Diferente? [ Enji x Aizawa] (yaoi){omegaverse}

28

En el baño de su habitación se encontraba luchando contra esas sensaciones que le decían que no estaba mal lo que había hecho, pero mientras eso lo hacía sentir tranquilo, su otra parte le decía que estaba muy mal que no tendría que haber hecho lo que hizo, se sentía desesperado pues sentirse mal y bien casi al mismo tiempo no lo ayudaba, quería dejar de sentirse mal, pero también quería aceptar las consecuencias de lo que había hecho.

Se miró al espejo y no se reconocía, se veía y se daba miedo así mismo, no, más bien no sabía a quien veía, al Enji Todoroki que solía ser, o al Enji Todoroki que había dejado desmayado a su Omega? No, tampoco era eso, simplemente dudaba de lo que veía, ese era el? O era alguien más? Entonces lo vió... era alguien, alguien muy parecido a él, era casi una réplica de él pero con cabello y ojos negros.

Todo fue cuestión de segundos, a su mente vinieron recuerdos de alguien llorando con desesperación mientras pedía a gritos que la dejaran, que la disculparan, no sabía quién, solo sabía que era una mujer eso más el ver aquel rostro de esa persona tan parecida a él lo hizo golpear aquel espejo en un impulso repentino de querer golpear a la persona que vió en él.

Salió de su corto trance al sentir un terrible dolor en sus nudillos, tenía demasiado trozos de vidrio clavados en ellos, la sangre salía en grandes cantidades y gracias a ese dolor fue que consiguió concentrarse en algo.

Sacó los trozos más grandes primero y los más pequeños después, le costó pero lo consiguió, cuando sacó lo más que pudo se enjuagó la mano, viendo como la sangre corría por el lavabo, cuando la sangre era menos agarro una toalla pequeña y secó su mano, fue hasta donde tenía un botiquín de primeros auxilios y tomó una venda con la cual se encargó de cubrir los cortes.

Una vez resuelto lo de sus heridas y al fin concentrado fue a checar cómo seguía Aizawa.

Lo vio recostado al centro de su cama y su corazón se estrujó de solo verlo en ese estado pero el recordar por que estaba ahí le provocaba un terrible dolor en el pecho que hasta le dificultaba respirar.

Se acercó para verlo más de cerca, al estar a un lado de la cama se arrodilló para verlo con mayor detalle, y con su mano herida comenzó a acariciar los cabellos azabaches con la máxima delicadeza, poco a poco fue bajando hasta tocar la suave piel de su rostro inconsciente.

....

Se sentía tan cansado y adolorido, que el solo hecho de abrir los ojos le costaba, sentía casi como si un camión lo hubiese atropellado, y bueno, realmente lo que le había pasado no fue muy diferente.

El brillo del sol le lastimaba los ojos, parpadeó lentamente tratando de acostumbrarse a la luz del día.

Giro un poco la cabeza y se encontró con Enji dormido en el suelo únicamente con la cabeza recargada en la cama, pero entonces notó que a lado suyo se encontraba la mano del pelirrojo, pero había algo extraño en ella, estaba vendada y la venda tenía manchas de lo que seguramente sería sangre, entonces se preocupó.

Con mucho trabajo y con un gran dolor logró llevar una de sus manos hasta la cabellera roja, acariciandola.

— Todoroki — su voz salía muy débil pero esperaba que el mayor lo escuchara.

Sacudió o más bien trato de sacudir cuidadosamente el gran cuerpo del alfa para ver si así despertaba, le costó un rato y muchísimo esfuerzo poder lograr moverlo lo suficiente para que despertase, pero al fin lo logro.

— qué?... Qué hora es? Donde estoy?

— te quedaste dormido en el suelo por algún motivo— contestó débil el azabache.

— ya veo— iba a tomar su celular, pero sintió varias punzadas en su mano— pero que...?

— que te sucedió?— preguntó preocupado él omega.

Entonces lo recordó, el rostro de aquel hombre, cómo por un impulso y el terrible sentimiento de desesperación golpeó el espejo tratando de atacar a aquel hombre que era tan parecido a él pero no lo recordaba.

— No es nada— dijo tranquilo, queriendo evitar la preocupación de Shota— Tú... cómo te sientes?— muy apenado.

— bueno, yo... me duele todo, siento casi como si me hubieran atropellado pero...— hizo una mueca de dolor al intentar acomodarse de lado sobre la cama.

— cuidado!— preocupado por la terrible condición de su omega.— no te muevas mucho.

Aizawa lo miró fijamente, como si buscara algo en aquellos ojos azules como el cielo mismo, Enji no apartaba la mirada a pesar de que no comprendía a qué quería llegar mirándolo de tal forma.

Pero entonces las lágrimas comenzaron a salir de los ojos negros como obsidiana, así sin más, sin previo aviso, simplemente salieron, preocupando demasiado al alfa.

— te duele algo? Necesitas algo? Que te ocurre? Voy por tu medicina — dijo lo ultimo mientras se paraba apresuradamente para ir a buscar algún medicamento para el dolor.

Antes de que si quiera pudiese dar un paso sintió el débil pero sorpresivamente firme agarre en su muñeca, se giró, encontrándose con el rostro de Shota, quien tenía una sonrisa algo triste o tal vez más bien, melancólica.

— No te vayas— fue lo que dijo el omega.

Durante unos pocos segundos su mirada iba de la mano que sostenía su muñeca al rostro del menor.

— Todoroki — escuchó de nuevo la débil y quebrada voz de su querido Aizawa provocándole un terrible dolor en su pecho acompañado de una fuerte presión en este mismo; de inmediato fijó su atención en aquel que se encontraba recostado.— no vuelvas a irte... por favor — rogó, suplicó mientras que las últimas palabras apenas habían conseguido salir en un hilo de voz, para finalmente Aizawa comenzar a deshacerse en un mar de lágrimas.

El mayor de inmediato sintió su lado de alfa protector apoderándose de él y de inmediato se recostó a un lado del azabache mientras lo abrazaba y liberaba sus feromonas para tratar de reconfortarlo.

Aizawa al respirar aquel aroma a madera de pino y sentir los brazos de su alfa rodeándolo con delicadeza y cuidado lo hicieron sentirse protegido pero tristemente temeroso de perder de nuevo eso que tenían, que desapareciera y Enji volviera a ser el monstruo que había sido durante toda la semana, entonces, ante tal sentimiento de incertidumbre y confusión su llanto se intensificó al igual que su agarre a la espalda del mayor, impidiendo que se apartara.

Enji por su lado se sentía tan malditamente imbécil y destruido por provocar tal estado en su tierno e inocente omega, y al igual que éste, se aferró con todas sus fuerzas al cuerpo contrario mientras sentía como las lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas.

¿ que le estaba sucediendo?