Jacob y Wilhelm Grimm
"Siendo del bosque y de su brisa, crece el alma con la voz, el silbido en la cueva, la nueva luna, lluvia que lleva la leyenda favorita de los que no pueden dormir, el despertar de los sueños, los nuestros. Vivimos.
El pequeño fuego fatuo salta los charcos, míralo con cuidado, corre y se va alejando, va buscando, quién será el gran cazador, a dónde nos llevará la caza, ¿abriremos fuego? La sonata empieza a sonar, el ritmo, el tronar de su galante armadura.
Nada contra la luna azul
Pierde el color de las olas
contra la luna de nieve
floreceremos en diciembre
y la luna de flores nos tejerá
una corona con la venganza de amores
¿Cuántas lunas nos faltan?
¿Cuándo regresaremos a casa?
La luna de cosecha acecha
la fría, no brilla
y la del ciervo salió huyendo
busquemos la del cazador
y que la superluna nos duela
hagamos que todas las brujas peligren
y bautizaremos y nadie conocerá
la luna roja
solo la luna de sangre
canta, canta, corre, corre
Cuando las mariposas no vuelen, nos detendremos, mientras, que luche el pequeño fuego. Logró cruzar el río, se lo bebió a tragos, amenazó al amazonas y le temió a la muerte.
Está cerca, lo sentía, lo presentía, no podía temblar al final. Juremos que el corazón no nos latirá en el pecho".
Lylian
—Somos un cuento de hadas —Harvey deja caer sus manos sobre la mesa presentando en sus palabras más seriedad de la aparente —, así de simple, por ellos podríamos desaparecer en la espuma y no podría importarles menos.
—No es relevante— Anthony señala entonces, obvio en su entender, estoy apunto de hablar cuando otro sonido escandaloso de las manos de Harvey estrellándose contra la madera me roba las palabras de la boca.
—A mí sí me importa, existo, ¿saben? —su indignación se eleva más allá de mi sencillo entendimiento.
—Nosotros sí, ellos no —comento con una mínima pizca de gracia, gira su cabeza lentamente hacia mí para luego sonreír con desdén.
—No es divertido —se sienta de nuevo en su silla debido a que se había puesto de pie para generar énfasis, o en su caso particular, para verse más grande.
—¿Nos devolvemos al tema, Harvey?
Toma una maleta, cuyo color está escondido entre toneladas de polvo, del suelo, y la coloca sobre la mesa, hace todo un proceso para lograr abrirla, entre candados y contraseñas hasta que se escucha ese sonido característico al desabrocharla, la gira para que podamos ver su contenido y todo lo que notamos es que está llena de cientos y cientos de papeles y libros donde comienza a rebuscar.
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Un Cuento de Hadas Contado por el Villano
FantasyEra amor de verdad, pero la gente sigue hablando de como cuando desenvainó su espada y la clavó en su pecho, la flor roja que nació de eso no..., lo era. La reina que se vistió de sangre para su pueblo, era la rosa roja en un desierto de sal, era la...