15: Confusión.

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Ya era fin de semana, la espera por verle de nuevo cara a cara se hacía cada vez más larga e insoportable...

¿Porqué dura tanto?... Quizás porque se rehusó a aparearse con la chica que le entregaron... o al menos para Ámbar ésta era la respuesta más lógica. Así que como era de costumbre, sus impulsos la llevaron directo a hablar con su madre.

Aprovechó la ausencia de clases para ir a visitar a sus padres y aprovechó también para tener respuesta sobre Gian. A veces se preguntaba cómo de la noche a la mañana, habían crecido tanto esas ganas de estar todo el tiempo cerca de él, de tenerlo cerca y respirar su carismático aroma... No sabía cómo pero no podía sacarlo de su mente.

Decidida y dispuesta a obtener respuestas sobre Gian, tocó la puerta de la habitación de sus padres. No tardó mucho en responderle su madre, le indicó que entrase y Ámbar lo hizo. Aunque había venido hasta aquí con la idea de saber la ubicación de Gian, Ámbar sabía que si por un error de su parte, sus padres se enteraban de lo que había pasado con Gian... Podría costarle la vida a ambos, entonces se resignó a mantenerse alejada del tema.

-Mi amor-la dulce voz de Linda estaba cargada de cariño-. Que gusto que vengas a visitarnos-dijo mientras rodeaba a la castaña con sus brazos-, tu padre no tarda en llegar, salió a comprar provisiones.

Ámbar le regresó el abrazo, sintiendo lo acogedor que era estar en brazos de su madre. Algo que no tenía precio.

-Quise aprovechar este fin de semana para visitarlos-en parte era cierto, aunque había decidido mantener en secreto su interés por Gian-. Me he sentido un poco sola-pensó haber metido la pata-. Sabes que me cuesta socializar un poco-intentó remediar y esperó que no sonara de manera extraña lo que dijo.

-Puedes venir a visitarnos cuando quieras-una sonrisa cálida adornó el rostro de Linda.

-Me hace mucha falta mi prima Mila-exhaló-. No se me da ésto de hablar con personas que desconozco.

Su madre aún le sostenía de las manos.

-Sé que no preguntaste por él-Linda se encogió de hombros y ladeó la cabeza-, pero Gian aún no ha salido de su Celo-torció el gesto-. Tu padre cree que una Omega no fué suficiente, así que convenció a una Beta para que fuese a aparearse con Gian...

El mundo de Ámbar se nubló... Quizás aún está en Celo por rehusarse a estar con la Omega, pero si fuese así... ¿Por qué su padre le mandaría otra Loba?.

O... ¿La tomaría?.

-¿Hace cuánto tiempo?-dijo Ámbar exaltada, de manera inconsciente.

Ámbar se percató de que estaba actuando de manera irracional, no podía dejarse llevar por sus emociones y mucho menos por sus pensamientos.

-Pasó ayer-respondió Linda con una sonrisa incrédula-¿A qué viene esa reacción?.

Ámbar se tumbó sobre el sofá.

-Puede salirse de control-gracias a las Lunas se ideó un plan-¿No sería peligroso si se escapara?.

Linda botó aire por la boca y tomó asiento al lado de su hija. Después de todo, era normal que se preocupe por su compañero de cuarto, además, ¿qué podría salir mal?.

-Es probable...-quedó pensativa, recordando cómo fué la última vez que habló con su sobrino-. Gian vino y me contó que había entrado en Celo... Literal no fué necesario que lo dijera, podía olerlo a kilómetros...-hizo un gesto pensativo-. Pero tenía activado un Hechizo antiolor, por eso tan pronto supe hablé con tu padre y fuí a verte. Pero gracias a las Lunas estabas bien. Él Celo de Gian es muy fuerte, si yo no hubiese compartido un lazo con tu padre...

No fué necesario que dijera el resto, Ámbar sabía a qué se refería su madre y todo le recordó a lo que le dijo la profesora Rina hace un par de días...

-Entonces...-habló Ámbar procesando todo lo que había dicho su madre-¿Dónde está?. ¿Cómo hacen para que no salga?-y otra vez su Loba tomó los estribos.

Linda sonrió y restó importancia con un ademán.

-No te preocupes, tu padre ha hablado con Lila para crear una habitación mágica que solo se puede abrir desde afuera-acomodó un mechón de cabello del rostro de Ámbar-. Y está en el instituto, solo que al otro extremo cerca de los salones de magia.

***

Ámbar pasó toda la tarde pensando en lo que había escuchado. Su mente aún estaba procesando toda la información. Y ahora más que nada, las ganas de ir en busca de Gian y aclarar todas sus dudas estaban tomando control de su mente.

Pero el miedo también... O, ¿los celos?. Pensar en que Gian esté con otra chica que no sea ella, la hace arder de pura impotencia. Es obvio que lo que ella siente por Gian no tiene futuro, no con sus padres cerca de ella. Entonces, ¿cómo haría para estar con Gian otra vez?. A Ámbar le importaba poco lo que dijeran sus padres, pero ese no era el problema, el problema era lo que le pudiesen hacer a Gian por haber profanado a una futura Luna. Ese era su mayor miedo...

Pero lo que Gian le hacía sentir, nunca antes lo había sentido por otra persona. Ni siquiera por el mismo Dany, con quien se iba a comprometer.

Haber estado con Gian, para Ámbar fué haber tocado el Cielo... Tenerlo cerca y estar impregnada de su aroma no tenía precio, compartir su cama con él era algo increíble... Y ésto, hacía que Ámbar se preguntara cómo sería compartir sus pensamientos, sus deseos y todo su ser. Quería experimentar ese sentimiento con el chico que le había regalado la mejor de sus noches, con el chico que le quitaba el sueño y no abandonaba sus pensamientos...

Quería hacerlo solo suyo... Y solo había una manera de hacerlo y Ámbar estaba dispuesta a correr el riesgo, así le costase su propia vida.

Con éstos pensamientos y un poco de suerte, más la ayuda y bendición de las Lunas, Ámbar encontró el lugar donde Gian estaba encerrado. No sabía si era ese con certeza, pero su Loba interior que ya estaba despertando le hizo confiar que era allí...

De la habitación no salía ningún tipo de olor. No sé oía ningún ruido, todo se veía normal y tranquilo.

Buscó incansable hasta encontrar lo que parece ser una puerta secreta, o más bien escondida y con un poco de esfuerzo logró abrirla sin emitir ruido alguno. Quizás estaba hecha para no hacerlo.

Cuando se abrió la puerta ante Ámbar, sus ojos se abrieron de par en par... Nada era lo que ella pensaba y en ese momento, no sabía si sentir rabia o tristeza...

Solo sabía que el chico desnudo en el suelo... Era Gian.

No encontré muchos errores en este cap. Espero estés disfrutando de la historia, recuerda dejar tu voto, compartir y seguirme para la segunda parte🤗.

Gracias por leerme🌹

El Celo de Una LunaWhere stories live. Discover now