✦ Capítulo 23 ✦

288 45 34
                                    

(Antes que nada, yo realmente no fui muy fan del rey león, así que sinceramente hice lo que pude).

—"Se que puedes, ¡por favor, sigue atacando!"—
exclamó la persona en frente tuya.

—"Hermano... ya me duelen las manos. Quiero ir a merendar."—rascaste tu nariz mientras pocas lagrimas se acumulaban en tus ojos y dabas un aspecto de pena.

—"¡Eh, no llores!"—se acercó a ti—"Solo... solo una vez más, ¿ok?"—te limpio las lágrimas de los ojos.

—"¡Vale!"—dejaste inmediatamente tu acto y sostuviste nuevamente el sable.

Tu hermano se separó y se posicionó nuevamente en la otra esquina. Hicisteis una reverencia y empezasteis a combatir. Aunque él tenía más experiencia conseguías estar a la par de él.

—"¡Yuu!"—una voz masculina entró por la puerta.

—"¿Eh?"—te giraste para ver a tu padre viéndoos con el ceño fruncido. Y tu distracción hizo que la espada de tu hermano golpeara el lado derecho de tu cara.

—"¡Yuu!"—tu padre corrió hacia ti.

—"Yo... pensé que lo esquivarías o bloquearías. Lo siento, lo siento..."—se agachó y se disculpó con una mirada de culpa y algo de miedo.

—"¿Eso piensas...?"—preguntó tu padre viéndolo seriamente—"En ese caso, si piensas que tu hermano de 7 años es capaz de ir a la par contigo apenas empieza a entrenar, no habrá ningún problema en tener un torneo digno entre ustedes dos."

—"Pero... padre-"—trató de justificarse.

—"¡Silencio!"—le gritó—"Yuu, ve a la enfermería para que te miren eso."

—"...vale..."—te fuiste del salón cubriendo tu ojo derecho. Miraste una última vez a la sala y te fuiste. Por mucho q ir pensaras que tu padre estaba actuando de manera ridícula y excesiva, ¿qué ibas a poder hacer tú?

Una vez allí las enfermeras te trataron rápidamente mientras lucían algo nerviosas. Una de ellas informó que afortunadamente no dejaría una marca, pero tenías que llevar un parche durante un tiempo.

—"...¿y tú qué haces aquí, hermano?"—miraste a un chico de casi tu altura con vendas en la mano derecha.

—"..."—te miró durante unos segundos—"Me corté tratando de cortar una manzana."—confesó y se mantuvo cabizbajo.

—"¿Tenías hambre?"—asintió—"Yo también... ¿pusiste comerte la manzana?"—negó—"Oh, que mal."

—"...¿tú tienes hambre?"—te miró por primera vez desde que entraste ahí.

—"Sí..."—miraste hacia arriba pensativo—"...¡ah! ¡Me he dejado la botella de agua!"—te levantaste de la camilla donde estabas sentado y tomaste rumbo al salón—"¡Nos vemos luego!"

Con pies ligeros llegaste a la puerta, la cual estaba entreabierta. Miraste por el hueco y encontraste una escena que desearías que fuese una mentira. Desearías que solo estuviesen entrenando.

—"¡Yuudai!"—abriste las puertas para ir hacia ti hermano mayor, pero tu padre sostuvo tu brazo y te jaló hacia la salida.

𝐄𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐟𝐮𝐠𝐚𝐳 || 𝐓𝐰𝐢𝐬𝐭𝐞𝐝 𝐖𝐨𝐧𝐝𝐞𝐫𝐥𝐚𝐧𝐝Where stories live. Discover now