══════◄••𝔼𝕝𝕖𝕔𝕖𝕖𝕕: ℙ𝕒𝕕𝕣𝕖𝕤••►══════

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Pronto caería en la locura, no lograba encontrarlo, miro con impaciencia su celular tratando de encontrar aquel punto rojo que le indicaba donde esteba su espécimen perfecto.

—no lo entiendo— en la cima de una torre de comunicaciones observo el panorama —¿por qué no puedo encontrar la muestra en el rastreador?—

Volvió a mirar su celular confundido —va la marca brillar en esta posición, exacta hace una hora, ¿está roto? —

Con ira destruyo el celular en su mano mientras trataba inútilmente de controlar su temperamento.

—demonios, no podré evitar a los cazadores si utilizo mis poderes, pero… supongo que no hay otra manera— sus ojos se tornaron rojos en su totalidad, humos negros se expandieron a su alrededor yendo por varias direcciones. —¡¿Dónde estás?! Vuelve conmigo ahora—

Suspiro con alivio mientras terminaba de curar al pequeño gato, su padre se encontraba meditando en el sótano, por lo que pudo evitar un regaño, por ahora. Su padre era una persona inteligente y astuta, sabia que se daría cuenta de que el pequeño gato gris no era un simple animal.

Phew —hice lo mejor que pude pequeño, espero que te recuperes pronto— comenzó acariciar al felino, notando a los demás gatos que se encontraban escondidos detrás del sofá, asustados por el invitado inconsciente.

—no les hará nada, no se preocupen— trato de consolarlos con palabras, pero estos prefirieron mantener su distancia.

—¿por qué los gatos están asustados?— hablo una voz a su costado.

—¡Padre!— grito dando un salto para alegarse del lugar donde estaba.

Su padre lo miraba con una cara de burla mientras separaba derecho, miro hacia el sillón donde descansaba el gato, frunciendo el ceño, dirigió sus ojos a su hijo.

—puedo ¿explicarlo?— con una mirada fue suficiente para que el joven explicara todo lo sucedido.

—estoy pensando seriamente en no volverte a dejar salir— comento su padre con una mirada consternada.

Cada vez que el joven salía resultaba en una aventura, muy fuera de lugar o inusual, ni siquiera él causaba tantos problemas, y eso que lo apodaron “Break”.

—no creo que sea para tanto— comento avergonzado Jiwoo.

—¿te recuerdo el accidente del globo y el perro cuando tenías 10?— El mayor lo miro desafiante, luego se burló de la cara roja de su hijo.

—sabes que toda esta situación es símbolo de algo malo, ¿no?—

—si—

—es imposible que un animal sea un despertado, ese gato es resultado de experimentos— miro al joven, como este apretaba sus puños y sus labios, formaban una línea delgada por la presión.

Soltó un suspiro ante esta situación, desde que conocía a su hijo, sabía que el niño era de corazón muy blando, no importaba que tan fuerte se volvía, él siempre pensaría en el bienestar de los demás.

<<sigue siendo el mismo niño>>
—quiero a mi mamá ¿dónde está ella?— lloraba un pequeño entre los brazos de un joven azabache, ambos se aferraban el uno al otro.

Rodeados de caos, el mayor contemplaba su entorno, ningún alma se podría sentir o ver en aquel lugar desolado. Solo eran ellos dos, dos almas abandonadas tratando de seguir adelante.

Ambos sintieron una energía proveniente de afuera, no era algo normal el cómo aquellas ondas se desplazaban por el vecindario, mirando con atención por la puerta de cristal que daba hacia el patio como flotaba por el aire.

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Ambos voltearon a mirar al felino, el cual parecía a punto de atacarlos, saltando de un lugar a otro logro llegar hasta la puerta del patio que se encontraba abierta. Por instinto, el estudiante se levantó de su sitio buscando con su mirada su suéter y una gorra para salir por el gato.

Una mano lo detuvo, viendo como su padre lo miraba serio por unos momentos, suspiro, lo soltó dejando que el joven fuera detrás del gato, pero no lo dejaría ir solo.

—iré contigo— una luz cegadora brillo por unos momentos en la sala, cuando se desvaneció, solo dejo ver a un gato anaranjado gordo en lugar del adulto.

Jiwoo no pudo evitar sonreír, ambos salieron de su hogar siguiendo aquella energía.

El joven corría por las calles haciendo intervalos de velocidad, en sus brazos cargaba al gato anaranjado que era su padre. Miraban con mucho cuidado a todas la direcciones en busca de alguna señal de gato gris.

—a juzgar por la pelea que tuve con él, tiene buena velocidad y movimientos avanzados— comento Jiwoo —y las habilidades relacionadas  han sido desarrolladas lo suficientemente bien—

El gato asintió ante lo dicho —izquierda—
Con un ágil movimiento golpeo la pared del callejón ingresado en este, siguió recto siendo guiado por el gato en sus brazos, el cual seguía aquella energía.

—por lo que has dicho, debe de estar involucrado un despertado, así que será mejor que estés preparado para esto—

—¡sí!—

El gato gris había llegado ante un señor de pelo cano, traje rojo óxido. Este sonreía con alegría al notar al felino.

—ah, aquí estás, reaccionaste a la huella, ¡así que eres el indicado!— se agachó un poco para estar a la altura del animal —¿qué te pasó? Te ves débil ahora, de alguna manera no podrías haber escapado de mi “jaula especial”— en ese instante el animal levanto su vista observando con horror a la persona frente a él.

Los recuerdo de su cautiverio y tortura lo hicieron reaccionar, poniéndose en guardia de inmediato intento atacar al adulto, este solo seguía sonriendo, cono un movimiento de su mano derecha hizo que el animal se estrellara contra la pared del callejón.

Esta situación fue vista por el joven y el otro felino, Jiwoo veía todo esto con frustración.

—Mm… ¿Qué te pasa? Sus habilidades de movimiento y durabilidad son mayores que un gato promedio, pero no es suficiente. ¿Esto es todo lo que puedes hacer ahora que es un despertado?— piso ligeramente al animal que intentaba levantarse con la poca fuerza que le quedaba ante el maltrato —oh… no te has muerto—

Apretó su mano con fuerza, no quería seguir viendo aquella escena, su padre noto esto, por lo que apoyo una de sus patas en la pierna del chico, este lo miro casi con lágrimas en sus ojos.

En cuestión de segundos Jiwoo desapareció de la vista del gato, el señor de traje se acercó al gato con la intención de llevárselo. Frente a él se apareció un joven con gorra, levanto con cuidado al animal herido.

<<¿quién es este? ¿De dónde salió?>> lo miro por unos momentos hasta que reacciono <<no importa, él está tratando de robar mi muestra>> Trato de atacarlo con un rayo, cuando el humo se disipó solo quedo la grieta en el lugar donde estaba el joven cono el animal.

—¡¿se ha ido?!— exclamo con ira, mirando a todas partes con la esperanza de encontrar al joven —¿a dónde se fue? ¿Eh? Él estaba en frente de mí— al ver que no podía encontrarlo, decidió marcharse mientras susurraba maldiciones sobre cazadores.

Jiwoo sonreía con entusiasmo mientras su cuerpo vibraba.

—¡Papá, lo hicimos!—

—¡¿a qué te refieres con “lo hicimos”?!— regañaba el gato anaranjado, mientras corría a su lado —¡idiota, ahora él sabe que existes! ¡Hablaremos seriamente en la casa!—

—¡Ey! ¿Me estás escuchando?—

—pero… No podía dejarlo ahí— contesto con simpleza Jiwoo ante los regaños de su padre —no podía dejarlo solo sabiendo que podía salvarlo—

—¡por favor sálvalo! ¡Kay, sálvalo!—

—te lo ruego—

—¡no te rías, tonto! ¡Hmph, es un idiota!—
 
Ambos siguieron corriendo hasta llegar a su hogar.