Multiverso de la locura (Marvel x DC)

Capítulo 7 La Reina Blanca

Capítulo 7 La Reina Blanca

El coche circulaba libremente por la carretera desierta, con vastas llanuras a ambos lados de la carretera. Austin dejó un espacio en la ventana del auto y el aire fresco siguió entrando, haciendo que la respiración de Austin se volviera codiciosa.

Al segundo día de dejar Washington DC, Austin se sorprendió al encontrarse aparentemente transportado del infierno a un "paraíso". El viaje fue tranquilo, sin caos, sin sangre ni malditas pandillas.

Esto sorprendió un poco a Austin y relajó un poco la guardia en su corazón tenso.

No fue hasta las diez de la tarde de hoy que, mientras Austin y Pietro descansaban a medio camino, presenciaron a un especialista en motocicleta de un circo practicando el último "deporte extremo" de su vida.

El hombre se echó un balde entero de gasolina en la cabeza, montó en la motocicleta y, sin dudarlo, encendió un encendedor. En un instante, su cabeza quedó envuelta en llamas explosivas y su figura salió volando con el rugido de la motocicleta.

Desde muy lejos, Austin podía escuchar los gritos desgarradores. La boca de Pietro se hizo más grande y no se cerró durante mucho tiempo. Incluso él nunca había visto un comportamiento tan aterrador.

La carne y la sangre de la cabeza del hombre fueron rápidamente quemadas hasta convertirlas en grasa por las llamas, y al final, solo quedó un cráneo envuelto en llamas, como un caballero fantasma del infierno, atravesando la tierra.

En el letrero colocado en la entrada del circo, Austin rápidamente encontró el nombre del hombre: Johnny Blaze.

Sin importarle lo que pasó después, la 'transformación física' de Johnny Blaze hizo sonar la alarma a Austin. No importa lo hermoso que parezca el mundo, lo que se esconde debajo es el hundimiento y la desesperación que no se puede salvar.

"Despierta, ya casi llegamos". Austin miró la ciudad que aparecía lentamente en la noche y le dio unas palmaditas a Pietro a su lado.

"Tan pronto, ¿cuánto tiempo dormí?" Pietro bostezó.

"Ha pasado suficiente tiempo, dentro de un rato amanecerá". Austin estacionó el auto en el estacionamiento público. "Descansa y espera hasta que se abra el orfanato. Recuerda, sigue el plan".

"Entendido, déjame reponer algo de energía primero", respondió Pietro, y luego tomó una bolsa llena de donas del asiento trasero del auto.

Para ser honesto, Austin no quiere tener demasiado contacto con los héroes de este mundo, porque Austin no los conoce en absoluto y nadie sabe cómo se comportarían estos locos, si lo ayudarían o lo matarían.

Afortunadamente para Pietro, es sólo un adolescente miserable y su psicología no ha sido irremediablemente contaminada por este mundo, pero es difícil decirlo para los demás. Aquellos tipos que persisten bajo la opresión del Presidente X tendrán problemas psicológicos. Ni siquiera Austin podía estar seguro de hasta qué punto estaba pervertido.

Temprano en la mañana, el pueblo poco a poco se fue animando, y la gente del pueblo continuaba con su trabajo diario, tedioso pero comparado con otros lugares; este lugar era sin duda una de las pocas tierras puras en los Estados Unidos en esta época.

Austin le dio unas palmaditas en la cara, puso una sonrisa profesional y caminó directamente hacia la puerta de la casa de asistencia social.

Esta casa de asistencia social fue financiada personalmente por Emma y pertenecía a la "Iglesia de Nueva Generación" que ella había establecido. Austin no sabía mucho sobre esta iglesia. Sólo sabía que fue fundada para desarrollar mejor a la próxima generación. La mayoría de los creyentes son madres embarazadas.