Capítulo 2.

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Aunque la invitación de Checo era demasiado tentadora, más tentadora se veía mi camita.

Rápidamente me metí a la ducha. Que placer sentir la calidez del agua tibia recorrer mi cuerpo. Me lavo el pelo y el cuerpo, tomándome mi tiempo, y al salir me enrollo una toalla en la cabeza para que se absorba el agua de mis trenzas, y con otra toalla seco mi cuerpo, vistiéndome con mi bóxer y el pantalón de pijama.

Quizás ver una película sea un buen panorama, hace mucho que no veo nada y por lo visto hay muchos estrenos los cuales me he perdido, sin embargo, justo cuando me estaba deslizando por las sábanas a la comodidad de mi camita, varios golpes en la puerta me interrumpieron.

Caminé rezongando hacia esta, encontrándome con un pecoso sonriente.

—No iré. —digo apenas lo veo.

—Si, si irás. —dice abriéndose paso dentro de mi habitación sin que lo invitara.— Si no vas, me quedaré aquí contigo toda la noche y no querrás eso porque seré muy insoportable.

—¿Cuál fue el mal que yo te hice para que me obligues a salir? —pregunto cerrando la puerta tras de mí.

—No sé, me gusta chingar a la gente. No sé si lo has notado, pero parte de chingar a la gente es atravesarme en las entrevistas.—se encoge de hombros.— Venga, vamos.

—No quiero, Chequito. —digo regalándole una sonrisa.— Tengo sueño.

—¿Tienes sueño o no quieres ver a Max? —pregunta acostándose en mi cama.

—Tengo sueño. —miento.

—Max no irá, no está invitado. —dice sonriendo.

—Es tu amigo, obvio que lo está y estás mintiendo para que yo vaya. —me acuesto a su lado, mirando hacia el techo.

—No me cae bien Kelly, por eso no lo invité, además, creo que tenía que hacer algo esta noche con la familia de ella y la fiesta no es mía, es de Charles.

—Ah... —asiento lentamente con la cabeza, mientras cruzo mis brazos.

—¿Vienes o no? —vuelve a preguntar.— O si quieres te saco de esta cama a la fuerza.

—Inténtalo. —respondo divertido.

Acto seguido, el pecoso comienza a quitarse sus zapatos, lo cual se me hace extraño, pero con una sonrisa de malicia, apoya sus pies en mis costillas comenzando a empujarme hacia la orilla de la cama, haciendo que me cayera de esta al tomarme por sorpresa.

—¡Checo! —grito sobándome una nalga.— No pensé que lo harías de esa forma.

—No se me ocurrió otra forma. —dice con sus mejillas sonrojadas.

—Me dolió. —reclamo levantándome del suelo.— Además, te apestan los pies.

—No es cierto, no me apestan. —alza una ceja, agarrando su tobillo con ambas manos, intentando acercarlo a su rostro para olerlo.

Sonrió, llevando una mano hacia su cabello para despeinarlo.

—Me cambio de ropa y vamos. —digo suspirando.

—Gracias. —sonríe victorioso y un poco agitado por el esfuerzo que le tomó llevar su pie hacia su rostro.

Tomé un jeans negro, mis zapatillas y una camisa juego, me vestí rápidamente, apliqué mi perfume y por último, me puse algunas joyas y mi reloj. Cogí mis pertenencias y salí del baño.

—Vámonos. —dice el pecoso, quien terminaba de colocarse sus zapatos.

Desde mucho antes de llegar a la discoteca se podía notar la cantidad de gente que se dirigía hacia esta.

Good Feeling About You - Lewstappen / ChewisOù les histoires vivent. Découvrez maintenant