Naruto - El Viaje Oscuro

5 - La Segunda Misión es impactante

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 5

Naruto se estremeció cuando las chispas casi le chamuscaron los guantes. El cable eléctrico roto colgaba cerca de él, pero habían cortado la corriente para que pudieran trabajar en él. El trabajo no era peligroso ni difícil, pero entrañaba un ligero riesgo con toda la electricidad estática que permanecía en el aire. Tenía el pelo encrespado, igual que Sakura. El corte corto de Sai le había salvado de la vergüenza, pero eso no significaba que no saltaran chispas de sus cuerpos cada vez que tocaban algo.

El transformador estaba en un rincón de la habitación, lleno de cables y pilas. Algunas tenían fugas, y eso significaba que tenían que quitarlas y apartarlas, coger otras nuevas y sustituirlas. Una vez hecho esto, y tras comprobar que no había cables rotos o dañados, volverían a encenderlo todo y acabarían con ello. Naruto siseó a medias cuando una descarga le atravesó los guantes y le alcanzó la mano, haciéndole dar un respingo y retirar la extremidad del cable. ¿No habían descargado las malditas cosas?

Observó cómo Sakura se fatigaba al acercar una de las baterías gigantes al transformador, y se mordió el labio. Se acercó a ella y, tras un breve momento de indecisión, dijo.

"Eh, Saku...", exclamó la chica, soltando la batería mientras daba medio paso hacia atrás. Él agarró rápidamente la pila antes de que pudiera caerse, y luego la miró con perplejidad.

"¿Qué pasa, Naruto?".

"¿Quieres ir a por los cables nuevos? Yo también puedo ocuparme de las pilas...", se le cortó la voz al ver la mirada temerosa de Sakura, que le apartaba la mirada. Se sintió mal: ¿lo sabía la chica? ¿Cuándo se lo habían dicho? ¿Quién se lo había dicho? ¿Quién se lo había dicho?

No quería pensar en eso, así que se limitó a coger la batería y la colocó en su enchufe dentro del transformador, antes de volver a deshacerse de los cables oxidados o rotos. Entonces miró a Sakura, y se puso tenso cuando la chica empezó a moverse, como mecánicamente, hacia la otra esquina de la habitación. Pasó cerca de Sai, y él se tensó. ¿Y si le decía la verdad a Sai o a su Sensei?

Bueno, el Sensei lo sabía y no había actuado de otro modo. Sin embargo, Sai... normalmente no tenía sentimientos, ¿le importaría? ¿Eso le haría estallar y volverse amargado contra él?

"Imbécil, cuidado". Resopló. Dudaba mucho que Sai fuera a "estallar" o a hacer algo. El chico era casi un robot. "Adviérteme, cuando introduzcas las pilas empezarán a cargarse. Retira el cable sin comprobarlo y podrías electrocutarte". zumbó el chico de pelo negro.

De hecho, se preguntaba si ése era su tono "preocupado". Miró de reojo a Sai, antes de asentirle y tragar saliva con ansiedad. Ya se habían retirado todos los cables rotos y, por medidas de seguridad, también los dañados, que serían revisados y, si era posible, reparados.

Su sensei les observaba desde la puerta, manteniendo una mano sobre una barra metálica que sobresalía del suelo, probablemente para evitar la estática. Cambiaron las pilas y tiraron de los cables rotos, Naruto se volvió hacia donde Sakura estaba apilando los cables nuevos, a una distancia temerosa de él. Sai, por su parte, se dirigía a los mandos de la estación de retransmisión.

La electricidad en Konoha funcionaba con baterías fabricadas con elementos especiales que como genin no conocían. Había una especie de mezcla secreta, de naturaleza altamente inflamable y ácida, que corroía fácilmente el cobre utilizado para laminar las baterías. En el momento en que Naruto empezó a conectar los cables, Sai, por error -al menos en opinión del chico rubio- pulsó un botón que no debía.