Una apuesta perdida

Reencuentro

POV Ratio

Después de la noche anterior, nada más despertarme marqué el número de Topaz, y enseguida me sonó el buzón de voz, probablemente me había colgado, era razonable, eran las siete menos cuarto de la mañana.
No me rendí y la volví a llamar, está vez sí contesto, porqué ella sabía que no me rendiría hasta que contestara.

—Ratio, que haces llamándome a las seis y cuarenta y cinco de la mañana?– dijo ella, bostezando a media oración, me sentía un poco mal por despertarla, pero la verdad es que no mucho, me daba bastante igual que tuviera sueño, solamente sentía un poco de lástima porqué era la mejor amiga de Aventurine.

—Lamento tener que llamarte a estas horas, pero es importante. Aventurine se encuentra contigo aún?– dije yo, claramente más despierto que ella.

—No tengo ni idea... Es demasiado pronto, déjame comprobarlo.– dijo ella, con voz somnolienta. Escuché de fondo desde la otra línea, los ruidos de los pequeños pasos de Topaz, y luego respondió.— Sip, sigue aquí, durmiendo como un bebé. Ay, que bonito, está durmiendo abrazado a Conti, te mando foto.– ni siquiera me preguntó si me la podía mandar, simplemente me la mandó, como si supiera lo que yo quiero.

— Necesito que me hagas un favor.– dije yo, siendo directo e ignorando el tema de la foto.

— Lo suponía, qué es?– preguntó ella con un tono curioso.

— Me gustaría disculparme con Aventurine, pero sé que si sabe que voy a ir, probablemente no vaya a abrir la puerta, si no es mucho pedir, necesito que le mientas sobre mi ubicación, te inventes una excusa para que abra la puerta y que te vayas cuando me vaya a disculpar.– dije yo con claridad, para mí no parece una tarea complicada.

— Tanto?! Madre mía, no te cortas ni un pelo.– dijo ella después de un suspiro, y prosiguió.— Tienes suerte de que sea tan pesada con el tema de shippearos, porque si no seguramente rechazaría ese favor.

— Shippe qué?– dije yo confuso, antes de sacudir la cabeza y volver a tema principal.— Bien, eso significa que aceptas?

— Supongo, tengo ganas de que arregléis todo. Ya tengo la mejor excusa preparada, solo dime a qué hora vendrás y lo tengo todo listo.– dijo ella extrañamente entusiasmada, casi podía oír que estaba... Apuntando algo en una libreta? Creo que las mujeres están locas en cuanto se trata de emparejar a hombres.

—Estaré allí sobre la una, conociendo a Aventurine, se despertará sobre las doce en punto.– contesté yo, oyendo desde la otra línea a Topaz asintiendo.

— Perfecto, ya estaría listo, más te vale llegar puntual.– dijo ella casi amenazándome con que fuera puntual.

— Sabes que llegaré puntual.– contesté con un leve suspiro.

— Solo lo comprobaba, ahora te cuelgo, tengo cosas que hacer.– dicho eso, directamente me colgó, sin dejarme decir nada más.

A saber a qué se refería cuando dijo "tengo cosas que hacer.", pero traté de no darle muchas vueltas.

Cuando comprobé los mensajes de mi móvil, vi como de verdad me había mandado una foto.
Traté de que no me importara, pero no pude evitar ir al chat de Topaz, y ahora mismo me encontraba agradecido con ella por mandarme la foto.
Me encontré a mi mismo admirando la foto, era, cuanto menos, adorable. Aventurine se veía precioso incluso durmiendo, estaba cubierto con una manta color beige, abrazando a Conti, tal como lo había descrito Topaz.

Después de unos minutos observando la foto, guarde el móvil y me dispuse a hacer mis actividades diarias, pensando en lo que me iba a deparar más tarde con Aventurine en nuestro encuentro...