Hace un año que nos despedimos del gran Jesús Barreda, una persona que fue algo más que solo la voz de nuestra infancia. Un año desde que se nos borró la sonrisa de la cara y tuvimos que decir "adiós, mariposita" de repente. Un día estaba y al otro, Cat Noir se había marchado para cuidar de unos gatitos en el cielo. Dinos, Jesús, ha pasado ya un año, ¿cómo van esos gatitos? Sabemos que están bien, no podían tener un mejor superhéroe superprofesional de ángel de la guarda. Aquí estamos, Jesús, un año después, preguntándonos qué estarás haciendo en ese hermoso lugar. Por nuestra parte, honraremos tu memoria como te lo mereces, con lágrimas y, haciendo un gran esfuerzo, con alguna que otra sonrisa...
Te queremos, Jesús Barreda. Gracias por todo, desde el fondo de nuestros corazones. Eres prodigioso, recuérdalo siempre.
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