Samuel y Rubén eran los típicos vecinos que se odiaban y vivían uno frente al otro. Sam no soportaba lo ruidoso que el chico era y Rubius que fuera tan controlador con sus cosas y con él.
Pero un sonido en el pasillo en medio de sus dos departamento...
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Rubius rodeo la cama abrazando por la espalda a Samuel que estaba pendiente de la conversación de sus amigos en la publicación de twitter. El pelinegro rio al sentir como el contrario apretaba sus brazos alrededor de su cintura para pegarlo más a él
-Deberíamos pararnos, tus amigos parecen muy seguros con lo que dicen
-Nah, saben que si lo hacen yo mismo los ahogo en la piscina
Sam rio antes de darse vuelta entre los brazos del castaño para quedar frente a frente con él. Dejo un corto beso en sus labios, ganándose una sonrisa de Rubius.
-Nunca he dormido tanto, ni los domingos
-Creo que si te canso las tres rondas que tuvimos- Rubius comenzó a besar su cuello ganándose un sonrojo de Samuel que lo separo de él
-Eres un idiota
-Oye, solo digo la verdad- le robo un beso- ¿Quieres bañarte primero?
-¿Y si mejor ahorramos agua y nos bañamos juntos?
Rubius hizo una mueca de sorpresa por el atrevimiento del chico, pero termino sonriendo, tomando rápido a Samuel para llevarlo hacia el baño, haciendo que soltara un gritito entre sorpresa y risa. Para su suerte, sus madres se estaban encargando de Tommy, porque bajaron casi una hora después de que todos se levantaran
-¡Pero bueno! Hasta que por fin los tortolitos bajan- Sam se sonrojo al escuchar a su hermana
-¡Pa...pa!- el grito de Tommy llamo la atención de los dos, siendo Rubius el que recibió sus bracitos estirados
-Buenos días osito
-Lleva despierto más de dos horas- la madre de Rubius dejo un beso en la cabeza del bebe antes de sentarse a desayunar
-Algo me dice que Sam es el culpable- Staxx rio recibiendo un golpe de parte de un sonrojado Samuel- ¡Oye!
-Lo siento, se resbalo mi mano hacia tu cabeza
Todos rieron en la mesa al notar la mueca de dolor del chico, Samuel se sentó justo al lado de Willy mientras que Rubius se ubicó al lado suyo con Tommy en sus piernas para que tanto la madre de Sam como la suya le dé mimos al bebe.
El pelinegro sintió como un codazo fue a parar a sus costillas, miro a su amigo que tenía una sonrisa burlona en la cara. Eso solo significaba que Willy había visto algo que los otros no.
-¿Algo me quieres contar?
-¿De qué hablas?- Sam se hizo el loco mientras picaba la comida de su plato de desayuno
-Venga, te conozco desde hace años, nunca te he visto sonreír tan estúpidamente como ahora
-Bueno...puede que algo me esté haciendo feliz ahora mismo
-¿Algo o alguien?- Sam lo miro mal- Bien, lo siento, pero ¿puedo saber qué es?- se sonrojo sin saber si contarle- Oh por los dioses, tiene que ver con amor ¿verdad?
-Cierra la boca- lo golpeo para que bajara la voz- Y si, tiene que ver con eso
-¡Cuéntame!- el pelinegro lo hizo callar con la mirada, haciendo que Willy hiciera una mueca de disculpas hacia todos los demás que voltearon a verlo-Lo siento
-Solo te diré que...creo que me estoy enamorando de ya sabes quién
Willy frunció el ceño haciendo que Sam ponga los ojos en blanco antes de señalar con la vista a su costado, en donde Rubius jugaba con Tommy en sus piernas mientras sus abuelas le hacían muecas para que rieran y les hiciera caso
-¡Oh por los dioses!- todas las miradas regresaron a él- Problemas de trabajo, no sean chismosos- como si escuchar de trabajo fuera lo peor del mundo, todos dejaron de prestarle atención
-Eres idiota
-Lo siento si me emociono de que por fin mi estúpido amigo deje de estar babeando por alguien que nunca le mostro interés
Sam lo miro mal, ganándose una risita de Willy, para su suerte todos estaban concentrados en sus conversaciones, por lo que la de ellos pasaban desapercibidas.
-Venga, cuéntame, como por fin te diste cuenta- Sam frunció el ceño por esas palabras- Samuel, tarde o temprano pasaría, yo pensaba que te darías cuenta antes, pero veo que eres un idiota
-Pues gracias mejor amigo
-Ahora dime como te diste cuenta
El rostro de Sam se pintó de rojo por la vergüenza, no podía decirle a su amigo que se había dado cuenta que quería a Rubén por la manera que se sintió tan bien en sus manos mientras tenían sexo. Tampoco le podía decir que se moría de ganas de gritarle cuanto lo quería mientras lo hacían, pero tenía miedo de joderlo todo.
-Oh, mejor no me lo digas- el albino rio- Me alegro por ti Sam, mereces a alguien como Rubius, y ya era hora de que pasaras página con Fargan
-Sí, aunque saber que lo quiero no cambia nada- Willy lo miro extrañado- No siente lo mismo por mi Willy, es como repetir lo de Fargan
-Es que tú eres ciego, de verdad, si se nota de lejos que...
El grito de Tommy corto las palabras del albino, el pequeño al parecer se había cansado de las atenciones de sus abuelas y ahora pedía mimos de Samuel, extendiendo sus manitas hacia él. Sam lo tomo dejando besos en su rostro mientras que Willy negó con la cabeza sin poder creer que su amigo no notaba las miradas tan brillantes y llenas de amor que le lanzaba el castaño a su lado.
