Do! - Juantin

12. Vuelta a la academia

MARTIN
En cuanto divisé a mi madre frente al taxi salí corriendo hacia ella con mi maleta arrastro.

- ¡Cariño! - sus brazos me envolvieron y no pude evitar echarme a llorar en su hombro como un niño pequeño, la extrañaba mucho, a ella y a toda mi familia.

Nos subimos al taxi para ir al aeropuerto y nos enfrascamos en una conversación sobre todo lo acontecido durante mi estancia en la academia, claramente sin desvelar ninguna información sobre el concurso.

Ya sentados en el avión camino a Bilbao no pude aguantarme más - Mama - le llame, y mis nervios aparecieron en cuanto se giró para mirarme - ¿lo de Juanjo...? - deje la pregunta sin acabar al darme cuenta que su sonrisa se ensancho en señal de que ya sabía por donde iba el tema.

- ¿Que pasa con lo de Juanjo? - me preguntó de vuelta enfatizando su nombre.

- Ai dios que vergüenza - me escondo en mis manos provocando una carcajada a mi madre - ¿se nota mucho?

- Mi amor - me acarició la espalda con suavidad mientras hablaba - claro que se nota y mucho más esta semana, se le ve mucho más suelto - dice refiriéndose al maño.

- Ya - digo resignado mientras apoyo mi cabeza en ella - tengo miedo a que se vuelva a esconder o que me rechace al volver - le digo muy bajito.

- Oye, eso no va a ser así, ¿por qué dices eso? - su mano pasa a mi mejilla haciendo que la mirase.

- No lo se mama, no ha salido del armario, y ahora va a tener que enfrentarse a que su familia ya lo sepa por verlo a través de una pantalla sin que el se lo pudiese contar antes, no se, y si no lo aceptan ¿que? - le confieso mi miedo con las lagrimas acumuladas en mis ojos.

Dios, como echaba de menos poder desahogarme con mi madre.

- Martin cariño, deja de preocuparte por esas tonterías, Nieves esta deseando poder hablar con Juanjo para decirle que le apoyan en todo y que deje de preocuparse del exterior - sus palabras me hacen fruncir el ceño en extrañeza.

- ¿Has hablado con su madre?

- Pues claro, siempre comentamos como os ha ido a los dos tras las galas - mi boca se abre en sorpresa, no me lo creo - en vuestra actuación juntos casi nos volvemos locas, estuvimos toda la semana hablando de como evolucionabais y durante la gala, uf, de verdad que una locura.

- ¿Enserio? - digo todavía incrédulo mientras mi madre limpia una lágrima rebelde que se deslizaba por mi mejilla.

- Enserio Martin, en casa adoramos a Juanjo y ya te voy adelantando que en su casa te adoran a ti, así que deja de preocuparte por tonterías, porque cuando volvais a la academia todo va a seguir igual, con vuestras escapaditas a la ducha - se ríe mientras me guiña un ojo.

- Ai dios, mama por favor- me aparto muerto de la vergüenza al darme cuenta de que no éramos tan disimulados como creíamos.

El viaje se me hace corto. En menos de lo que me esperaba ya estaba en la puerta de mi casa con mis dos hermanos colgados de mi haciéndome mil preguntas a la vez.

- En el aeropuerto bien, ¿no?, ¿no había mucha gente? - nos pregunta mi padre mientras ponemos la mesa para comer.

- Que va, solo una niña que me regalo unas pulseras, más mona - le respondo.

- Se ve que Noemí lo consiguió llevar todo con la máxima discreción, porque no había nadie esperando - dice mi madre.

- Bueno, lo conseguiría con Martin, porque la que se ha montado en Zaragoza, uf - las palabras de mi hermana acaparan toda mi atención, haciendo que deje de colocar los cubiertos para escucharla.