Al borde de la muerte

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Finalmente estábamos en la famosa Cámara de los Secretos, y si, era tan impresionante como había esperado: era una sala gigantesca, la cual tenía una vaga iluminación verdosa y a sus costados habían múltiples estatuas de gran tamaño las cuales tenían la forma de cabezas de serpientes que nos miraban amenazadoramente, (con los nervios de punta, no pude evitar preguntarme si alguna de esas cabezas le pertenecería al basilisco), al final de la sala, había una enorme estatua de un rostro, el rostro de un hombre de edad avanzada con barba y el cual parecía vigilar cada uno de nuestros movimientos.
Harry y yo recorrimos la sala (aún tomados de la mano), y muy alertas, esperando que el basilisco nos atacara en cualquier momento, pero nada paso.
Al llegar aproximadamente a la mitad de la sala, Harry y yo pudimos ver una pequeña figura que yacía inmóvil, frente al gigantesco e imponente rostro del que yo supuse, sería Salazar Slytherin, esta llevaba la túnica negra del uniforme de Hogwarts y su cabello rojo encendido se podía distinguir desde la distancia.

-¡Ginny! *Susurro Harry*

Ambos nos soltamos de las manos y corrimos hasta llegar a la pequeña pelirroja y nos pusimos de rodillas junto a esta, muy preocupados. Ginny estaba inconsciente y estaba tan pálida como una hoja de papel. Mi corazón dio un vuelco y temí lo peor, sentía como las lágrimas comenzaban a agolparse en mis ojos.
Harry dejó su varita a un lado, la tomó de los hombros y le dio una leve sacudida.

-¡Ginny! ¡No estes muerta! ¡Por favor, no estes muerta! *Decía este, desesperado mientras la estrujaba*

Yo solo mire la escena, con lágrimas en los ojos y sin ser capaz de pronunciar palabra alguna.

-Ginny, por favor, despierta. *Susurro Harry en tono desesperanzado*

-No despertará. *Susurro una voz suave y que me resultó muy familiar*

Harry y yo nos giramos y pudimos ver que un chico salía de la penumbra y se acercaba a nosotros con paso decido. Cuando este salió a la escasa luz, muy sorprendida y horrorizada, me di cuenta que se trataba de aquel chico extraño que me había estado visitando entre sueños durante meses. Parpadee varias veces, preguntándome si este era real o si acoso lo estaba alucinando, pero por la cara de sorpresa de Harry, supuse que este también lo podía ver. Era la primera vez que lo veía con luz, y aquello me permitió distinguir sus características mejor: este tenía entre dieciséis y diecisiete años, era muy apuesto, pómulos marcados, piel blanca, ojos negros y facciones simétricas; su cabello negro y ondulado estaba perfectamente peinado y su uniforme estaba impecable. Sin duda alguna, este era el chico más apuesto que nunca hubiera visto, y aún así, la mirada de este me resultaba bastante inquietante. También, pude notar por primera vez, que el logo de su uniforme indicaba que este pertenecía a la casa de Slytherin y también noté que este llevaba una insignia de prefecto. Pero lo que más llamó mi atención, fue que este parecía tener los contornos de su cuerpo borrosos, como si fuera un espejismo en medio del desierto.

-Tom... ¿Tom Ryddle? *Dijo Harry, mirándolo atónito*

El muchacho asintió y yo los mire a ambos muy sorprendida.

-¿Que quieres decir? ¿Por que no despertará? *Pregunto Harry, desesperado* ¿Ella no está... no esta...?

-Todavía está viva *Contesto Ryddle* pero por muy poco tiempo.

Mire a Ryddle, aún incrédula, para después mirar a Harry.

-Harry... ¿el es Tom Ryddle? ¿El mismo Tom Ryddle que viste en el recuerdo del diario? *Pregunte en voz baja mirándolo atónita*

-Si *Harry asintió con seriedad* Pero no entiendo como es posible que esté aquí, y luciendo exactamente igual a como se veía hace cincuenta años.

Yo me quede seria, muy confundida y preocupada, mientras miraba a Ryddle de reojo, aún sin poder creer que este de verdad estuviera ahí. Ryddle me devolvió la mirada, sonriéndome con complicidad.

¿Protección o amor? (Harry Potter) Pt.2 Where stories live. Discover now