AVO2O.

1K 105 12
                                    

—¿Pensabas decirme en algún momento que estabas tomando decisiones a mis espaldas?

—¿Tan dolida vas a estar?.—susurró con una ceja elevada.—¿Cuál es tu viaje, que por una vez tu muñeco escucho un "no" como respuesta?

—Esto no tiene nada que ver con Luar y aunque te hagas el loco, bien lo sabes.

—Loco me voy a poner como sigas metiéndome a ese tipo en nuestras conversaciones.

—Que no menciones el nombre no lo hace diferente, ambos sabemos de quién hablas.

—¿Quieres algo, Perséfone?

—Te estás portando como un pendejo.

—¿Ah?

—No sirves, Hades.

—Entonces bótame, te reto.—se me encaró.—Para que tu misma veas lo rápido que se te nubla el juicio cuando otra se babee por mi en la calle.

—De seguro ya le diste hasta el aviso.

—¿Ah?

—Nada.

—¿Por qué tan insegura? El juguete lo tenía ella y se lo quitaste.

—¿Eres un juguete?

—Pues tienes tiempo jugando conmigo.—observé como apagaba el phillie.—¿Ya hicisteis la prueba de sonido?

—No fui.

—¿Por qué?

—Dei V me dijo que no estaría, que solo iría Armando.

—Oh.—chascó la lengua.—¿No sientes que tengas la capacidad de aguantar quedarte a solas con Armando?

—No quería hacerte daño, Hades. Es todo.

—Ya, claro.

—Déjame como cuero si gustas y te sientes mejor pero las cosas son como dije, te pones todo bravo cuando sabes que estamos siquiera en el mismo cuarto y esos celos te dañan aunque no seas capaz de verlo, también quería evitar esto.—nos señalé.—Porque al menos a mí, me hace mal pelear.

—¿Cuando es el vuelo?

—En la noche.

—Okay.—fue todo lo que dijo.—Tu celular está sonando.—pensé que me lo traería cuando lo agarró para ver de quién se trataba pero lo dejo caer en la cama.

—Carajo.—me quejé.—Buenos días.

—¿Estás ocupada ahora?

—No, ¿qué es lo que quieres?

—Necesitamos hablar.

—Claro que no.

—Por favor.

(...)

—¿Estás bien?

—Hago lo que puedo.

—¿Vas a seguir con tu frialdad hacia mi? Fuiste la zorra que me robó mi novio.—me crucé de brazos dándole a entender que no tendríamos esa conversación de nuevo.—Perdón, mala mía.—tomó aire varias veces.—No elegí las palabras adecuadas pero el mensaje es ese.

—Ventilaste cosas que yo te conté en confianza cuando éramos amigas, te bastó una discusión para contarlo absolutamente todo, eso no es de amiga. Te quitaste el disfraz.

—Estaba mordia'.

—Si estás molesta conmigo entonces vienes y me insultas , no empiezas a hablar de pactos que hice o de cómo mis padres se traicionaron tampoco, Mila.—sus ojos se aguaron.—Nada de lo que dijiste era cierto y si realmente crees que soy una envidiosa que quiero todo lo que testa destinado a ser tuyo entonces no entiendo un carajo de porqué quieres que seamos amigas otra vez.

Averno ; hades66Donde viven las historias. Descúbrelo ahora