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________"LEÓN"________


El pelinegro entro a la sala.

No sabía que estaba haciendo sentada en la sala de la mansión de un mafioso por desgracia no cualquier mafioso.

Mis ojos se encontraron con los de el al alzar mi mentón con sus dedo.

Sus ojos claros examinaron los mios, su mirada era como la de una fiera viendo a su presa.

- mira que tenemos aquí-sonrió.

Soltó mi rostro y vio a mi padre el cual está sentado a un lado, su expresión triste y arrepentida.

- ¿Este es mi pago?- saco un cigarro y empezó a fumar.

El olor a tabaco era horrible.

- si- suspiro- es su pago.

Mi padre tenía la cabeza agachada, sabía que había apostado con el jefe de la mafia.

A él le gustaba apostar así que le pareció fácil apostar me cuando ya no tenía dinero para otra partida.

"León" me volteo a ver yo le di una mierda de determinación y el sonrió al verla.

- ya se puede ir- se dió la vuelta viendo a la pared blanca con algunos cuadros- anda despide de ella rápido.

Abracé a mi padre, no lo odiaba, no podía hacer eso.

- lo siento mucho, hija-acaricio mi cabello-perdóname.

Sentí sus lágrimas.

- no tienes de que disculparte, papá- sonreí con lágrimas en los ojos me dolía despedirme- cuida de mamá y de mi hermano.

- lo are- me soltó.

Un hombre escoltó a mi padre fuera de la sala dejándome sola con "León".

- odio las despedidas- soltó el humo de su boca.

El se volteo y me vio, seque las lágrimas de mis ojos.

- ¿Cómo te llamas, preciosa?- le dió una calada al cigarro.

- Charlotte.

El se acercó hasta quedar a centímetros de mi, sus ojos vieron los míos.

- ¿Tienes miedo?- tomo mi mentón de nuevo.

- no- mi voz sonó firme.

- esos ojos verdes dicen lo contrario- soltó el humo en mi cara.

Intenté desvía mi mirada a otro lado que no fueran sus ojos.

El apretó mi mentón obligando me a verlo a los ojos.

- ¡cuando te hable quiero que me veas a los ojos!- alzo la voz- ¿Entendido?

- ¡como sea!- me soltó al ver que alce la voz.

- apartir de hoy eres de mi propiedad- dejo lo que quedó del cigarro en un cenicero.

- no soy un objeto.

- lo se pero tú padre piensa que si- sonríe- ahora me perteneces y tendrás que obedecer mis órdenes- sonrió con confianza- ¿Entiendes tu lugar ahora?

- no- cruce los brazos.

- ya veo- suspiro- solo no lo hagas enojar, no me gustaría arruinar tu rostro.

Me quedé callada viendo lo con desprecio.

- no me veas así, no soy tan malo y menos con una dama- sonrió.

Claro que no me creí esa mentira, si por algo le temían era por su conocida crueldad con las personas.

- ¿No me crees?- se sentó en el sofa a un lado mío.

- la verdad no- ví a otro lado mostrando enojo.

- recorre la mansión, vivirás aquí hasta que te mueras o te mate- pauso- mañana hablamos.

Se levantó del sofá y comenzó a caminar a la puerta de la sala para irse y dejarme sola ahí.

- te llevarán a tu habitación en un rato más- salió.

La mansión era demasiado grande que casi me pierdo mientras la recorría

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La mansión era demasiado grande que casi me pierdo mientras la recorría.

Un gran jardín lleno de flores el cual se convertiría en mi refugio durante el tiempo que estaría en ese lugar.

MI DULCE KARMA +18🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora