⫸𝔒𝔫𝔢⫷

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—hola pequeños, ¿cómo están? —
Varios mininos se acercaron al joven de ojos ámbar, interesados más por la comida que el muchacho traía que por el mismo.
Sabían que era un joven de confianza, hacía mucho que los alimentaba, a veces acompañado y en otras, cómo era el caso de hoy, solo.

El joven se encontraba alegra de poder convivir con los gatos callejeros, sin importarle que los había visto en la mañana, siempre era una gran dicha el poder convivir con los mininos.

—¡ah! ¡Se me hace tarde para llegar a casa!— despidiéndose, se alejó del lugar sonriente con dirección a su hogar.

Corría por varias calles teniendo cuidado de no chocar con los transeúntes; se detuvo en un semáforo rojo noto por el rabillo del ojo como un niño pequeño ignoraba la luz con tal de atrapar su pelota, la cual se encontraba en medio de la calle.

Un destello atrapó al pequeño a segundos de ser impactado por un auto, fue dejado en el otro lado de la calle, sorprendido miro hacia el lugar donde momentos antes se encontraba. Su madre, preocupada, lo abrazo con fuerza llorando y preguntando si se encontraba bien.

A lo lejos miraba, feliz de que el pequeño no estuviera lastimado, al notar como este lo buscaba entre la pequeña multitud, se alejó siguiendo su camino inicial, apurado de no llegar tarde.

—¡estoy en casa!— tres gatos salieron a recibirlo, con gusto, los cargo y abrazo a cada uno de ellos.

Con su mirada busco a alguien, al no encontrar a dicha persona suspiro de alivio, hasta sentir una presencia a sus espaldas.

—hola, papá— saludo con un ligero temblor en su voz.

Un apuesto hombre de cabellos azulados oscuros, lo miraba con una ceja arqueada, sus brazos cruzados y una expresión seria.

—es tarde— pronunció —¿qué estuviste haciendo? — se adentró a la casa dirigiéndose a la cocina.

—nada, solo me quede horas extras para ayudar al profesor—

Conociendo al niño frente a él, no creyó sus palabras, en un rápido movimiento le arrebato su mochila viendo con cierta burla y enfado el contenido.

—Estuviste alimentando a los gatos otra vez, ¿no Jiwoo? — sonrió con cariño el adulto.

—sí, papá, pero son tan adorables y lindos, ¿no podemos traerlos a la casa? — pregunto mientras hacía ojos lindos con tal de convencer a su padre.

—no, ya tenemos a tres en la casa— negó con una sonrisa, sabía que su hijo adoraba a los animales, en especial a los gatos.
—ven a comer, se enfriará la cena—

—¡ya voy!—

Después de cenar, ambos individuos comenzarían a meditar en medio de la sala, manteniendo una postura de medio loto, estarían así por varios minutos hasta el anochecer.

—se hizo más tarde de lo previsto— observo el adulto —¿A dónde vas?— preguntó sin mirar al joven que se estaba poniendo los zapatos en la entrada.

—Daré un paseo con los gatos, no te preocupes, volveré pronto—

—espero que si me conteste las llamadas o mínimo los mensajes—

—si papá—

Jiwoo comenzó alejarse de su hogar acompañado por los tres mininos de la casa, los cuales eran los consentidos de él y su padre, aunque este último no lo admitiera.

—la brisa es muy refrescante, ¿no lo creen chicos?— miro hacia abajo buscando a los gatos, los cuales estaban cerca de un callejón.

—¿sucede algo?— se acercó un poco, notando de inmediato una energía inestable, al igual que los animales estaban muy alterados y tensos.

—regresemos a casa— dejo mientras cargaba a los tres felinos.

Estos no se negaron a ser cargados, más bien se aferraron a la ropa del joven, aquella energía era algo muy malo, era inestable y muy peligrosa. Cambiando su rumbo comenzó alejarse de aquel lugar mirado debe en cuando para asegurarse que nada lo fuera atacar.

¡Estruendo!

Los gatos saltaron lejos de él comenzando a correr en dirección a su hogar, Jiwoo logro esquivar el ataque de su oponente justo a tiempo.

—¿eh? — observo con sorpresa a su atacante, un gato de pelaje gris y franjas negras.

<<no parece ser un gato totalmente, es algo raro>> pensó mientras esquivaba los zarpazos del felino.

Sus ojos rojos no se apartaban de su presa, su cuerpo tenso indicando que en cualquier momento atacaría nuevamente. Ninguno bajo su guardia, el joven, buscaba alguna manera de dejar fuera de combate al gato. No podía lastimarlo, ya que lo había reconocido, era uno de los gatos que siempre alimentaba cuando regresaba de la escuela, aunque recientemente nota como este había desaparecido.

—llegaste a casa hace un tiempo, no te había visto en un buen rato, ¿Qué te ocurrió?—

En un ataque del felino que logro esquivar salió disparado lejos de aquel callejón perdiendo por algunos momentos al gato, se dirigió hacia unas escaleras de bajada logrando idear un plan rápido.

Pronto, el felino llego a  la entrada de las escaleras, viendo atentamente al joven que le dedicaba una mirada de advertencia, rodeado por pequeños rayos blancos y azules, se posicionó para ejecutar su plan.
El gato se lanzó atacarlo, esquivándolo rápidamente, justo cuando lo tenía de frente, esquivó al gato por la derecha chocando contra la pared para darse un impulso hacia arriba, cargo la energía eléctrica en su mano para impactarla contra en felino.

El gato quedo inconsciente debido a la descarga, se fue encogiendo de a poco hasta su estatura normal.

—ese es... ¡Eras tú! — sonrió con felicidad al darse cuenta de que no se equivocó, acuno al gato entre sus brazos y se alejó rápidamente del lugar para evitar sospechas, y también para evitar los regaños de su padre.

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¡¿Por qué nadie me avisó que tenía que subir la nueva versión de la historia?!

Santo tiempo y destino, se pasó el todo muy rápido, bueno aprendimos algo.

No hacer ninguna historia en semana Santa, aunque no tenga nada culposo, por qué en tiempo es más rápido.

Muy sospechoso, en fin, nuevo de la nueva versión de "Padres".

Aplausos, por favor

Pronto iré subiendo los capítulos para terminar la primera temporada, ¡Yey!.

Nos vemos en el próximo cap, bai bai. Besos a todos.

Gracias por su atención, ¡Telón abajo!

══════◄••𝔼𝕝𝕖𝕔𝕖𝕖𝕕: ℙ𝕒𝕕𝕣𝕖𝕤••►══════Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz