32: Huyendo De La Realidad.

105 10 3
                                    

Chris.

Leila se encontraba sentada mientras susurraba una y otra vez las mismas palabras mientras se sujetaba las manos "Por favor no" Me acerque lentamente dejando un vaso de agua en la mesita de al lado.

"Leila" La llame pero no parece escucharme, acerque una silla para sentarme delante de ella, sujete una de sus manos que estaba fría "Leila tranquilízate" Su mirada subió lentamente hasta mi.

"Lo lamento" Susurro liberado su mano para secar sus lagrimas.

Jamás pensé que volvería a ver a ese hijo de perra, y con todo lo que hizo y a las personas que se llevo por delante... puedo imaginar el miedo de Leila, aunque nunca me conto todo lo que vivió en esas semanas con solo los exámenes médicos y psicológicos pude saber un poco de lo que le hicieron.

"Escucha, tranquilízate, talvez solo le den mas cargos" Dije tratando de mirarla a los ojos pero ella evitaba mi mirada.

"¿Y si sale libre?" 

"Jamás le darían libertad Leila, el juzgado esta consciente de que era el líder de una red de trata de blancas, además de todo lo que les obligaba a hacer y sus negocios sucios" Espete serio.

"Creo que debo irme" Hablo bajo mientras se levantaba "Cuida a Molly" Me miro con los ojos llorosos y luego a Molly que estaba en el jardín.

"¿Segura de que vas a estar bien?" Pregunte acercándome.

"Si..." Suspiro cruzándose de brazos, miro a Molly en el patio y sonrío de lado, le hizo una seña a Sebastián y comenzó a caminar a la salida "No le des muchos dulces, luego no podrá dormir"

"¿Ya te vas mami?" Dijo la niña caminando hasta ella para abrazarla.

"Si, cuídate mucho y hazle caso a tu papá" Dijo fingiendo una gran sonrisa.

Leila tomo su bolso y junto a Sebastián salieron por la puerta. De solo recordar la cara de ese maldito la sangre me hierve, esos días donde estaba desesperado por encontrarla, de como por mi culpa todo termino...

"¿Jugamos?" Mire hacia aquellos enormes ojos negros y mejillas regordetas.

"¿Que te gustaría jugar?" Respondí agachándome para quedar a la misma altura.

"¡Dibujemos!" Dijo corriendo emocionada.


Leila.

Entre a casa de Morgan y me lance sobre el sofá tratando de controlar mis ganas de vomitar, cubrí mi rostro mientras respiraba profundo. Hace tanto tiempo que no pensaba en eso, creí haberlo olvidado pero al parecer solo lo guarde en lo mas profundo de mi corazón, sigue doliendo igual, sigo sintiendo como me hace falta el aire mientras presenciando la muerte de alguien.

"¿Estas bien?" Pregunto Sebastián acercándose "¿Pelearon muy feo?"

"Estoy bien" Fingí una sonrisa dejando ver mi rostro "Solo no me pareció bien la acritud de esa rubia, la quiero lejos de Molly"

"Cualquiera diría que estas celosa" Se burlo sentándose a mi lado.

"Cállate" Espete arrojándole una almohada "Jamás estaría con Chris, solo lo veo por Molly"

"Ujum" Sonrío burlón.

"Cree lo que quieras" Fruncí el ceño.

Mi telefono vibro, lo saque y era un mensaje de Víctor, suspire entrando al chat sintiendo un nudo en mi garganta, llevo ignorando varios mensajes suyos.

"Hola Leila, ¿Todo esta bien? Te fuiste sin decir nada"

"¿Estas bien?"

Ultraviolence [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora