¡Soonie! [Minsung]

capitulo 8

—Necesito que despiertes, Hannie.

Jisung bebe abundante agua mientras que esas palabras resuenan como un eco en su cabeza, ver llorar a Minho es la cosa más horrible y saber que es por él le hace tener una mínima esperanza de que puede sentir algo más que una amistad hacia él, aunque también puede ser porque siempre han estado casi toda la vida juntos.

Suelta un suspiro y se deja caer en el suelo, tumbandose patas arriba, mirando al techo, tiene tantas cosas que decirle y no sabe como hacerlo, tal vez tiene que resignarse a que todo acabará de esa forma, él viviendo sus últimos días de vida como un gato, condenado a ver cómo Minho se casa con Minju, formando una familia con hijos.

Mientras que él estaría en su lecho de muerte, imaginando como sería su vida si hubiese confesado sus sentimientos hacia Minho, imaginando todos esos bellos momentos de pareja que nunca pasarían por su cobardía, cosas que vivirán en su mente hasta dar su último aliento.

—¿En serio te quedarás allí lamentandote? —escucha la voz de Doongie.

—Solo soy un gato, no es como que pueda ir y decirle a Minho, "¡Hey! ¿Que creés? El accidente que me dejó en coma fue planeado y tú prometida fue quien lo provocó, además de que quiere matarme estando en el cuerpo de Soonie" —reniega, moviendo sus patas de forma dramática—. No puedo hacer eso, no me entenderá. Solo escuchará unos histéricos maullidos sin sentido —suspira y se da la vuelta mirando a Doongie.

—Por supuesto que no, pero eres un humano en el cuerpo de un gato, ¿No se supone que los humanos son más inteligentes que los animales? —lo mira detenidamente.

—¿A qué te refieres? —Jisung frunce las orejas y Doongie se golpea la frente con una pata, los humanos no son tan listos como parecen.

—Yo solo digo que ustedes los humanos saben cómo funcionan esas máquinas que los deja idiotizados por horas —se da media vuelta y se va con la cola en alto.

Jisung se queda pensando por un momento y es entonces que algo hace clic en su cabeza, es un humano en el cuerpo de un gato...

Tal vez si puede hacer que Minho lo entienda.

Bien las cosas no son tan fáciles como él pensaba que sería, su primer intento se trató de él intentando escribir una nota, pero buscar la hoja no fue tan fácil y cuando la tuvo no tenía un lápiz, por lo que tuvo que continuar con su búsqueda de un lápiz o una pluma, lo que apareciera primero.

Lo encontró y trato de hacer su nota, pero se le olvidó que es un gato y no tiene pulgares, por lo que hacer su nota le fue demasiado difícil y ni siquiera pudo terminarla cuando Minho lo descubrió actuando como un gato poseido, porque un gato normal no trataría de escribir en una hoja.

—¡Soonie! —el gritó lo había asustado—. ¿Que hiciste? —el chico lo miraba con cierto reproche, aún así se acercó y le quitó la hoja, guardandola en algún lado.

Luego de eso se rindió y solamente se dejó consentir, disfrutando al menos un poco de ser un gato.

Al día siguiente decidió volver a intentarlo, pero ahora con algo más fácil de manejar, la computadora de Minho, el chico estaba dándose una ducha por lo que aprovecho la oportunidad y corrió en busca del aparato, encendió la pantalla y se dió cuenta de que tiene contraseña.

—¡Agh! Soy su mejor amigo, debería saber cuál es su contraseña —susurra para si mismo

Después de pensarlo un poco le atino, comenzando a poner los números con mucha dificultad, pero consiguiendo lo que quería, busca en dónde poder escribir y trata de hacerlo, pero sus patas apretaban teclados que no eran y formaba palabras sin sentido alguno entre si.

Sus maullidos de frustración captaron la atención de Minho que venía saliendo de la ducha solamente con un boxer, Han en ese momento sintió que le iba a dar algo, no era lo mismo ver a su amigo en traje de baño que verlo en ropa interior, dejaba tanto a la imaginación, imaginación que en ese momento no podía permitir dejar volar.

—¿Soonie? —Minho lo miraba confundido.

Han logro reaccionar y salió huyendo de la habitación del chico, lo que menos necesitaba era ponerse a imaginar cosas, tenía cosas más importantes que pensar y el fabuloso cuerpo de Minho no era una de ellas.

Lo que lo lleva a la actualidad, dónde se encuentra tumbado en el sofá, pensando en que cada vez pasa más tiempo en el cuerpo de Soonie y no sabe que tan bueno es eso, se está acostumbrado a ser mimado por Minho y de paso no hacer nada, pero extraña tanto hacer todas las cosas que podía hacer en su cuerpo humano.

Suspira y se acomoda en el sofá, mirando a Minho quien se encuentra en el comedor solamente jugaba con su comida, como si no tuviera ganas de comer, sus orejas se fruncen un poco al ver aquello, recordando las veces que lo vio cenarse solo una manzana o un pan tostado durante esa semana, mira atentamente sus movimientos dándose cuenta de que ningún bocado llega a su boca y solamente parece estar perdido en sus pensamientos.

—Agh, Minho idiota, te he dicho tantas veces que no descuides tu alimentación —bufa levemente.

Sin dudar baja del sofá y corre hacia él, comenzando a maullar para captar su atención, lo que consigue con facilidad, Minho lo mira por unos segundos antes de hablar.

—¿Qué pasa? ¿Tienes hambre, Soonie? —baja su mano para acariciar su cabeza.

Jisung se aleja y sube a la mesa de un salto, sentandose frente al plato de comida y mirando muy detenidamente al chico, quien lo miraba con las cejas fruncidas.

—Soonie, esto no es comida para gatos —dice soltando un suspiro.

Han por su parte simplemente niega, para luego alzar su pata y señalar el plato de comida, para seguido de eso apuntar hacia Minho, quien parpadea un par de veces, pareciendo procesar lo que esta pasando, tomándole unos minutos comprender y así comer un bocado de su comida, todo ante la mirada de Jisung.

El felino se sintió orgulloso de que Minho entendiera algo de todo lo que ha tratado, por lo que mueve su cola de un lado a otro, feliz por ver comer al mayor.

Está decidido, cuando vuelva a su cuerpo humano le diría lo que siente.