[14] Prioridad.

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—Jungkook, ya es hora—. Vi al hombre como se metía detrás de lo que era la cocina.

Me levanté con rapidez tras el hombre, escuchando como Jungkook gritaba mi nombre desesperado.

— ¡Adiós hijo de puta!— cerré la puerta de servicio dejándolos a todos en la cafetería y golpeé al hombre dejándolo inconsciente.

Tomé la tarjeta y corrí a los ascensores.

¡Ah! Por alguna razón me siento yo la hija de puta al no cumplir mi palabra. Me siento del asco.

Aunque... Qué ironía. Mi madre si era una puta.

Ignoré mis pensamientos y noté que el ascensor me pedía un código, así que revisé la tarjeta y no tenía nada más que letritas estúpidas que no decían nada importante.

Boté la tarjeta en el suelo mientras escuchaba los gritos de Jungkook y la puerta siendo forcejeada, sabía que en cualquier momento todos sus hombres la romperían. Así que me eché a correr hasta la puerta de emergencia quitándome los tacones y sacando de los arneses que traía en las piernas una pistola y una cuerda, una vez me quedé tras la puerta de emergencia dejándome sin vista al pasillo, usé la navaja para cortar el vestido, esta huevada no me dejaba andar con agilidad.

Un fuerte golpe se escuchó y sabía que era hora de correr, Jungkook y sus hombres habían derribado la puerta y no faltaba poco para que ese idiota viniera atrás de mi.

Empecé a subir las escaleras con rapidez mientras escuchaba a Jungkook gritar que me atraparan.

La única persona contra la cual no podía ganar era contra él, si no venía tenía puntos a ventaja. La escalera era larga hasta el próximo piso, pero por alguna extraña esta tenía desvíos que no iban a ninguna parte, eran pasillos sin puertas, ni ascensores, no entendía los mecanismos de los edificios de los delincuentes.

En mi cabeza se repetía la palabra.

Escapar.

Para mí, eso era muy importante.

De pequeña nunca pude escaparme de esos monstruos, ¿Por qué ahora volver a vivir esas mierdas? Nadie tiene derecho a quitarme la libertad.

Me metí al pasillo a esperar a que los hombres subieran para golpearlos y seguir corriendo pero mientras estaba allí con la respiración agitada miro al techo y veo lo que no me esperaba, cámaras.

Jungkook idiota.

Estás entrando a un matadero.

Ya me sentía mal.

Y no era por mi, ni por Jungkook.

El resto de personas que estaban con él no tenían la culpa, tal vez solo estaban aquí para mantener a sus hijos, tal vez ellos tenían una familia. Taehyung, Byeong, Hoseok, que parecían tan buenas personas, no se merecían morir aquí.

Escuché las pisadas del piso de arriba, ellos venían. Los hombres de Yoongi sabían dónde estábamos y seguramente mandó a una cantidad enorme de ellos.

Salí del pasillo y llamé a los hombres qué venían atrás de mí con armas en manos.

Me iban a gritar pero les hice una seña para que se callaran y que me escucharan.

— ¿Dónde está Jungkook?— pregunté.

—Se fue en el ascensor— me dijo uno de ellos.

—Ese idiota— susurré.

— ¿Qué sucede?

—Hay cámaras. Era obvio, no sé ni porque confíe en ese pendejo. Están entrando a un matadero y los hombres de Yoongi vienen a por nosotros— apunté hacia la cámara y disparé— ¡Corran!

You don't own me [Jungkook] [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora