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Mía Martínez

Navidad había llegado a Asturias, cubriendo los prados verdes con su manto blanco y envolviendo todo con un aire de celebración. Estaba en casa con mi familia, rodeada de amor y calidez, pero mi mente aún vagaba hacia aquellos recuerdos de la premier en Barcelona, y especialmente hacia Ferran.

El mundial había terminado hacía una semana y aún recordaba la mirada de decepción en los ojos de Ferran cuando su equipo quedó eliminado en octavos de final, mundial que ganó la selección argentina de Leandro. Sus palabras en aquella gala resonaban en mi mente, cada vez más presentes, y me era difícil deshacerme de ellas. Me había marcado profundamente.

A pesar de estar en casa con mi familia, mi corazón seguía anhelando algo que parecía cada vez más complicado. La idea de volver a tener algo con Leandro había perdido fuerza en mi mente. Mis pensamientos seguían dirigidos hacia Ferran, su mirada, sus palabras, y la promesa que había hecho de luchar por mí.

Mientras compartía risas y abrazos con mi familia, mi mente no podía evitar volver una y otra vez a aquellos momentos con Ferran. Quizás era la magia de la navidad, pero sabía que mi corazón estaba atrapado en un laberinto de emociones y sentimientos que solo él podía entender.

Ferran Torres

Me encontraba en la casa de la familia  de Sira en Gijón, ayudando a preparar la cena de Navidad. Aunque la atmósfera estaba llena de alegría y decoraciones navideñas, mk mente seguía vagando hacia Mía. Desde aquel día en la gala, no había podido quitármela de la cabeza.

Mientras cortaba algunas verduras para la cena, no pude evitar recordar la última vez que hablamos. Las palabras de Mía resonaban en mi mente, y el peso de su decisión seguía sobre sus hombros. Sabía que había herido a Mía al elegir quedarme con Sira, pero también sentía la responsabilidad de cuidar a mi hijo.

- Sira, ¿necesitas ayuda con algo más? - pregunte, tratando de mantener mi mente concentrada en el presente.

Sira sonrió y negó con la cabeza.

- No, cariño, todo está bajo control. Gracias por ayudar - respondió ella, antes de acercarse y darle un beso en la mejilla.

Subi las escaleras hacia la habitación que compartía con Sira, sentí mi corazón latiendo con fuerza

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Subi las escaleras hacia la habitación que compartía con Sira, sentí mi corazón latiendo con fuerza. Al entrar, escuche la voz de Sira hablando por teléfono. Me detuve en el umbral, sorprendido por lo que estaba escuchando.

- Sí, cariño, el bebé está bien. Ferran sigue creyendo que estamos juntos, es un tonto - dijo Sira con desdén, mientras jugueteaba con una cadena que llevaba puesta.

Sentí un nudo en la garganta al escuchar esas palabras. ¿Estaba Sira hablando de mi? ¿Estaba jugando con mis sentimientos? La rabia y la confusión se mezclaron en mi interior mientras Sira colgaba el teléfono.

- Sira, ¿qué está pasando? - pregunté,  entrando en la habitación con paso firme.

Sira se giró hacia mi con una sonrisa fingida.

𝐃𝐨𝐛𝐥𝐞 𝐕𝐢𝐝𝐚 || 𝐅𝐞𝐫𝐫𝐚𝐧 𝐓𝐨𝐫𝐫𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora