Paraiso Robado

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Cw: pensamientos de automorision de nuevo

It's all coming back

It's all coming back to me now

There were moments of gold

And there were flashes of light

La pequeña criatura se bamboleaba sobre la mesa al ritmo de la melodía de su rocola con todos los éxitos pop de 1997. Spamton estiró su dedo menique y la mini copia restregó su nariz como símbolo de afecto. Spamton sonrió.

"Puff"

La nueva copia continuó los pasos de su ya desvanecido compañero. Su creador hizo de sus dedos índice y corazón las piernas de un compañerito de baile. La copia bailaba con elegancia y dulzura a su lado.

"Puff"

A la última copia la tomó suavemente con sus manos y clavó su desgastada mirada en aquellos puntitos negros que tenía por ojos

—¿Puedes decirme... papá?

La copia sonrió de oreja a oreja y abrió la boca. Ningún sonido salió de ella como tampoco de los intentos previos.

"¡Puff!"

The flesh and the fantasies

All coming back to me

I can barely recall

But it's all coming back to me now

¡¡TOK, TOK, TOK!!

Spamton arrastró los pies hasta la puerta y abrió con bastante desgano y desánimo. Al otro lado varios monstruos araña con varios brazos entraron como Pedro por su casa.

—¡Oigan, qué cara-!

¡PAM! Una de las arañas le estampó un papel en toda la cara.

—Orden de embar... ay no... ¡Aguarden! ¡Ya le había dicho a la compañía que iba a pagar! ¡Sólo denme un par de días más!

Los trabajadores ignoraron por completo la voz del pelinegro y comenzaron a sacar muebles, cuadros y estatuas. Spamton trató de detenerlos lanzándose a sus brazos, pero fue sacudido cual mosquito molesto.

—¡No, no se lleven eso! ¡Hey, eso lo pagué de contado, no pueden...! ¡Noo, mi Spamton-lisa nooo!

Antaño, lo que todavía le quedaba hubiese sido un sueño hecho realidad: un refri grande con comida, un comedor completo, un sofá nuevo que todavía olía a cuero; pero Spamton se había embriagado tanto en la opulencia que tener la habitación casi vacía le hacía sentir mucho más miserable que antes.

Al menos el teléfono sobre el extraño mantel negro seguía en su lugar. Volvió a revisar la nota. Si no pagaba su deuda en un par de semanas se lo llevarían todo. Corrió a su armario y, para su fortuna, su vieja laptop seguía ahí. Como siempre su cartera de Kromer oscilaba entre la nada y la miseria y su cuenta del banco... Era increíble cómo hace un par de meses era el hombre más rico de la ciudad y ahora no tenía mucho más que los ahorros de un pobre estudiante universitario.

Ya ni siquiera tenía lo necesario para pagar el siguiente mes de renta en la mansión. Si quería quedarse, iba a necesitar un milagro.

Spamton sabía dónde conseguir uno.

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Swatch no tardó ni tres segundos en hacer acto de presencia en cuanto la Reina tocó la campanilla.

Deltarune: Hilo negroWhere stories live. Discover now