Naruto - El Viaje Oscuro

7 - Cómo encontrar la oscuridad en las sonrisas

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 7

Ami se sintió bien al poner a Sakura en su sitio en el suelo. Ella era la que había sido elegida para ir con el equipo de Sasuke-kun, y era la que lo había conseguido casi todo el día. Lo único que tenía Sakura era el casi muerto y un tipo raro del que ni siquiera había oído hablar. Además, habían sido el equipo trece: ¿no sabían que dicho equipo no había pasado ni una sola vez en los últimos años? Ése era el equipo de los fracasados, de los que no eran los últimos, sino gente normal de paisano que acabaría siendo enviada de vuelta a casa o a repetir la academia.

Sonrió al ver que la chica hacía una mueca de dolor. Sentaba bien demostrar la propia superioridad frente a otra.

"Sasuke", habló un chico de pelo oscuro junto a la chica de pelo rosa, reconociendo a su Sasuke-kun con una ligera inclinación de cabeza.

"Naruto", respondió Sasuke con su habitual tono oscuro y gutural, muy frío, por supuesto. Ella entrecerró los ojos. Sasuke nunca hablaba con ella y ni siquiera había pronunciado su nombre. Lo más que conseguía de él eran gruñidos, y aunque pudiera seguir aguantando un buen rato, al final los gruñidos no daban mucho material de conversación.

"¿Te has cambiado el pelo, Naruto? ¿También te has hecho fan del todopoderoso Uchiha?". gritó Kiba a su lado, casi reventándole los tímpanos con aquello. La Inuzuka siempre tenía que despotricar y gritar sobre su Sasuke-kun, y nunca se callaba.

"Kiba", le dijo Naruto con la cabeza. No dijo ni una palabra más, y la cresta de Kiba bajó un segundo después. El Inuzuka conocía a Naruto desde que habían ido a la academia, pero una vez que Teuchi había muerto, había dejado de morder el anzuelo del usuario de perros. De hecho, eso puso fin a las discusiones entre ambos.

"Sasuke-kun debe de estar cansado de oír tu voz chirriante todos los días", replicó Sakura acaloradamente.

Naruto miró a Sasuke divertido. Era la escena habitual y muy familiar a la que se había acostumbrado en la academia. Las chicas se peleaban por él, y él apartaba la mirada. Por supuesto, sabía por qué el chico no se limitaba a decir que no.

Ya lo había intentado una vez, y eso sólo había conseguido que las chicas se esforzaran más. Los herederos difíciles de conseguir de un clan noble como los Uchiha sólo añadían más especias a un plato ya de por sí rico. A veces se preguntaba por qué nadie había violado ya al Uchiha. Seguramente porque nunca lo tenían a solas en un rincón oscuro.

"De todos modos, ¿dónde está tu sensei? ¿Tienes siquiera uno o estás en la reserva de genin como todos los perdedores?". La aguda voz de Ami hizo que Naruto se estremeciera ligeramente, mientras Sakura se defendía acaloradamente.

"¡Claro que tenemos un sensei! ¡Hemos aprobado el examen! Seguro que Sasuke-kun tuvo que ayudaros hasta el final!" Ante aquellas palabras, la otra chica se limitó a sonreír diabólicamente.

"Sí que me llevó como a una princesa... ¿No estás celosa?".

"Sigue soñando", se burló Sakura. Cruzó los brazos sobre el pecho mientras hinchaba las mejillas y giraba la cabeza hacia un lado.

"Imbécil, Cereza: llegas pronto". zumbó la voz de Sai, mientras el chico de pelo negro y pálido aparecía desde una calle cercana. Kiba soltó una carcajada al oír el apodo.

"¿Idiota? Naruto, ¿en serio?"

"Es un apodo como otro cualquiera", se encogió de hombros. "Los he tenido peores".