Capítulo 10.- Familia

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Volvemos a la escuela.

Todos en el aula se encontraban realizando su trabajo de acuerdo a las indicaciones dadas por la maestra. El único ruido que se escuchaba era el provocado por el movimiento continuo de los lápices, así como el del intercambio de hojas de cuaderno, cuando llenaban una y pasaban a la siguiente.

Todo parecía ir bien, y nadie mostraba signos de fatiga o de distracción, salvo por una sola persona, que no podía ser otra más que Anya.

Pese a que sostenía su lápiz sobre su cuaderno, y que muy de vez en cuando escribía alguna oración completa, era un hecho que no podía concentrarse, y muy seguramente no terminaría su trabajo a tiempo. Pero ese no parecía ser el único inconveniente, sino que el problema tenía un claro aspecto de ser más grave que sólo eso...

Anya lucía extremadamente pálida, y de su frente salían varias gotas de sudor. Sus labios y manos temblaban, pero, pese a todo... ella tenía su mirada bien fija en su maestra.

No podía quitarle el ojo de encima, le era imposible.

A pesar de que Isabella no se daba cuenta de esto, y se limitaba simplemente a revisar anotaciones en su escritorio, Anya simplemente no podía dejar de mirarla...

Y todo parecía indicar que la cosa iba a empeorar, cuando de pronto, Anya hizo un gesto como de querer vomitar, empezando a inflar sus cachetes por inercia.

No fue sino hasta entonces que Becky, quien se encontraba sentada justo a su lado, notó que su amiga no lucía bien.

> ¡Anya! ¡¿Estás bien?! ¡¿Te sientes mal?!

> ... Estoy... bien...

>Becky, ¿Qué sucede? ¿Por qué gritas? – Preguntaría Isabella.

> ¡Maestra! ¡Anya no se ve bien! ¡Se siente mal!

> ¿Qué? Anya, ¿Qué tienes? ¿Te ocurre algo?

> ... Estoy bien, maestra...

> ¡No le haga caso, maestra! ¡No sé qué es lo que tiene! ¡Pero es obvio que se siente enferma!

Para entonces, Isabella ya se había puesto de pie y se había acercado a ellas.

>Sí, es bastante evidente que algo tiene... es fácil deducirlo con sólo verla. Anya, ¿Puedes decirme qué es lo que tienes?

>Nada, maestra...

> ¡Maestra! ¿Puede hacer algo por ella?

>El que no quiera decirme, vuelve más complicado todo esto.

> ¡Anya! ¡Dile lo que tienes! ¡No seas terca!

>Ya te dije que no tengo nada...

>Anya... no quisiera que terminaras vomitando en plena clase, debemos hacer algo para que te mejores, así que, por ahora, te voy a pedir de favor que me acompañes al baño. Si vas a vomitar, es mejor que lo hagas ahí, a que lo hagas aquí, delante de tus compañeros.

>Pero, maestra...

> ¡Hazle caso, Anya! ¡Ve con ella!

> ... Está bien... - Viendo que no tenía caso seguirse negando, simplemente se pondría de pie y caminaría detrás de la maestra, rumbo al baño.

Becky sólo vería muy preocupada cómo es que su amiga salía del salón, con una expresión en su cara que no solo denotaba malestar, sino también tristeza.

Pero no sería la única persona que se mostraría preocupada por esto... sino que Damian también se veía sumamente preocupado por el aspecto de Anya.

SPY X FAMILY - ¿HACE FALTA DECIRLO CON PALABRAS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora