Mary Saotome es un Alfa de 19 años futura heredera de Egipto, debe desposarce con un Omega de gran prestigio para tener la corona pero todas las Omegas que conoce no le llaman la atención por interesadas hasta que sus ojos ven a una hermosa chica Om...
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Ririla puede sentir como su corazón se quería salir de su pecho, la situación la había puesto más nerviosa de lo normal y eso la asustaba.
Decidió ir a visitar a Midari y Yuriko para pasar el resto de la mañana, la Omega pelinegra ya estaba casada con su Alfa y vivía con ella.
Yuriko; oh, Riri me alegra verte por aquí -dijo con una sonrisa.
Ririka: espero no ser una molestia -dijo nerviosa.
Yuriko nego suavemente y la dejo pasar, Ririka era como una hermana pequeña para ella y jamás sería una molestia.
Midari: Riri -dijo con una sonrisa.
La pelinegra abrazo con fuerza a su amiga quien le correspondió el gesto, Yuriko se sentó en la mesa y miro el tierno momento con una sonrisa pequeña, si fuera con un Alfa ella no dudaría en alejar a Midari un poco mientras que lo fulminaba con la mirada.
Midari;¿Que haces aquí tan temprano? -pregunto curiosa.
Ririka: pues Yumeko...
Yuriko frunció el seño ante el nombramiento del ex interés amoroso de su Omega.
Midari: Yuri.
Yuriko: no he dicho nada -dijo con calma.
Midari: ignorala, ya sabes que los Alfas son bastante celosos -murmurro con un tono burlón.
Ririka: sé lo que sientes -dijo con una sonrisa.
Midari: sigue.
Ririka: como decía, Yumeko me llevo al palacio y allí obviamente estaba la princesa... Algunas veces no entiendo a mi propia prima -dijo cruzada de brazos.
La pareja se miro por unos breves segundos y sonrieron divertidas por la situación, era más que obvio que Yumeko había llevado a Ririka al palacio para que pudiera ver nuevamente a Mary.
Midari: eres tan despistada -dijo con una sonrisa.
Ririka ladeó su cabeza con un claro semblante de confusión en su rostro, ninguna podía negar el hecho de que la Omega de cabello blanco era bastante adorable.
Yuriko; déjala, ella se tomará su tiempo para darse cuenta de las cosas -dijo con suavidad.
Midari soltó una risita y simplemente asíntio, tomo la mano de Ririka y la llevo a la mesa para que pudieran comer las 3 juntas.
Palacio
Mary: ese Alfa estaba MUy cerca de ella -dijo cruzada de brazos.
Yumeko soltó su décimo suspiro en lo que llevaba estando en el palacio desde que Ririka se había ido, la rubia había empezado a quejarse sobre aquello aún cuando la mismísima Ririka había dicho que sólo eran A-M-I-G-O-S.
Yumeko:¿Te seguirás quejando o me pediras consejos? -pregunto cansada.
Si así se sentían su prima, Ririka, Nozomi y Yumi cada vez que ella hablaba de Ryota o se quejaba de que alguien se acercará bastante a él, ella internamente prometió no hablar mucho de ello.
Mary:¿Que le gusta? -pregunto curiosa.
Yumeko; al fin... Pues... Le gustan los atardeceres, todas las tardes siempre se sienta en su balcón para verlo -dijo con una sonrisa.
Mary:¿No es peligroso? -pregunto preocupada.
Yumeko: jajaja, sí pero ella siempre hace oídos sordos... Ririka tuvo una educación de "Alfa" por así decirlo... Tiene la delicadeza de un Omega pero tiene la fuerza y la terquedad de un Alfa... Supongo que crecer rodeada de Alfas ayudo mucho a eso -dijo tranquila.
Mary no dijo nada y sonrió levemente al oír eso, era consciente que aún había muchas familias que detestaban la idea de tener como heredero a un Omega, y como la familia bami era una con mucho poder, dinero y tradicionalistas era algo obvio que se sentirían avergonzados de tener a unos Omegas en sus filas con una actitud totalmente diferente a la que un Omega debería tener.
Mary: por cierto... He oído que tus padres te concederán una cita para ver a quien tomar por pretendiente -dijo con calma.
Yumeko: no me lo recuerdes... De seguro será como el resto de mis pretendientes, yo sólo tengo a un Omega en mi corazón -dijo con calma.
Mary:¿Ririka ha tenido...?.
Yumeko: sip... Nunca han salido bien -dijo con seriedad.
Mary: supongo que debo hablar primero con ti familia...¿Verdad?.
Yumeko:¿Segura? No llevas ni 2 días conociendola y no han hablado mucho -dijo con calma.
Mary: cállate... Sabes que soy impaciente... Y ¿Que tan malo puede ser? -pregunto curiosa.
Yumeko no dijo nada y sólo volteo su mirada hacia otro lado, era mejor que Mary supiera la respuesta por ella misma.
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