Una historia medieval sin dragones, ni bosques mágicos.
La historia de Tamara del Calvario del Río, la corregidora del Calvario del Río. Una niña que heredo un condado pobre en medio de la ruina y las ambiciones de su Vecinos. Sola, sin que nadie l...
Dedicado a todas y cada una de nuestras suscriptoras este relato sin dialogos...
El triunfo la joven celebró pagando monedas en cantidad. Nadie se quedó sin paga cobrar. Una victoria importante se había dado.
¡Qué grande era Tamara¡. A todos les devolvió la dignidad.
¡Vengan infieles vengan¡. ¡Aquí se les van a capar¡.
La cosecha se recogió. La condesa no quiso servidumbre. Ella Pagó toda la cosecha , nadie la vio regatear ni una sola moneda. .Vendió con ganancia en Barcelona y Ávila. Tuvo muchas monedas que disfrutar.Pero las costumbres palaciegas también se mostraron. Una feria de telas y torneo se desarrolló con grandes exponentes ,hasta de Hamburgo vinieron y de mismos infieles en una actitud distinta pudieron productos mostrar.
Buenas costumbres y ventas se dieron, esperando las sonrisas y el pañuelo de la condesa los afanes se multiplicaron en continuos torneos de caballeros que al pueblo encantó y la condesa con todos rio. A la joven todos parecían gustarle. Las apuestas se multiplicaban y en los bares más de uno afirmaba que boda pronto había de suceder.¿Bastarda?..¡Bella¡.La más bella de estas tierras, era la esposa ideal.
Era sencillamente una joven bella, cruel, inteligente, con más secretos que risas. Era la mujer perfecta. La futura dueña de cada hogar. Ahora un inmenso orgullo de ser vasallos de la niña toda querían mostrar. La joven al díscolo sacerdote que una vez su voz alzó contra ella,a el le regalò el cardenalato;si señor, le mandó a comprar, y desde ese momento solo bendiciones para ella en todo momento el hombre le habría de dar.
II
El rey le solicitó presencia en la corte real. Acompañarla todos querían. Aquel soldado, testigo de su primer asesinato y quien besó su ensangrentada mano, le cupo el honor de la condesa en su viaje cuidar.La joven hizo un llamado. Su hermano le fue presentado. Embelesado, el joven ante aquella portentosa belleza se arrodilló. El nombramiento de escudero recibió. Por eso bañado, afeitado y con un costoso traje, llevando la heráldica de la joven y en un silencioso asno, llamado Nicolás.
Por el camino real, en alta madrugada al norte iniciaron el lento caminar.
III
9 días después, ante la corte del rey de la comarca, una silenciosa, frágil y juvenil condesa su educada prestancia enseñó.
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