Capítulo 3 - ¡La Eminencia en las Sombras inicia su actividad a gran escala!

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Luego de todo eso, fui llevado a un centro de detención para una investigación, y en un
abrir y cerrar de ojos, ya habían pasado 5 días. Era por la tarde.

“Vamos, apresúrate”.

Luego de que me empujaran violentamente por la espalda, me echaron del edificio tirando todas mis cosas al suelo. Me encontraba en ropa interior, por lo que busqué entre mis cosas algo para ponerme y luego me puse los zapatos. Tomó algo de tiempo dado que las uñas de todos mis dedos estaban arrancadas.

Luego de prepararme, tomé un gran respiro y comencé a caminar. La gente alrededor de
la calle me miraba, pues llamaba mucho la atención al estar lleno de moretones y sangre.

Nuevamente, exhalé.

“Calmado, sí, debo estar calmado. No sirve de nada molestarme con esos renacuajos”.

Traté de mantener la calma, olvidando el rostro del caballero que se encargó de mi
investigación.

“Ellos simplemente hicieron su trabajo”.

Aunque me golpearon, las heridas no eran profundas, y si quisiera, podría hacer que las
uñas arrancadas volvieran a crecer. Pero no lo hacía, para no arruinar mi papel de mob.

“Bien, siempre manteniendo la calma”.

Sí, con calma y serenidad.

Volví a tomar un gran respiro y agudicé mi vista. En ese instante sentí la presencia de unas sombras siguiéndome.

“¿Dos personas?”

Aún no han atrapado al secuestrador, y por supuesto, no podíamos saber si Alexia estaba a salvo. Tampoco soy tan ingenuo como para pensar que me dejarán libre así sin más. La
única razón por la que me liberaron, fue porque no tenían suficientes pruebas.

Seguí caminando hacia los dormitorios fingiendo estar deprimido y cansado.

En medio de eso…

“Nos vemos luego…”

Escuché una pequeña voz, como si fuera un susurro. De inmediato, mi mente reconoció el
hermoso tono de esa voz.

“Alfa…”

Ya estaba oscureciendo y muchas personas pasaban por este camino, así que no la vi por
ningún lado.

[...]

Al llegar a mi dormitorio y encender la luz, una chica apareció desde las sombras.

“¿Quieres comer?”

Su traje negro estaba pegado a su cuerpo, exponiendo la silueta de unas extremidades
propias de una mujer bien desarrollada. Ella tenía unos sándwiches en sus manos, comprados en la famosa tienda de la capital, “Maguronald”.

“Sí, gracias Alfa. ¿Y Beta?”

Comencé a comer rápidamente el sándwich dado que no había comido casi nada en estos 5 días. Luego, pregunté por Beta quien se suponía que debía ser mi asistente en turno.

“Beta fue quien me contactó. Supuestamente las cosas se tornaron complicadas a tu
alrededor”. Dijo Alfa, sentándose en mi cama y cruzando las piernas.

Su cabello rubio y liso estaba peinado hacia atrás, eran tan sedoso y hermoso como
siempre, que hasta sentí nostalgia. De hecho, parece que ha crecido más en este poco tiempo que no la he visto.

Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! Vol 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora