Capítulo 6: Flevance 1998.

43 5 0
                                    

Flevance 1998.

— Eres en verdad un pequeño muy lindo, tienes una risa espectacular, claro que sí —.

Akagami Shanks se sentía muy extraño presenciando aquella escena. Sabía que su amigo debía mantener al bebé lo más tranquilo y animado posible para así realizarle todas las pruebas necesarias de manera rápida y eficaz, pero no dejaba de sentirse incomodo al ver a un hombre tan alto como su amigo haciendo caras extrañas y hablando con voz aguda para entretener a un bebé.

Donquixote Rosinante era un hombre de gran altura y aunque para él era normal agacharse un poco para revisar a sus pacientes, ahora parecía a un paso de recostarse por completo en la camilla donde el bebé yacía acostado. El pequeño vestía únicamente un pañal, pues el doctor tuvo que revisar cada centímetro de él.

— Que buen chico eres —.

— Rosi... Entiendo que es tu trabajo, pero... ¿Es necesario que hables así? —
Cuestionó Shanks comenzando a sentir que no resistiría mucho más.

El hombre de cabello rubio que hasta el momento se había mantenido con una enorme sonrisa para el bebé, frunció el ceño y arrugó los labios mirando con enfado al hombre pelirrojo.

— ¿Lo has visto llorar desde que llegaron? —
Le cuestionó.

— No... —.

— ¿Entonces? —.

— Lo siento... —.
Shanks se rascó la nuca y desvió la mirada en un intento por dejar de lado su torpe comentario.

— No lo sientas, solo no nos interrumpas —
Dijo y volvió a su tarea de medir al bebé.

— De acuerdo —
Shanks seguía huyendo, pero volvió su mirada disimulada al doctor y al bebé. Tenía que admitir que a pesar de ser un poco incómodo, el juego de Rosinante hacía reír al pequeño, cosa que él no había podido lograr desde que lo llevó a casa.

La revisión continuó por unos minutos más en los que las caras graciosas y las voces extrañas del doctor continuaron, las risas del bebé también ambientaron el pequeño consultorio, un lugar pequeño, pero más que apropiado para un joven médico recién graduado.

— Bien ya terminé, vistámoslo y te daré mis observaciones —.

Shanks asintió y se acercó con la ropa del pequeño, comenzando a vestirlo mientras su amigo escribía algunas cosas en su tabla de notas.

— ¿Y eso? ¿Tenías ropa de bebé en casa? —
Rosinante preguntó curioso al ver el pequeño overol de color celeste que su amigo le puso al bebé. Era el mismo con el que llegó esa mañana, pero no reparó en ello antes.

— Por supuesto que no, Halcón lo compró ayer —
Respondió colocando el gorro tejido sobre la cabeza del infante.

_ ¿Qué? ¿Cuál Halcón? —
Cuestionó curioso.

— ¿"Cuál"? No seas tonto, el único Halcón —
Respondió con el ceño fruncido.

— Espera... ¿Tu Halcón? —
La mirada molesta de Shanks le dijo al doctor que no le estaba gustando su broma.
— Lo siento, pero es un poco difícil imaginarse a Mihawk comprando ropa de bebé —
Esa era una imagen que simplemente no encajaba con la realidad.

— Se supone que solo compraría pañales y leche, pero llegó con dos cambios de ropa —
Recordó la noche anterior donde luego de la cena su pareja salió a comprar lo necesario para la estancia del pequeño.

— No lo habría imaginado jamás —.

Shanks no dijo nada, terminó de vestir al bebé y lo tomó en brazos con el cuidado que sabía que tenía que tener. Luego de pasar la noche juntos el bebé parecía haberse acostumbrado a su aroma o a sus brazos, pues ahora se acomodaba muy bien.

Coming To You - One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora