Capítulo 8

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 Rias y Akeno están en la academia en sus pupitres, ambas chicas miraron el reloj y notaron que solo faltaba un minuto para que comenzara la hora de matemáticas. La profesora, Aiko, miró el reloj de su muñeca para empezar, ordené a los estudiantes que regresaran a sus lugares. Pero noté que faltaba alguien por venir, iba a decir algo al respecto, hasta que llego el alumno que faltaba.

—Creí que no llegarías, uzum...—Aiko dejo de hablar tras ver como se encontraba el rubio. Tiene un vendaje en la mejilla derecha y ojeras debajo de los ojos.

—¿¡Uzumaki-san, que le sucedió?!—Exclamó Aiko con preocupación.

—No se preocupe—Dijo Naruto sin darle importancia, mientras cerrabas la puerta.

—Estoy bien—Comentó Naruto.

El rubio empezó a caminar hacia su pupitre, bajo la mirada de los demás estudiantes, especialmente de las dos grandes damas Kuoh. Él se sienta con algo de incomodidad, cosa que ambas chicas notaron, y sacó sus cosas del bolso y las dejó sobre su escritorio. La profesora tosió para llamar la atención de los demás y comenzar la lección, Rias y Akeno vieron que el rubio comenzaba a frotarse el hombro izquierdo.

«¿qué le sucedió?»Pensaron Rias y Akeno.

Cuando suena la campana, indicando la hora del almuerzo, todos los estudiantes se levantaron y se fueron al comedor. Naruto, quien también se levantó de su escritorio, tomó sus cosas y se fue, Rias y Akeno querían hablar con él, sin embargo, se dieron cuenta de que ya no estaba. Ambas chicas salieron juntas y miraron a ambos lados, hasta que vieron al rubio que se dirigía hacia el patio.

Ellas asintieron entre sí y fueron a buscarlo, después de unos minutos de caminata, vieron a Naruto a punto de darse la vuelta y salir, pero se detuvo rápidamente porque estaba a punto de chocar con alguien. Era la pequeña peliblanca de ojos color avellana que había ayudado, antes, cuando fue suspendido por su pelea con Goro, estaba a punto de continuar hasta que la voz de alguien lo detuvo.

—¡espera, Uzumaki-san!—Exclamó Rias, haciendo que el rubio diera un suspiro de molestia.

—¿Qué quieren?—Preguntó Naruto con cierta molestia en su voz.

—¿Estás bien?... te ves... en mal estado...—Preguntó Akeno.

—No se metan en lo que no les incumbe—Dijo Naruto grotescamente, así comienza a caminar.

—¡Espera!—Exclamó Akeno, que lo agarra del brazo izquierdo para detenerlo hasta...

Naruto soltó un gemido de dolor, poniendo a ambas chicas nerviosas, el rubio rápidamente apartó su mano de él y agarró su hombro.

—Uzumaki-san... pero que te...—Rias dejo de hablar, cuando el rubio se voltea y molestia.

—¡YA LES DIJE QUE NO SE METAN!—Gritó Naruto, haciendo que todos los estudiantes fijara su mirada en él.

Algunos incluso susurraron insultos al rubio por tratar así a las grandes bellezas, Naruto empezó a abrazar su hombro, y retomar su caminata, mientras los tres miraban.

—Por la reacción que tuvo... su brazo izquierdo debe dolerle muchísimo... ¿Qué le habrá...?—Comentó Akeno.

—Sangre—Comentó Koneko, trayendo las miradas de ambas chicas.

—Huelo sangre. Naruto-senpai está herido—Manifestó Koneko.

—¡¿Qué!? Entonces tenemos que...—Dijo Akeno, pero Rias lo interrumpe, antes que pudiera terminar la oración.

—Akeno, será mejor que lo dejemos—Manifestó Rias.

—¡Pero Rias, él!—Exclamó Akeno alterada por las palabras de su amiga.

El Devil ShinobiWhere stories live. Discover now