32: Tu café te gustará

98 24 1
                                    

Renart

Severin me acaba de ofrecer quedarme a dormir. Espera, ¿qué? No entendí, o sea, sí, comprendo lo que dijo, solo no sé por qué. No es como si no me hubiera ido tarde antes. Puedo avisarle a mi chófer que se vaya, pero estoy un poco confundido.

―¿Me vas a matar en la noche? ―Hago una pausa―. Mira que mi cuñado cuenta como testigo.

Su cara está más roja que de costumbre.

―Bu... bueno, es tarde, por eso lo dije.

―Siempre me voy tarde, hay gato encerrado. ―Me río y observo para todos lados―. Y esperaste hasta que Jaled se vaya para decirlo.

―¡Ay, no puedo! ―Apoya la cabeza de forma abrupta en la mesa.

Muevo la taza, alejándola de ella, para que no se queme.

―¿Qué cosa no puedes? ―Tomo su mano y como de costumbre, entrelazo nuestros dedos―. ¿Va todo bien? ―Frunzo el ceño―. ¿Mi primo te hizo algo?

―¡¡No!! ―chilla, manteniendo el rostro en la mesa―. ¡¿Por qué eres tan lento?! Esto sería más fácil, creí que eras inteligente.

Enarco una ceja.

―¿Por qué me insultas cuando me estoy preocupando?

Levanta la cabeza y mira nuestras manos, luego se pone erguida para poder estar recta en la silla.

―Bueno, no es tu culpa, no has tenido novia antes y encima te rechacé miles de veces, es entendible. ―Refunfuña.

Sonrío.

―Me encanta cuando haces esa carita.

―¡¡Intento ser obvia!! ―me grita―. ¡¡Presta atención!!

Es cierto, no escuché lo que dijo, me quedé perdido en su gesto.

―Dijiste algo de rechazar. ―Me lo pienso―. ¿Estaré soñando? ¿Te me estás confesando?

―¡¡No!! ―chilla.

―¿Sí o no? Deja de confundirme. ―Quedo desconcertado.

―Bueno, sí, me gustas ―confiesa, luego forcejea con mi mano―. ¡¡Ahora suéltame!!

―Ni en un millón de años, Darling.

―¡¡¿Escuchaste lo que te dije?!! ―chilla.

―¡Sí! ―Tironeo de su mano, entonces la termino sentando sobre mí, luego me aproximo a su boca para aclarar―. Ni en un millón de años te soltaría, ahora que te tengo.

Beso a Severin, entonces me corresponde. Sus brazos rodean mi cuello e intensificamos el contacto entre nuestros labios. Movemos las bocas, notando el placer del momento. Estoy emocionado, no creí que pasaría. Me sentía inseguro sobre esta falsa relación y ahora es más real que nunca. El tacto es intenso, como un gusto exquisito y verdadero. Definitivamente, este instante es perfecto. Aquel beso está lleno de un delicioso sabor a café. 

 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Tu secreto te condenará #ONC2024Where stories live. Discover now