Primera Parte

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Primera Parte.

Isabella Montgomery, trabaja en , ese lunes como todas las mañanas llegó temprano a su trabajo, como persona responsable llegaba media hora antes de a su trabajo.

Ese día era como cualquier otro día, a media mañana mientras revisaba los reportajes para el día siguiente escucho un barullo, se levantó de su escritorio, abrió la puertas y se asomó solo bio una amplia espalda que caminaba por el pasillo; cerró la puerta, el asunto no era con ella y continuó con su trabajo.

A media semana su rutina fue interrumpida por una reunión imprevista, tomó su libreta y caminó hasta la sala de juntas, tomo asiento y esperó. Minutos después entraron el CEO del periódico, el jefe de editores y el jefe de publicidad, para finalmente entran dos personas que jamás había visto. Una de ellas era una señora como de un poco más de cincuenta años, se conservaba bien porque hasta parecía estrella de cine, luego entró un joven como de su edad, con aire despreocupado.

-Señores Blackwood, es un honor poder recibirles. ¿El señor Alexandre no vendrá? -Preguntó el señor Jensen.

-Mi hijo está firmando un acuerdo de compra de un equipo importante de baloncesto. Eso nos tiene a nosotros aquí hoy -Contó la señora Blackwood.

-Bueno, ¿qué será eso que los tiene aquí hoy? -Pregunto interesado el CEO.

-Bueno, lo que seamos es publicidad para las tiendas deportiva ubicadas en todo el país y el equipo, además de coberturas en los partidos, tanto en el periódico, la televisión y la revista pertenecientes al medio -Dijo el joven con soltura; mientras escuchaba iba analizando su posible labor en esta alianza.

-Hemos traído una propuesta -La señora Blackwood le entrego a Jensen el documento.

-Esta aprobado por nuestros socios -Acotó el joven.

-Lo analizaremos. La próxima semana tendrán nuestra respuesta -Respondió nuestro CEO. No se me escapaba las miradas furtivas que me dedicaban ambos visitantes.

Luego de una semana ajetreada Bella llegó a su apartamento, realizó las rutinas diaria, cocinó algo de comer, luego le dio rienda suelta a su pación, la lectura.

Mientras Bella leía, en la disco más famosa del estado entraba Alexander Blackwood, su apellido le daba boleto VIP a cualquier lugar, la seguridad lugar lo saludó con un asentimiento de cabeza en reconocimiento. Ese día por la tarde había tenido un disgusto, había recibido la desagradable visita de su exsuegra, Amanda Blackshaw, cada cierto tiempo tenía como deporte hacerle la vida de cuadritos a su exyerno, recordándole la muerte de su familia. Por ello había decidido ir a desahogar sus penas en una disco, con suerte, esa noche tendría sexo, consecuentemente desahogar un poco sus frustraciones. Y no fue mentira como a la una de la madrugada salió en compañía de una joven hermosa, se fueron a un hotel tuvieron sexo desenfrenado, hasta caer rendidos. A cierta hora Alexandre despertó de vistió, paso por la recepción cancelando la cuenta y el desayudo de la joven para luego dirigirse a su pent-house.

El sábado por la mañana Bella se encargó de los quehaceres de su apartamento, no ganaba mal como para no poder contratar los servicios de una persona que se encargara de todo aquello, solo es que le gustaba su privacidad.

Cuando terminó, fue a recorres las calles, iría a visitar una de las tiendas de los señores Blackwood. Las tienda deportivas Future Sport, son muy conocidas, por vender ropa deportiva con estilo.

Ingresó a la tienda y se dirigió al área de damas, miro en esa área, luego se dirigió a las otras áreas, hasta que se encontró con un rostro que ya había visto antes.

-Señorita, es un placer tener a un miembro del The Daily Breeze en nuestra tienda -Bella se sonrojo.

-Soy Isabella Montgomery, editora -Ella le sonrió.

MI QUERIDA BELLA, VUELVE A MIWhere stories live. Discover now