II

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El segundo día de clases, Hao fue a la biblioteca a sacar unos libros escuchando algunos gemidos desde el fondo de esta. Se acercó suavemente viendo a Hanbin follando con otro chico diferente al de ayer.

El castaño tragó saliva sintiendo como se ponía duro con sólo ver aquello. Inconscientemente empezó a frotar su miembro por encima de la ropa. Aquel chico gritaba como si fuera a morir, tenía tantas ganas de ser él.

Poco después, esperó a que Hanbin saliera de la biblioteca para hacer su primera jugada. Cuando este salió, Hao se ocultó al final del pasillo, en una esquina donde no se veía nada por las casilleros.

En el momento justo, Hao apareció con los libros y se chocó con él haciendo caer todo al suelo, se quedó paralizado observando a Hanbin de cerca, se veía incluso más guapo.

—Lo siento, soy tan torpe... —se agachó a recoger los libros y cuando se levantó, el pelinegro ya se había ido

Su primera interacción con él, aunque no fue la mejor, pero al menos lo había notado, o es creyó.

...

Aquel día, llegó a la escuela un poco tarde apropósito mencionándole a los demás que el chofer aún no se acostumbra a la ruta hacia el colegio, cosa que a nadie le importó pero se veía en la necesidad de decirlo.

Notó que el asiento al lado de Hanbin estaba vacío, así que sin pensarlo se sentó a su lado. Este le dio una mirada fulminante al instante esperando que se vaya pero no lo hizo.

—¡Hola! —dijo sonriente —no hay más asientos disponibles y vi que este estaba disponible

—Hay más asientos por allá —señaló una fila de asientos vacíos adelante del todo

—Ah... bueno, está tan cerca me molesta

—Tu sí que molestas —mencionó con molestia dándole una mirada rápida y volviendo a dormir dándole la espalda

Hao estaba feliz por su segunda interacción con el pelinegro, no le importó incluso que este le ignorara durante todo el día, al menos se había sentado a su lado.

...

Había fiesta en la casa de Hanbin y todos se pasaron la voz diciendo que estaban invitados, sin embargo, a Hao nunca le llegó esa invitación.

—¿Hanbin te invitó también? —le preguntó al rubio y este asintió —a mi no me envió nada...

—Quizás es porque eres nuevo, no te conoce lo suficiente, él suele ser muy selectivo con las personas

—¿Crees que podríamos ir juntos? —hizo un puchero

—¿En serio quieres ir?

—Claro que sí —asintió —no hay que desperdiciar el momento, en mi mansión siempre hago fiestas cada que mis padres se van a un viaje de negocios

—Bueno... pero desde ahora te aviso que las fiestas de Hanbin no son como tu piensas

El castaño se quedó confundido con el comentario, ni siquiera sabía como imaginarse una fiesta, ya que jamás ha ido a una, no tenía tiempo para eso, pero ahora que el organizador es Hanbin pensó que sería interesante ir.

Al llegar al lugar, Hao se emocionaba con cada pequeño detalle de la enorme casa pero trataba de disimular su asombro. Al entrar observaron a las personas tocándose y besándose mientras bailaban, tomaban o fumaban.

—Por eso es que no quería venir —mencionó el rubio con molestia observando con asco a la gente alrededor

Sin embargo, Hao parecía excitado por seguir viendo más y se encaminó hasta la sala mirando a todos lados para encontrar a Hanbin.

Finalmente lo encontró en un sofá rodeado de parejas de chicos teniendo sexo por encima de la ropa, él simplemente observaba el panorama con una leve sonrisa y con un cigarrillo en la mano.

El castaño estaba apunto de pararse frente a él pero un hombre lo detuvo.

—Está zona está reservada, si usted está invitado por el joven Hanbin puede pasar, sino retírese

Hao simplemente se alejó por la vergüenza, no quería hacer el ridículo pero tenía ganas de ver a Hanbin y hablar con él.

Durante toda la noche se quedó cerca de aquella zona mirando al pelinegro esperando que lo note, pero este ni siquiera se dignó a mirarlo.

Incluso se ponía a bailar de manera provocativa para llamar su atención pero lo único que logró fue que otros chicos se le acercaran a él.

—¿Tu eres el nuevo, no? —dijo uno

—No sabía que eras algo sexy —mencionó el otro apagándose a él

—Ah... lo siento, n-no estoy interesad...

—¿No nos quisieras bailar en privado? —susurró cerca de su oído mientras el otro se le acercó por atrás tomándolo de la cintura

—Yo... —uno de ellos le mordió el lóbulo de la oreja —mgh... oigan... yo... no vine para esto...

—Todos vienen para esto —mencionó en contrario —no te hagas el inocente que me excita mucho más

—Déjalo, Soobin, si le ofrecimos algo que quiera tal vez acepte

—Buena idea, Yeonjun —sonrió ligeramente —¿quieres algo a cambio?

—¿Alguna joya, auto, dinero?

—¿M-me pagarían si les bailo?, ¿sólo eso? —el castaño miró a los dos chicos un poco tímido pero interesado al mismo tiempo, si conseguía un poco de dinero podría pagar la luz que le cortaron desde el mes pasado

—Claro, tenemos bastante, te daremos lo que quieras, ¿cuánto quieres?, ¿mil?, ¿diez mil?

—¿Cien mil? —bromeó el mayor pero al ver la expresión de deseo de Hao supuso que era la cantidad correcta —entonces cien mil será

—Ven con nosotros

Tough Love | HaobinWhere stories live. Discover now