Capítulo 28

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Otra vez volaba en la nube de eucalipto y café, fuerte y agradable, Jennie se dejó hundir en ella y desaparecer.

Pero ya estaba semi despierta, su cabeza dolía demasiado como para que sea un sueño, pero la nube seguía allí, debajo de su nariz, calentita y acogedora. Inhaló, llenándose los pulmones de esta.

Y cuando estaba por volver a dormirse, los recuerdos volvieron y Jennie quiso llorar. Si no había espantado a Lisa antes, definitivamente la espantaría ahora.

No era de las que bebían y se olvidaban de todo la noche anterior, recordaba muchas cosas que hicieron su estómago florecer.

Había dormido con Lisa, se habían besado hasta el cansancio y le habían hecho el amor exquisitamente, pero había estado estúpidamente ebria y como lo recordaba, prácticamente había forzado a Lisa.

¿Qué había pensado? ¿Debía despertarla y pedirle perdón? 

Estaba en sus brazos, sin embargo, Lisa la tenía abrazada y Jennie había dormido en su pecho y era tan cómodo, era cálido y seguro, y la empapaba de su aroma. Piel con piel, Jennie estaba desnuda y por lo que sentía, Lisa también.

Los recuerdos iban y venían en su mente, su omega toda orgullosa y coqueta, sintiéndose amada y llena de euforia.

Lisa había sido gentil y tierna con ella, la había cuidado y Jennie se le había arrojado, pero no la había separado, eso era lo que quería saber.

Y Jennie le había dicho que la amaba, necesitaba confirmar que Lisa correspondiendo no había sido solo un trozo de sus sueños.

Se enderezó, la mano de Lisa cayendo a su cadera, floja y suave, envío un escalofrío a la espalda de Jennie. El movimiento terminó por despertarla, o al menos un poco.

El brazo que la sostenía se afirmó a su alrededor, siendo posesiva y casi obligándola a volver a recostarse.

ㅡLisa... ㅡmurmuró, adoptando la antigua posición.

La alfa rápidamente la metió en sus brazos, su cabeza quedó en su cuello una vez más.

Tenía que vestirse, veía el reloj de reojo en la mesa de noche y marcaban pasadas las 6:30 a.m, tenía una cachorra que probablemente despertaría en media hora.

Se sentía una madre terrible, no había visto a su bebé desde la noche anterior.

ㅡShh, duerme cariño ㅡla sintió murmurar contra su cabello, su mano acariciando su espalda sin escrúpulo.

Las caricias se sentían muy muy bien y relajantes, pero Jennie aunque quería, no podía ceder y dormirse, tenía muchas cosas en mente y una cachorra que atender.

Además del dolor punzante de cabeza, maldita y bendita Rosé y sus tragos de colores. Y hablando de ella... recordaba un par de sucesos algo polémicos, pero podía pensar en aquello luego.

ㅡLisa ㅡmurmuró una vez más, su mano acariciando el cuello de la alfa sin poder evitarlo.

Tal y como lo recordaba de aquella primera noche.

La sintió quejarse infantilmente y tapó una risita contra el pecho ajeno, era adorable.

ㅡ¿Qué sucede, Jennie? Es temprano ㅡsusurró, apretando su abrazo.

ㅡPero quiero hablar contigo ㅡsuspiro, su nariz frotándose contra la fuente de olor de la alfa.

El café y el eucalipto eran atrapantes, Jennie estaba obsesionada.

ㅡMmm, ¿Qué sucede? ¿Te duele la cabeza o algo? ㅡpregunto medio adormilada y medio despierto.

ㅡUn poco pero eso no importa, ¿lo de anoche estuvo bien? ㅡpregunto, sintiéndose algo apenada por preguntar eso.             

Beach Girls | JenlisaWhere stories live. Discover now