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-- ¿Cómo te sientes? -- preguntó la mayor acariciando la espalda de la menor -- Está sopa te hará sentir mejor.

Asintió con la cabeza mientras tomaba un sorbo de sopa en la cuchara.

Cuando amaneció la peliblanca había despertado con la cara muy pálida y los ojos rojos de tanto llorar, Yeonhui al ver el estado de la menor se preocupó demasiado.
Tanto que pidió el día libre para cuidar de ella, al fin y al cabo solo era una niña demasiado herida y su pobre corazón no podía ignorar aquello.

Le cambió la venda de la cabeza, le preparó el desayuno con el pensamiento iluso de que la joven se pondría de humor pero esta seguía mal. No reia, tampoco mostraba signos de estar buen humor, solo una mirada triste ante todo.

Pensó que era muy joven para tener unos ojos tan tristes, muy bonita como para tener el rostro lleno de lágrimas.

Siente pena y empatía por la joven, no quiere rendirse hasta hacerla sonreír.
Y es raro que insista tanto con algo como esto cuando apenas la conoce pero tiene la fuerte necesidad de hacerlo, de protegerla.

-- No te obligues a comer más si no te apetece -- dijo Yeonhui al ver que la peliblanca hacia muecas con la sopa.

-- Pero sería un desperdicio si no la termino, quien sabe cuándo será la próxima vez que comeré algo.

Yeonhui hizo una mueca triste por las palabras de la chica, un pequeño apretón en su corazón sintió.

-- La próxima comida puede ser la cena o la merienda -- respondió llamando la atención de la menor -- Yo me aseguraré de aquello.

La menor abrió los ojos sorprendida por las palabras de la mayor, pensó que después de la sopa la echarían del lugar.
Suficiente tiempo estuvo ahí siendo una molestia para ellos pero no, eso no sucedió, le estaba ofreciendo comida esa hermosa pelinegra que no dejó de ayudarla desde ayer.
Tanta bondad, tanta amabilidad le hace sentir de manera extraña, no sabe cómo explicarlo, no sabe si debería confiar en ella.

¿Por qué una desconocida sería tan amable con ella? ¿Por qué le ayudaría? Era obvio que quieren algo de ella pero... ¿El qué? ¿Qué quieren de ella? ¿Qué tiene ella?

De manera lenta una lágrima se deslizó por su mejilla sin su permiso, rápidamente se limpió antes de que se dé cuenta Yeonhui.

-- Gracias -- murmuró con cierta duda sobre sus propias palabras.

-- No hay de, peque.

Se tensó un poco al sentir la mano de la mayor acariciando su cabeza con cuidado de no lastimarla pero con tanta ternura que la hizo sentir un escalofrío por todo el cuerpo.

-- Saldré un momento a hablar con Sinu, no voy a tardar -- avisó mientras se levantaba.

Notó la mueca confusa de la menor ante el nombre que mencionó, sonrió por el pequeño despiste que tuvo al no explicar.

-- Sinu es el chico de ayer.

La peliblanca asintió con la cabeza con una mueca de asombro, se le había olvidado la existencia de ese chico.
Se sintió mal consigo misma al olvidar a la persona que la ayudó ayer, últimamente se sueymal con cualquier cosa que haga.

Al ver a la mayor salir de la habitación suspiró un poco aliviada.
Con Yeonhui todo es raro, le gusta como se siente su amabilidad pero al ver tanta hace que dude de ella, del lugar en sí.
Ni antes en su casa con su familia eran así de amables o cariñosos.

Se acercó a un espejo que había en la habitación, se miró con detalle sintiendo algo de pena por si misma.
Estaba muy pálida y tenía la cara con ojeras gigantes.
Ciertas zonas estaban rojizas por lo mucho que lloró, zonas como su nariz o sus mejillas.

𝐒𝐎𝐋𝐎𝐒 ☻ ☹                                                    𝐋𝐎𝐎𝐊𝐈𝐒𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora