Adiós, Alfa, esta noche me voy lejos. (ABO)

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Desde el teléfono y justo enfrente, las confesiones dobles sacudieron la mente desprevenida de Fu Wang, dejándola completamente vacía al instante.

Entonces, en su corazón estallaron fuegos artificiales de colores, embelleciéndolo tanto que sus ojos se nublaron y estuvo a punto de ascender al cielo.

¡No puede ser, no puede ser, no puede ser!

¿No escuchó mal, verdad?!

¿Realmente era su esposa diciendo "te amo"?

Su esposa normalmente ni siquiera se molestaba en decir que le gustaba.

¿Cómo podría Fu Wang haber imaginado que ella alguna vez diría esas tres palabras, tan clara y sinceramente?

Aunque sabía que era un juego, aún se quedó inmóvil por un momento, y ni siquiera pudo escuchar el alboroto repentino de las personas a su alrededor. Su sonrisa se extendió locamente hasta casi desfigurar su rostro.

Sin embargo, después de que Bai Zijie terminó de hablar, rápidamente colgó el teléfono y su expresión seguía siendo natural y tranquila. "Bien. ¿Continuamos jugando?"

La multitud se quedó atónita por un segundo, luego comenzó a animar: "¡Juguemos, juguemos!"

Alguien no pudo contenerse y bromeó: "No esperaba esto, cuñada, nos estás dando de comer."

"Cuñada es realmente talentosa, no es de extrañar que a Fu le gustes tanto".

Bai Zijie sonrió suavemente, sin avergonzarse en absoluto, incluso respondió algunas palabras ocasionalmente, y pronto se llevó bien con los amigos de Fu Wang.

Ella era hermosa y tenía un buen carácter, especialmente cuando acababa de declararse a Fu Wang, sus ojos brillaban con un evidente amor.

La multitud entendió de inmediato. Con alguien así como esposa, no es de extrañar que Fu Wang ahora no quisiera salir.

Muchos amigos de Fu Wang rápidamente admiraron a Bai Zijie.

Pero entre los Omegas que habían estado observando a Fu Wang durante mucho tiempo, algunos aún no podían soportar a Bai Zijie.

Probablemente porque cuando Bai Zijie lanzó los dados hace un momento, no mostró ni un ápice de habilidad, parecía fácil de intimidar. Esos problemas buscadores vinieron uno tras otro desafiando a Bai Zijie, esperando plantearle algún problema.

Y luego, sin excepción, todos perdieron contra Bai Zijie.

La multitud: "¿?"

Incluso Fu Wang, a un lado, se quedó boquiabierto.

Él encontró un momento para preguntarle en voz baja, "Esposa, ¿has practicado?"

"No."

Bai Zijie se hizo la inocente junto a él, "Tengo buena suerte."

Por supuesto, Bai Zijie no lo mencionó, cuando era pequeño, su hermana lo engañó para que jugaran a esto.

En ese momento, no había mucho que hacer en la habitación del hospital, Bai Xue le enseñó las técnicas correspondientes para lanzar los dados, hasta que sus padres los descubrieron y los regañaron, y ahí terminó todo.

La última vez que perdió, solo quería probar al otro, y también devolvió los gestos amables del otro, viendo que tenía buen carácter y era fácil de manejar.

Probablemente no era bueno ganar demasiado, Bai Zijie ocasionalmente también perdía dos o tres veces, y cuando sacaba una verdad que no quería decir o un gran desafío, simplemente bebía.