Blog de Hogwarts (tercera generacion Harry Potter)

#26: Ojos sobre ellas

Estoy emocionada por fin ya llegando al climax, llevo más de 7 años escribiendo esto aaggggg.

Mb.

💫 🌙 💫

Se quedó en shock al escuchar aquellas palabras, ni siquiera sabía cómo reaccionar, cualquier rastro de borrachera que aún quedaba en su cuerpo se esfumó. El primer signo que dio su cuerpo fue sentir un escalofrío recorrer por su espalda y sentir la piel erizada, luego abrió sus ojos de la impresión, sin quitarle la mirada a su padre, esperando que sea una broma.

— ¿Qué? —Fue lo único que dijo en un hilo de voz, sintiendo que se le paralizaba el corazón, aunque este comenzaba a latir más rápido—. ¿Y está bien? ¿Qué le pasó? ¿Pero él no estaba en el departamento de leyes e inclusión muggle con mi tía Hermione? ¿No se supone que él estaba relativamente a salvo de todo ese desastre que tienen?

Su papá alzó una mano y le indicó que se detuviera, sonrió de lado y suspiró.

—Calma, James —intentó tranquilizarlo, viéndolo con sus ojos verdes a través de sus anteojos—. Teddy está bien, está ahí por protocolo hospitalario, las otras preguntas las voy a responder en el despacho. Primero báñate, que emanas alcohol, y arregla tus cosas —e hizo una mueca.

James Sirius pestañeó varias veces y asintió, cerrando la puerta de su habitación cuando su padre se dio media vuelta. Se restregó su cara y botó aire, agotado y a la vez muy preocupado. Habían atacado a Teddy, a alguien cercano a su familia, a su familia porque él era como un hermano mayor. ¿Cuántos ataques iban a tocar la puerta de su familia? ¿Su padre, jefe del Cuartel de Aurores, cuándo sería víctima? Tenía demasiadas preguntas, quería tirar cosas y desahogarse toda la frustración que esto le provocaba.

No perdió el tiempo, tomó las primeras prendas de ropa que vio y se bañó rápidamente. Armó su baúl como para una semana, no tenía idea cuánto tiempo se iban a tardar en regresar a Hogwarts. Le dio otro vuelco al corazón al pensar en Lily Luna, sin embargo, asumiendo las palabras de su papá parecía como si ella no iba a ir a San Mungo, preferiría que no, ella adoraba a Teddy y si realmente no estaba tan grave, era mejor evitarle un trauma.

Se iba a ir hasta que se acordó de cierta pelirroja que dormía en su cama.

— ¿No me vas a ignorar ni dejar de lado después de ese beso?

Si solo se iba sin avisar ella pensaría lo peor de él, que era un canalla, patán y que ella solo era otra conquista más, otro capricho de James Sirius Potter como se lo había dicho, indirectamente.

Se dirigió hacia ella, abrió las cortinas de la cama y contempló cómo dormía plácidamente, su respiración era suave y tranquila, no acelerada como la de él. Así que nomás optó por sacar un pedazo de pergamino de su mesa de noche y el poco de tinta que le quedaba para su pluma. Una vez escrita esa nota, la dejó en la mesa de noche doblada con una leyenda que decía: Para Addie, de James S. Y como sabía que tras tomar bastante le estallaría la cabeza, buscó un analgésico que tenía Sebastian de emergencia y se lo depositó al lado de nota junto a un vaso con agua.

—No me mates, solo no te quiero despertar —susurró, a modo de despedida.

Agarró sus cosas y se fue.

El camino hacia el conocido despacho de la directora fue él solo escuchando su respiración, sobre pensando demasiado en lo que podía haber sucedido y en lo que podía ocurrir en el futuro. Addie tenía razón, la situación era extremadamente grave, habían desaparecidos y muertos, gente como Teddy siendo atacada, a él en el verano no lo dejaron salir a casi nada y ya no tenía sentido seguir huyendo de las noticias, de pretender que todo estaba tranquilo y vivir su vida adolescente, ignorando lo que ocurría afuera. Ya nada de eso, de su forma de escapar, tenía sentido, porque habían tocado a su familia y fue el golpe de realidad que hubiera deseado no tener.