Epílogo - ¡La Eminencia en las Sombras que tanto anhelo!

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Los ojos color miel de Rose estaban observando fijamente a los hombres vestidos de negro.

Ya había pasado bastante tiempo desde que ella y los demás fueron traídos al gran auditorio. Se podía notar porque las lámparas del auditorio se habían encendido para iluminar el espacio.

Rose había cortado las cuerdas que la tenían apresada con un pequeño cuchillo, luego, mientras fingía estar atada, le pasó ese cuchillo a la chica al lado, y esa luego se lo pasó a la siguiente y a la siguiente.

Ahora, podía moverse cuando quisiera, pero también sabía bien, que sería inútil hacerlo.

No había muchos hombres de negro, pero todos ellos tenían una fuerza considerable. Aparte de que tenían el control de la situación, los más poderosos eran el tal llamado Rex y el otro al cual llamaban el Caballero Delgado. Incluso los maestros no podrían hacer nada, solo quedarse en total silencio. No estaban seguros de poder ganar, incluso si tuvieran su poder mágico.

Por suerte, Rex no se había mostrado por un buen rato por aquí. Sería de gran ayuda que hubiese sido derrotado por los caballeros que estaban afuera, pero Rex era bastante habilidoso, así que hasta eso estaba en duda. Rose pensaba sinceramente que debía hacer algo antes de que Rex regresara.

El Caballero Delgado por lo general estaba encerrado en la habitación al fondo del gran auditorio, pero de vez en cuando, salía para ver si Rex había regresado, y luego se quejaba al ver que no volvía. Por su denso poder mágico y su postura, se podía ver que era una persona con gran experiencia, incluso más poderoso que la princesa Iris… Aunque sinceramente, ellos no querían pensar en eso. Pues, si ese fuera el caso, aunque Rose recuperara su poder mágico, no tendría oportunidad de ganarle.

De cualquier forma, no podía moverse, pero también era cierto que se estaban quedando sin tiempo.

A medida que pasaba el tiempo, Rose sentía como su poder mágico era drenado. Posiblemente, estaba relacionado al por qué la energía mágica estaba siendo bloqueada.

De cualquier forma, aunque ella todavía estaba bien, los estudiantes con poco poder mágico comenzaban a enfermar. En poco tiempo, muchos perderían la conciencia por deficiencia de poder mágico y el momento de contratacar jamás podría llegar.

Su corazón comenzó a ser dominado por la ansiedad y el miedo.

Pero para poder controlarlo, ella tenía clara la figura de cierto chico en su mente.

Cada vez que ella recordaba la valiente figura de Cid protegiéndola a costa de su vida, un calor crecía dentro de ella. Por eso, Rose esperó el momento, el momento por el que prometió que los sentimientos de aquel chico no serían en vano.

Y así, abruptamente, el momento se presentó.

De repente, el gran salón fue golpeado con un destello de luz.

No sabía qué era, pera antes de siquiera pensarlo, ella ya se estaba moviendo.

No le importaba lo que era esa luz, pues ella sentía que era el momento que tanto había esperado.

Mientras que la luz atrapaba las miradas de todas las personas, Rose entrecerró sus ojos y corrió hacia uno de los hombres de negro.

Y, en cuando puso sus manos alrededor de su cuello, ella se dio cuenta.

¡Puedo usar su poder mágico de nuevo!

Rose tomó su espada y le cortó el cuello al hombre en un abrir y cerrar de ojos.

Ella no sabía por qué o cómo había recuperado su poder mágico, pero a ella no le importaba en lo más mínimo. Rose tomó la cabeza que acababa de arrancar y la alzó en lo alto como una señal.

Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! Vol 1Where stories live. Discover now