sin apartar los ojos de cielo nocturno.

-  ¿Qué piensas? -preguntó él, mirándola.

-Nada, solo observo.

-  ¿El qué?

-  ¿Ves esa estrella de ahí? -dijo apuntando con un dedo.

-Si.

-La primera noche que vine, miré hacia el cielo, y esa no estaba allí.

-  ¿Y tú porque crees que sea?

-Yo creo que cada niña que muere injustamente se convierte en una estrella…hizo una pausa para mirar a William. -cada chica, mujer, niño, cualquier ser humano que se va antes de tiempo, se convierte en una nueva estrella. - concluyó, aun mirándolo.

-Creo que es una teoría bonita. -dijo él mirando al cielo, y luego a ella.

-  ¿Dónde ves lo bonito en eso? -respondió ella con una pequeña sonrisa.

-No lo sé… pero en tus ojos, veo un cielo azul, con estrellas plateadas. -dijo él mientras le acomodaba un mechón detrás de la oreja. Sin apartar la mano de su mejilla, William se empezó a acercar lentamente a ella. El corazón de Venecia iba demasiado rápido y el cuerpo no le permitía moverse, solo su mirada paseaba de sus ojos a su boca rápidamente.

-No sé qué tiene que ver eso con lo que te dije. -susurró mientras se quitaba la confusión que sentía.

-Nada, solo ya no quiero seguir pensando el lado negativo de la vida. -se acercó más a ella.

Reino De PlataWhere stories live. Discover now