𝐇𝐀𝐏𝐏𝐘 𝐄𝐍𝐃𝐈𝐍𝐆 ┇「 𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔 」

O8 ┇ 여덟

Habían pasado dos semanas desde el encuentro de Tzuyu y Minnie. Después de aquello todo transcurrió normal. Hasta la noticia de que la fecha de boda de Miyeon y Sana se había adelantado.

Sana se encontraba alegremente hablando por teléfono con ahora su prometida la doctora Cho, mientras preparaba la cena.

—Oh, se me está agotando la batería— le dijo al escuchar el sonido de batería baja— ¿hola? ¿Miyeon?

Tzu llegó a casa y vio a la de cabello castaño correr en su dirección, arrebatandole el teléfono de las manos y marcando el número de su prometida.

—Hola, soy yo, te llamo después mi teléfono esta sin carga— dijo ella— si, adiós.

La pelinegra se quedó en la misma posición en que estaba, y Sana le devolvió el teléfono como si nada hubiese pasado.

—TzuTzu, estoy preparando la cena— la nombrada se quitó su chaqueta y dejo su teléfono en la mesa —¿Cómo te fue hoy Tzu?— preguntó Sana mientras le servía de comer a la contraria que ya estaba sentada esperando.

—Bien— miró a su amada y este aún estaba sonriendo, Tzuyu reunió todo su valor tomando una bocanada de aire, había pensado muchas formas en como decirle a Sana que se iría y lo soltó sin más— me iré a Europa. A estudiar.

Dijo rápidamente pero entendible, sus ojos dejaron de ver el plato de comida para posarse en la reacción de Sana. Esta abrió la boca para decir algo pero prefiero pensarlo mejor, aunque estaba totalmente como estatua.

—¿A estudiar?— murmuró la castaña y a lo que la otra asintió.

—Me iré después de la boda— decir eso era realmente difícil para la mayor.

—Pero, ¿por qué? Tzu, tienes un trabajo estable y eres reconocida…

—He decidido que quiero ampliar mi campo de estudio, Sana.

Tzuyu vio como Sana dejaba todo y se sentaba en la silla del frente. A la pelinegra le dolía demasiado mentirle a la única persona que amaba pero era necesario, ella había decidido hacerlo.

—¿Cuánto tiempo te irás?— preguntó Sana, su rostro se entristeció.

—No puedo decirte— la miró fijamente y sintió inmensas ganas de llorar. Apretó los dientes y se reprimió las lágrimas— no sé cuanto tiempo estaré allá.

Trató de darle un sonrisa para hacerla calmar, Tzuyu sabía que estaba pensado, la conocía muy bien y sabía que Sana no se quedaría con brazos cruzados y haría algo para que no se fuera.

—La cena se ve realmente bien, comamos— la mayor trató de cambiar el ambiente. Sana la miró y asintió, su sonrisa volvió.

—No te dejes llevar por las apariencias, no se a que sabrá— advirtió, y Tzu soltó una carcajada.

Las dos cenaron como siempre lo habían hecho, desde que Sana comenzó a vivir con Tzuyu los desayunos eran hechos por la último mencionada, mientras las cenas eran hechas por la menor de ambas. Podría decirse que era monótono pero para ellas no, Sana siempre tenía algo que contarle a Tzuyu, y Tzuyu siempre escucharía a Sana.

Esa noche conversaron y rieron a no más poder. Esa noche Sana se dio cuenta de cuanto extrañaría estar y vivir junto a Tzu, ella se mudará al exclusivo barrio donde vivía Miyeon el siguiente día después de la boda.