Capitulo 33: Hacia la Selva

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Capítulo 33: Hacia la Jungla.

Lentamente la danza se Liam se fue desvaneciendo, hasta ubicarse frente a Lalabel y tomar las dos manos de ella, fue cuando preguntó con dulce pero temblando de nerviosismo al final de la frase, —Lala, ¿me permites ser tu macho?

Me quede en silencio por un momento, respirando ese delicioso olor a coco que me encantaba, el miraba esperando una respuesta de mi parte. Acaricie su mejilla por un momento, respire profundo, deje salir toda mi sinceridad, — Te voy hablar claro y raspado, como me enseñó mi mamá.

—Mi estadía por la aldea de Pluma azul es temporal, voy a estar viajando de un lado a otro, metiendome en peligros y problemas que no son míos, mi principal interés es encontrar toda la verdad sobre el linaje de las alfas y betas— mi voz era determinada.

—Si no tienes problemas con eso, entonces te acepto con mi macho. — al finalizar mi oración dibuje una suave sonrisa.

—Te prometo Lala, cuidarte y apoyarte lo mejor que pueda. — Liam me abrazó fuerte. Sus labios contra los míos forman un dulce y tierno beso, hasta abrir mi boca para más pasión, sus manos curiosas acarician mi cabello púrpura, me fui separando lentamente de sus labios.

—Debemos ir a dormir se está haciendo tarde, le susurró al oído, y por último dejar un beso en la mejilla de Liam.

Liam asintió con la cabeza, después ambos tomamos forma de bestia y corrimos de regreso a la aldea.

Nos espera un viaje dentro de pocas horas, después regresamos a la casa para descansar.

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Pov Yang

El suave resplandor del amanecer se filtraba por la ventana, tiñendo la habitación de tonos dorados y creando una atmósfera serena. Fue en ese momento, al despertar antes que todos los demás.

Mi amada Lala yacía dormida, serena como una rosa en pleno invierno. su rostro, iluminado por la tenue luz matutina, irradiaba una calma que parecía trascender cualquier preocupación. A su lado, Teru descansaba plácidamente, con su cuerpo atlético reposando en la cama con una serenidad que solo los verdaderos guerreros poseen. Y en una esquina, casi como una sombra entre las sombras, Noir dormía con tranquilidad recuperandose de sus heridas.

Con cuidado, me deslicé fuera de la cama, tratando de no perturbar el sueño de ninguno de ellos. Al llegar a la sala, descubrí a Liam dormitando en un rincón, su respiración pausada y sus rasgos marcados por la paz del reposo.

Al adentrarme en la sala, mis pasos se deslizaban con una mezcla de determinación y melancolía. Una sombra de sospecha cruzó mi mente mientras observaba su figura inerte. ¿Había Lala aceptado a otro macho en nuestra familia? Era una posibilidad que no podía ignorar, pero una parte de mí se negaba a confrontarla.

Me repetía a mí mismo que lo único que importaba era mantener a Lala feliz y a salvo, sin importar las circunstancias. Con esa certeza en mente, me dirigí hacia la cocina improvisada, donde comenzaría mi rutina matutina de preparar el desayuno para todos.

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Pov Teru

Desperté con la sensación familiar de que la luz del sol tocaba mis párpados cerrados. Lentamente, mis ojos se abrieron, ajustándose a la luminosidad creciente que se filtraba por las cortinas entreabiertas. Mi mente aún se sentía adormecida, luchando por liberarse de las brumas del sueño.

Al incorporarme, me encontré con la visión reconfortante de Lala descansando plácidamente a mi lado. Su cabello púrpura se esparcía en ondas suaves sobre su brazo, y su rostro estaba iluminado por una paz que parecía sacada de un sueño. Una sonrisa nostálgica se formó en mis labios al observar la, recordando los momentos compartidos.

El ultimo paraíso de las bestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora