Capítulo 66

496 93 4
                                    

Pero la vida de Dorian y Sylvie en la isla no siempre es tranquila. A veces surgen problemas.

Por ejemplo, ellos todavía no pueden comunicarse correctamente.

Sylvie todavía no habla mucho, él prefiere usar sonidos y de vez en cuando decir algunas palabras entrecortadas solo para pedir un beso o un toque de Dorian.

"Dorian, ayuda, por favor ayúdame".

La tonta sirena siempre decía esto antes de querer besarlo. Dorian corrigió a Sylvie muchas veces sobre el uso de estas palabras, pero este todavía no podía entender el contexto de uso de estas, porque cada vez que usara estas palabras, sin importar cuál fuera su pedido, Dorian lo satisfaría. Dado que el resultado siempre fue tan bueno, Sylvie no vio cuál era la necesidad de corrección.

Hubo muchas ocasiones en las que Dorian sintió que esta sirena lo hacía a propósito, que en realidad  Sylvie entendía claramente lo que decía y podía pronunciar las sílabas del lenguaje humano, pero que simplemente se negaba a abrir la boca para hablar e insistía en gruñir y abofetear sus cola el suelo, retrayendo sus afiladas aletas y tratando de disfrazarse de un hermoso e inofensivo pez tropical.

En cuanto a las caricias, esta pudo ser una actividad muy divertida para ambas partes.

Dorian a menudo acariciaba el vientre, la aleta dorsal y la cola de Sylvie con sus manos. En esos momentos la sirena tarareaba cómodamente y, a veces, golpeaba el suelo con su cola.

El momento más exagerado fue cuando Dorian estaba frotando las aletas dorsales de Sylvie. Esas pequeñas cosas afiladas se sentían como una suave gasa en su estado relajado, se sentían tan bien que Dorian no pudo evitar sostenerlas en sus palmas y frotarlas.

Tal vez esta acción hizo que Sylvie sintiera mucha picazón, pero para evitar lastimar a Dorian con sus afiladas aletas, tuvo que soportar el no poder extender su aleta dorsal, por lo que solo pudo decidirse por golpear el suelo con su cola, haciendo un hoyo poco profundo en la roca sobre la que se encontraban. Dorian cayó al suelo de la risa.

"Sylvie, ¿has vuelto a crecer?", le preguntó Dorian mientras acariciaba la cola de la sirena.

En el instituto, el contacto cercano con la sirena estaba absolutamente prohibido, pero mira ahora, Dorian no solo se acercó a la sirena sin ninguna medida de seguridad, sino que esta última incluso usó su cola para rodear a Dorian de manera dominante con dos vueltas.

Dorian levantó la aleta caudal de la sirena frente a él e inspeccionó cuidadosamente su gran cola en forma de abanico para asegurarse de que las heridas causadas de cuando estaba en el instituto hubieran sanado por completo.

"Acuéstate y déjame verte." Dorian empujó a la sirena fuera de su cuerpo y la dejó tumbarse en una larga línea vertical en el suelo.

Sylvie no cooperaba mucho, este se tiraba al suelo y siempre intentaba morder el tobillo de Dorian. Por supuesto, en realidad nunca lo mordió con seriedad. Sylvie guardó con cuidado sus finos dientes de tiburón en el interior de su boca y solo usó las puntas de los dientes externos para frotar coquetamente la piel del tobillo de Dorian. Esta acción le recordó a Dorian al perro pastor de Bahía Azul que criaron en su casa...

Sin una regla, Dorian solo podía usar las palmas de sus manos como herramienta de medición, este calculó la distancia y midió a la sirena desde la cabeza hasta punta de la cola.

"Oh, Dios mío, ¿calculé correctamente? ¿En realidad has crecido hasta los 4 metros de largo?", exclamó Dorian.

Él aún recordaba que había medido a la sirena antes en el instituto de investigación, descubriendo que el esqueleto general de Sylvie no presentaba grandes cambios, ya que los aumentos en su peso provenían principalmente del aumento del músculo y grasa, enfocados prioritariamente en el aumento del alargamiento de la cola de la sirena.


En el laboratorio de investigación, Dorian también descubrió que hay una sección de cartílago en la punta de la cola de la sirena, el que conecta las vértebras largas y la aleta caudal. El aumento en la longitud del cuerpo de la sirena se debe principalmente a la extensión de este cartílago. Sylvie ahora es incluso más grande de lo que era la sirena de cola tricolor Adán. Este también se ha vuelto visiblemente más fuerte y se ha convertido en la más fuerte del grupo de sirenas que había capturado el instituto.
Dorian no estaba completamente seguro de las etapas de crecimiento de una sirena, pero no creía que Sylvie todavía estuviera en edad de crecimiento, ni pensaba que hubiese acumulado demasiada grasa debido a su glotonería.

De hecho, cualquiera que viera la forma del cuerpo de Sylvie con sus propios ojos notaría de inmediato que este sin dudas era el cuerpo de un macho depredador fuerte y poderoso, del tipo al que no podrías encontrarle ni un rastro de grasa corporal extra.

Entonces Dorian sacó sus propias conjeturas y las comentó con Sylvie, aunque realmente estuviera hablando principalmente para si mismo: "Esta de ahora es tu apariencia real, ¿no? Sé que algunas criaturas marinas reducirán su tamaño después de ser gravemente heridas para preservar su fuerza y energía. ¿Las sirenas pertenecen a una de ellas? ¿O tu apariencia anterior fue solo un disfraz astuto para confundir la vista de tus presas, eh?" Sin saber por qué, Dorian se inclinó más por la última idea, después de todo, esta sirena podía fingir jugar alegremente con él mientras se encargaba de cortar en secreto la red eléctrica del tanque para intentar escapar. "Eres realmente malo." Con un sentimiento de venganza, Dorian tomó la gran cola de Sylvie, comenzando a acariciarla desde las la parte superior y tocando las escamas hasta llegar a la punta de la cola.

Dorian no sabía qué tan sensible era la cola de la sirena, pero en resumen, Sylvie se retorció ante su acción, Dorian no estuvo seguro de sí esta reacción fue provocada por incomodidad, o si fue por ser demasiado cómodo.

Luego de retorcerse, Sylvie volvió a enrollar a Dorian con su cola, al igual que una pitón marina que estuviese tratando de comerse a su presa. Pero la sirena no era una serpiente después de todo. Su cola no fue lo suficientemente larga como para poder envolver a Dorian unas cuantas veces y aún así poder sostener su cuerpo de manera estable. Si Dorian no lo hubiese sujetado con fuerza, Sylvie hubiera rodado hacia el suelo junto con Dorian.

"Hmm ..." Sylvie tarareó cómodamente en los brazos de Dorian, su cuerpo estaba mojado y pegajoso, y Dorian sentía como si estuviera sosteniendo una pequeña ballena probablemente aún no destetada.

"Uf... eres tan pesado. Probablemente eres... el más pesado... entre todas las princesas sirenas..." Dorian usó todas sus fuerzas para sostener el trasero y la cintura de Sylvie.

Aunque en términos de tamaño corporal, la parte superior del cuerpo de Sylvie es casi del doble de tamaño que la de Dorian, a Dorian le gusta que sea así, que Sylvie sea como un gran lagarto pegajoso, uno al cual Dorian no tuvo más remedio que satisfacer en sus caprichos y pequeños pasatiempos. Esta acción de cargar a la sirena podría lucir como una acción forzada, pero si vieras de cerca la curvatura de las comisuras de la boca de Dorian, sabrías que el otro protagonista de este “cuento de hadas” obviamente lo estaba disfrutando.

“No me muerdas el cuello, pequeño bastardo! Te voy a tirar al mar para alimentar a las ballenas... Jajaja..."

"¡No! Dorian, bastardo, besar, #¥&%..." La risa de Dorian se fundió con el viento, él estaba más feliz que nunca e incluso las olas parecían animarlos.

Si hubiese algo de lo que quejarse, probablemente sería ahora- "¡Ugh! Maldita sea... ¡Sylvie! Gu..." Sí, Sylvie, esa sirena malhablada, aprovechó la falta de preparación de Dorian y deliberadamente lo arrojó al mar.

Este fue el segundo pasatiempo favorito de Sylvie: arrastrar repentinamente a Dorian al mar.

Dorian tomó un gran trago de agua de mar y se dejó caer en la orilla de la playa de forma vergonzosa. Cuando se dio la vuelta, vio a Sylvie riéndose con su boca llena de dientes afilados. Enojado, Dorian le arrojó las pequeñas conchas marinas que tenía a su alcance.

Para huir del ataque de Dorian, Sylvie se sumergió en el mar y desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Después de un tiempo, este de repente saltaría del mar desde lejos, dibujaría un hermoso arco en el aire y luego caería de nuevo al agua, repitiendo esta acción varias veces como una burla hacia Dorian, y su felicidad sería obvia.
"¡Vuelve! ¡Sylvie, te voy a golpear y luego a hacerte pescado frito!" Dorian se arrastró mojado hasta la orilla y amenazó a la sirena con los dientes apretados.

A él no le desagradaba el mar, pero el "ataque furtivo" de Sylvie siempre se produjo sin previo aviso, lo que provocaba que Dorian a menudo se volviera loco.

Su ropa se mojó y tuvo que secarla sobre las rocas, lo que lo hubiese obligada a permanecer desnudo. Aunque esta es una isla aislada, y no habría ningunos otros seres mas allá de la vida marina, pero aun así... Dorian todavía estaba un poco avergonzado de tener sus partes íntimas expuestas al sol.

Afortunadamente, esta vez él estaba preparado. Dorian siempre se alternaba entre usar su piyama y la bata de laboratorio, de modo que cuando el piyama se mojase, Dorian aún pudiera usar la bata de laboratorio, la cual fue lo suficientemente larga como para para cubrir sus muslos.

En ese momento, el sol estaba a punto de ocultarse. Sylvie desapareció por un tiempo y resurgió del mar trayendo consigo la cena de Dorian; un atún regordete, tal vez un “Bonito del norte”. En realidad Dorian no estaba seguro. Debido a la sobrepesca humana, el atún estaba casi extinto, y los pocos especímenes que lograron sobrevivir de la especie ya habían mutado. Por ejemplo, este pez tiene un labio saliente, parecido al pico de un ornitorrinco. Pero mas allá de la extraña apariencia, este pez estaba bastante delicioso y Dorian lo comió durante dos días sin ninguna molestia.

Mientras Dorian comía del pescado, Sylvie se sentó a su lado y lo observó.

Este momento fue como un cambio de roles.

En el pasado, Dorian siempre observaba a Sylvie comer desde fuera del tanque de observación, pero ahora él mismo se convirtió en el objeto de observación de la sirena.

Al igual que Dorian una vez alimentó varias criaturas en el tanque de agua para explorar la dieta de la sirena, el primer día que estuvo aquí, Sylvie también tomó muchos peces de formas extrañas del mar y los colocó uno por uno frente a Dorian de manera expectante.

Por el bien de su propia salud, Dorian eligió cuidadosamente esa especie de atún de entre la multitudes de peces, por lo que a partir de ese día, casi toda la comida de Dorian fue esta especie de atún mutante.

Debido a la falta de cuchillos, la cena de Dorian le fue servida después de que Sylvie rompiera el pescado con sus garras o dientes.

A diferencia de las sirenas, que apenas necesitan masticar y tragar directamente, los humanos deben de masticar con cuidado y lentamente, por lo que para la sirena, la alimentación de Dorian es un proceso muy lento.

Cuando Dorian se sentaba con las piernas cruzadas en el arrecife comiendo pescado, siempre podía ver los ojos amorosos de Sylvie posarse en sus uñas cortas y sus dientes desafilados.
Esa mirada parecía decir: Pobre niño, ¿cómo vas a sobrevivir en el mar sin mí? ¿Cómo sobrevivirías en él?

Dorian siempre estuvo estupefacto ante esta mirada, pero considerando que realmente no podía sobrevivir sin Sylvie, decidió dejarla pasar. De hecho, si no tuviese a Sylvie, él correría un destino trágico digno de simpatía.

Dorian se comió la mitad del pescado con lágrimas en los ojos y cuando estuvo satisfecho, Sylvie se comió el resto del pescado.

Sin una terminal personal, Dorian no tenía forma de saber la hora, pero aprendió a juzgar la hora por el ángulo del sol sobre su cabeza y las estrellas en la noche.

Cuando la luna apareció en todo su esplendor, Dorian y Sylvie estaban tumbados en la playa, escuchando el sonido de las olas golpeando las rocas.

El mundo es de un pacífico azul profundo.

Después de un rato, Dorian escuchó un extraño canto proveniente de Sylvie llegar a sus oídos.

Acompañada por las olas, la canción sonaba lejana y larga. Su melodía era muy especial. No sonaba como cualquier otra canción humana, esta era mucho más bella y melódica. La canción parecía provenir del cielo y de las profundidades del mar, como si las capas de ondas sonoras de un piano formaran cuerdas, y las notas tocadas cayeran directamente en la garganta de la sirena.

Dorian no entendió por qué se sintió tan indiferente cuando escuchó la canción de la sirena por primera vez en aquel entonces. Obviamente, esta canción era tan emocionante que penetraba en el cuerpo humano, tallaba hilos en el alma y resonaba junto a la brisa del mar.

Dorian se volvió a mirar a Sylvie y descubrió que la sirena lo había estado mirando fijamente. Sus ojos gris plateado eran fluorescentes en medio de la noche, como estrellas cayendo al mar.

"Ajá-" Dorian tarareó algunas palabras torpemente, imitando la melodía de la canción de la sirena, "¿Es así como se canta?"

Sylvie se quedó atónito por un momento y luego inmediatamente se dio la vuelta y se recostó sobre el cuerpo de Dorian, acercándose a su rostro y buscando la voz cantante de su compañero humano con urgencia.

"Otra vez." Sylvie comenzó a hablar mientras tarareaba la melodía de la canción, instando a Dorian en voz baja, "Otra vez".

Dorian extendió su mano para tocar la cubierta branquial de Sylvie que temblaba levemente debido a la emoción, y luego siguió cantando algunas líneas de forma intermitente.
Comparada con la de la sirena, su voz era indudablemente fea y casi desafinada, Dorian se sintió un poco tímido ante esto, pero aun así hizo todo lo posible por cantar.

Si esta era la canción de cortejo de la sirena, entonces si Dorian quiere conseguir a Sylvie, debe seguir las costumbres de las sirenas y cortejarlo… incluso si la canta mal.

Un extraño coraje actuó en su cuerpo ante este pensamiento.
Dorian no pudo evitar reírse, reírse de su propia estupidez y de su inexplicable perseverancia.

Dorian no supo si estaba enamorado en ese momento. Después de todo, nunca antes había sido favorecido por el Dios del Amor, pero supuso que la flecha de Cupido podría haber atravesado su corazón, por lo que tuvo problemas para dormir y comer después de separarse de Sylvie.
Cuando perdió a Sylvie, él se encontraba atormentado, ya no estaba completo, extrañando a quien llenaba el vacío que lo atormentaba día a día, hasta que esta sirena regresó a él una vez más para completar su otra mitad.

Sylvie se recostó sobre Dorian y miró a Dorian desde una distancia muy cercana. Su expresión no cambió, pero Dorian se sintió tentado. Esta sirena estaba usando sus ojos, labios, aletas y cada parte de su cuerpo para tentar a Dorian...

Como las famosas sirenas de las historias, Sylvie sedujo el barco de Dorian y lo hizo estrellarse contra sus propias rocas.

La noche arde.

Dorian acercó a la sirena tomándolo por los suaves filamentos de su cabello y le susurró al oído: "Sylvie, lléname".

Dorian cayó en el mar del deseo, la sirena lo logró.

Registro de observación de Sirenas [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora