Capítulo 6

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Mientras Jihyo limpiaba la oficina, esta pensaba en lo ocurrido hace algunos minutos, ¿Porque había sentido un cosquilleo cuando Sana le tendió la mano? Ella no podía comprenderlo.

Terminó de organizar los papeles revueltos en el escritorio y se dispuso a caminar hasta la puerta para cerrarla y finalmente irse. Al menos ese era su plan antes de que alguien tocara bruscamente la puerta y entrara como si nada al lugar.

La mirada de Miyeon se clavó en los ojos de Jihyo, mirándola despectiva.

- ¿Quien eres y por qué estás aquí adentro? - Jihyo sintió sus piernas temblar debido a la mirada de la contraria.

- Y-yo soy la persona encargada de limpiar la oficina de la Señorita Minatozaki.

- Como sea, ¿Dónde está ella ahora? - preguntó apartando la mirada, Jihyo agradeció internamente por eso.

- Creo que fue a cenar con su hermana señorita, no tengo eso muy claro.

Volvió a mirarla, y, sin decir nada, salió de ahí, Park no tenía ni idea de quién era ella, pensó en preguntarle después a Sana, pero le daba vergüenza, así que lo descartó rápidamente.

Llegó a casa, estaba tan vacía, a decir verdad, ella quisiera algo de compañía, pero, no tenía a nadie, así que se conformó con la compañía de Haewon.
Se dispuso a rellenar los papeles que Sana le pidió esa tarde, haciendo pequeñas pausas para chequear que su hija estuviera bien.

-

- Gracias por la comida, estaba muy buena - le sonrió.

- No hay problema, ahora, sube al auto y vamos a casa, estoy muriendo de sueño - Mina subió al auto e inmediatamente escuchó el sonido de una llamada, tanto ella como Sana habían acordado dejar sus celulares en el vehículo, para tener una cena en paz.

- Sana, tienes una llamada - avisó la menor mientras la otra subía y se colocaba el cinturón de seguridad.
Tomó su teléfono entre sus manos y abrió los ojos como platos.

"¿16 llamadas perdidas? ¿Que le pasa?" Pensó.

- ¿Porque esa cara? ¿Quien es? - le preguntaba Mina - Es Miyeon, tengo 16 llamadas perdidas de ella - habló con fastidio.

- ¿16? Vaya, eso sí es una locura hermanita - reía mientras se ponía su cinturón - Ya lo sé, pensé que estaba molesta, en fin, vámonos ya.

Charlaron muchas cosas en el camino, ya que era un poco largo, Mina contó sobre su trabajo y lo mucho que amaba a su novia, Sana deseó tener esa misma conexión con alguien, su situación con Miyeon empeoraba cada vez más, era muy tóxica con ella.

Llegaron a casa, lo primero que hicieron fue notar la ausencia de Miyeon, ambas estaban extrañadas, les parecía muy raro que después de tantas llamadas esta no estuviera aquí para reprocharle todo a Sana.

Las dos fueron a ducharse, la mayor invitó a su hermana a ver su película favorita en su habitación, y antes de dormir, Momo les hizo una llamada para asegurarse de que ambas estuvieran bien, le dijo a Sana las típicas cosas que le decía siempre, esta solo asentía, no iba a obedecerla de todos modos. Se despidieron de ella luego de decirle cuanto la amaban, y se acomodaron para dormir.

-

Ha pasado exactamente una semana y 3 días desde que Jihyo consiguió un trabajo en la prestigiosa empresa de Minatozaki. Si, no tenía la mejor labor, pero lo hacía por su hija, y porque le encantaba pasar tiempo ahí, era como su escape de la realidad, de su cruel realidad.
Le habían pasado varias cosas en la semana, entre ellas, los regaños de Minatozaki por culpa de Jinyoung e Irene, le estaban haciendo la vida imposible.

Sana en estos últimos días estuvo mostrándose algo cariñosa con la menor, a lo cual Mina notó y no dudó ni un segundo en empezar a molestar a su mayor con el nombre de Jihyo. Aunque Sana estaba cansada de que la molestará con ella, admitía que le gustaba eso, solo un poco. Le había agarrado algo de confianza a Jihyo, y si, ahora se la pasaba detrás de ella regañandola, pero eso no quita que sea una de sus mejores empleadas, era muy amable y dulce con ella, y eso le encantaba a la castaña.

Mina se había vuelto amiga de Jihyo, le agradaba mucho su manera de ser y de pensar, lo madura que era y como pensaba antes de actuar, era de gran ayuda en la empresa, por lo que varias veces le sugirió a Sana que la subiera de cargo, podría ser perfectamente su secretaria, y, con esperanza algo más. Mina no era tonta, ella se daba cuenta de las miraditas que se lanzaban Sana y Jihyo, de como se hablaban y de lo cercanas que se habían vuelto con el pasar de los días, pero, a decir verdad, a la pelinegra le agradaba la idea de ver a su hermana con Jihyo.

"Sálvame" [Sahyo]Where stories live. Discover now