Cielo e Infierno

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Victoria mostraba una mirada preocupada al verlo, se acercó a él y se agachó para verlo de más cerca pasando su mirada de arriba a abajo por todo su cuerpo, esto al parecer para comprobar que no tuviera alguna herida externa o algo por el estilo pero al no encontrar nada se veía un poco aliviada.

Esa no era la reacción que él esperaba, quería una cara avergonzada o lujuria de parte de ella pero lo único que recibió por parte de ella era una preocupación genuina, eso no le gustó del todo y no es que fuera mal agradecido simplemente que quería una atención diferente de parte de ella.

- ¿Te puedes parar?- Ella le pregunta todavía analizando su cuerpo para ver si veía el área que recibió el golpe de su caída.

- Sí, bueno el piso está resbaloso y me duele un poco la cadera y la espalda- Todo lo dicho era cierto no había mentiras en sus palabras, se había pegado en esa parte por lo cual el dolor sí estaba presente, y el piso resbaloso era la razón para su anterior caída.

-Bueno hagamos algo, cogeme del brazo y te ayudaré a pararte lo mejor es limpiar el piso antes de que vuelvas a bañarte- comunicó su plan mientras que Carlos procedía a llevarlo a cabo y estando ya parado gracias a ella, pudo soltar una ligera carcajada haciendo que la joven lo viera con una sonrisa confundida al no entender el motivo de su repentina expresión.

-Nunca me acostumbraré a como usan el verbo coger tú y Checo- ah ahora la joven ya entendía el porque de su risa, el rojo empezó a subir por su cara haciéndola ver casi como si se hubiera expuesto al sol por mucho tiempo, tenía a un hombre mucho más alto y grande que ella, con tremendo cuerpo atlético sujetándose de ella del brazo y cadera como fuente de apoyo y contando con el hecho de que ambos podían quedar desnudos con solo quitar una prenda no ayudaba en mucho a sus pensamientos.

Oh ahí estaba la reacción que Carlos quería esa vergüenza que ella mostraba por la situación y sus pensamientos impuros que seguro golpeaban su mente, pensamientos que él igual estaba teniendo pero tenía que controlar si no quería que ocurriera un accidente que lo arruinara todo.

-No hay tiempo de limpiar el piso, vamos tarde, mejor termina de bañarte primero mientras yo busco algo para que uses de ropa y ya después yo me baño rápido- le comentó con mucha verdad en sus palabras todo ese incidente y el tráfico de la Cuidad de México los había atrasado demasiado.

-Tanta suite para que solo tenga dos baños completos- se quejó ella mientras entraban a su nueva habitación para proceder con el plan estipulado por el mayor, ya habían separado sus cuerpos y él se había sentado en la cama de ella mientras la veía buscar algo entre sus cosas abriendo su maleta en el suelo para después sacar un estuche de cosas que sonaban cada vez que se movía.

No era un estuche pequeño, era una bolsa mediana que se parecía a las bolsas de maquillaje que su ex traía a cada lado del mundo, tal vez necesitaba algún producto de belleza para su baño o algo parecido, pero el constante sonido de tintineo lo confundía bastante.

Y cuando la chica puso el estuche a su lado y abrió la bolsa, él no supo que decir, era una bolsa con varias divisiones bien separadas y seccionadas, se veía que sí era un estuche de maquillaje pero no contenía eso, sino un sin número de medicamentos algunos repetidos entre sí, podía leer los nombres pero solo podía reconocer uno que otro, eso era preocupante.

La joven encontró lo que quería, y se lo puso enfrente para que lo viera bien, eran dos frascos medianos de medicamentos, al parecer eran para él así que los tomó sin objetar.

Leyó las etiquetas una era dolprofen que en sí era ibuprofeno y otra era carbafen que consistía en paracetamol con metocarbamol, sabía más o menos para que era pero no entendía bien para qué se lo daba a él.

-tomate uno de cada uno, no tienen mucho gramaje pero como no tienes mucho dolor no es necesario, el ibuprofeno inhibe el dolor desconectado la información que manda tus músculos a tu cerebro, más o menos finge que no hay dolor además sirve para desinflamar, mientras que el paracetamol es un antipirético para que el  metocarbamol trabaje mejor que relaja los músculos sirve de manera muscular inhibiendo los reflejos polisinápticos en la médula espinal y los centros subcorticales, hará que no te sientas incomodo en la cena y que mañana el dolor no sea un problema- le explicó de manera en que el español le comprendió pero lo aturdió de cierta manera, era mucha información simplemente le podía decir que era para el dolor por el golpe, pero le gustó darse cuenta del conocimiento que ella tenía en ese tema pero ¿Por qué lo tenía?.

No tuvo que hacerse más preguntas al verla bien, sin fijarse más allá que su rostro que conservaba una sonrisa sincera mientras tomaba algunas cosas de su equipaje, tenía un moretón en el pómulo derecho, el labio partido y variados tonos entre morado y verde adornando su clavícula, pigmentos de los cuales tenía conocimiento pero no prestaba atención debido al maquillaje que constantemente los cubría, pero ahora debido a la interrupción del baño de la joven podía visualizar con mayor claridad.

- Muéstrame donde más tienes moretones- su tono enojado y serio hizo temblar a la joven, quien se quedó quieta por un minuto.

-No tenemos tiempo tú mismo lo dijiste, solo hay que apurarnos - se apuró a decir mientras que tomaba sus cosas para introducirse en el baño antes de que él insistiera más.

-Si pasa más tiempo se van a ir borrando, necesito ver qué tanto te hizo ese maldito para ver con cuánta fuerza pido su muerte- un escalofrío recorrió la espina dorsal de la mujer, no pudo resistirse más, entró al baño a dejar sus cosas y volvió a la habitación para voltearse  y bajar parte de su bata a la cintura dejando a la vista toda el área de su espalda, dicha área estaba cubierto de colores de distintas tonalidades llendo de rojo a morado casi negro, hasta el madrileño podía ver ciertos tonos de azul en su piel, era un asco de vista le dieron ganas de golpear a alguien y de vomitar a la vez, y no era que le diera asco la joven sino lo que significaba esa pintura en su piel.

Ella estaba avergonzada y se notaba por la punta de sus orejas que estaba roja a más no poder, ella tenía sus brazos cruzados sobre su pecho cubriendo y cargando con su busto.

Él no lo pensó demasiado y se acercó a ella con cautela pero sin ser sigiloso, no quería tomar por sorpresa a su acompañante, hizo notar su cercanía haciendo sonar sus pasos sobre el frío piso y cuando ya estaba lo suficientemente cerca se encorvo para acercar su cara al cuello de ella, respiró e inhaló profundamente haciendo que su aliento cálido chocará con la piel de ella, la piel se erizó por culpa de ese hecho.

-Nunca te volverá a tocar ese idiota- capaz no lo pensó bien pues abrazarla pasando sus brazos por su abdomen y acercando su cuerpo tanto para sentir sus pieles unidas compartir calor, era una sensación que ninguno de los dos podía ignorar- No, más bien, te prometo que nunca nadie más te volverá a tocar- le aseguro para después soltarla se su agarre, no quería agobiarla ni que pensará mal de él.

Ella se subió la bata y se metió rápidamente y nerviosamente al baño prendiendo la regadera una vez más.

Él no hizo más que reír e irse a su habitación para buscar alguna prenda que pudiera usar la joven, pues le había mencionado que no trajo nada de ropa que pudiera usar en una cena elegante pero casual.







El infierno está lleno de inocentes que pecaban de ingenuos.

Solo es cuestión del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora