𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗔𝗚𝗔𝗜𝗡 ❨Sᴛᴇᴠᴇ MᴄGᴀʀʀᴇᴛᴛ❩

02. Adaptándose al nuevo hogar

El único factor en el que no pensó a fondo y con seriedad fue el calor y lo poco que estaban todos acostumbrados a este, Rose Mary se encontraba recostada en el piso con su dorada cabellera esparcida hacia atrás para dejar libre su cuello, Tim fue más eficaz, se quitó los pantalones y se quedó solo en ropa interior pese a las muchas veces que Arianna le pidió que se pusiera la ropa de nuevo.

—Hace demasiado calor —murmuró Stephen adentrándose a la sala con solo unas bermudas y una camiseta blanca —, ¿por qué no podemos encender el aire?

—Porque en la escuela no tendrás aire, cielo. Intento que todos nos acostumbremos un poco.

—¿Puedo abrir la puerta del patio trasero? —intento una nueva solución uno de sus hijos mayores, Arianna lo considero unos segundos hasta que asintió.

—Llevamos aquí casi todo el verano —David, mellizo de Stephen, se unió a todos con el cabello castaño goteando —, creí que ya estaríamos adaptados.

Arianna se rio cuando su hijo se dejó caer de forma dramática en el sofá frente a ella.

—Ryan es el único feliz con el calor —tomo la palabra Rose, moviendo su cabello cuando Tim paso bastante cerca y casi lo pisa —, mamá lo tiene en la habitación con el aire encendido.

—Favoritismo. —la acuso rápidamente Stephen tomando asiento junto a su mellizo, Arianna negó con la cabeza.

—A diferencia de nosotros, su hermano se pone a llorar por el calor —les dijo extendiendo los brazos cuando se percató de que Tim se preparaba para lanzarse en su dirección —, no sé ustedes, pero yo quiero dormir en la noche, además tenemos encendidos los ventiladores.

Tim golpeó contra su madre justo cuando el timbre resonó por toda la residencia alertando a los miembros de la familia, Arianna se levantó, acomodando a su hijo sobre su costado y camino hasta la puerta, frunció el ceño cuando se encontró con el detective Williams del otro lado.

—Agente Rossi, lo lamento —el hombre hizo un especie de mueca extraña —, no quería interrumpir, pero...

—No estaría aquí si no fuera necesario —ella suspiro dejando que su hijo ocultara su rostro en su cuello bastante cohibido —. ¿Nuevo caso de drogas?

—Por suerte no. ¿Podemos hablar en privado?

Ella entendió rápidamente, se giró para bajar a su hijo y lo envió de vuelta a la sala, entonces volvió a centrarse en el detective, salió de la casa y cerró la puerta detrás de ella.

—Tiene sus ojos.

—¿Perdón?

—El niño —aclaró el hombre de cabello rubio pasándose una mano por el cuello —, tiene el mismo brillo y color que los suyos, agente.

—Arianna —ella sonrió metiendo los dedos en los bolsillos de los shorts de mezclilla que usaba —. ¿Qué ocurre, detective Williams?

—No, no me parece justo. Si serás Arianna, entonces seré Danny —su sonrisa la hizo sonreír también —. Tenemos un caso grande de nuevo.

—¿Cuántos años tienen las víctimas? —tuvo que obligarse a no sonreír divertida por la sorpresa que mostro el hombre ante su pregunta —. Todos tienen la misma mirada cuando hay más de una víctima de violación con el mismo modus operandi.

Danny soltó un suspiro y le entrego una tableta donde estaba la información.

—La primera víctima fue una turista que viene de Venezuela, fue atacada en su habitación, la estaban esperando ahí.

—Pobrecita —cambio a la siguiente víctima —. No coincide etnia, edad, físico.

—Es por eso por lo que no lo conectaron hasta que revisaron su declaración —Danny se recargo contra el barandal de madera y apretó las manos contra este —, el Gobernador nos llamó cuando apareció una tercera víctima.