10

79 15 15
                                    

La sangre se me hiela en las venas y me quedó completamente quita, causando que Bibiana choque conmigo sin querer

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La sangre se me hiela en las venas y me quedó completamente quita, causando que Bibiana choque conmigo sin querer. Escucho su quejido, pero no le presto atención, demasiado ocupada mirando a la espectacular mujer que saluda al chico que me gusta y para el cual definitivamente no soy suficiente.

—¡Tía, pero no te pares que casi me matas! ¿Qué pasa, es que te duele algo o...? —Bibiana sigue el objetivo de mi mirada mientras me pregunta, confusa, y cuando ve lo que yo veo, su voz se extingue y siento su brazo alrededor de mis hombros—. ¿Quién es ella? ¿La conoces?

—¿Yo? Pero si no conozco a nadie aquí, ¿cómo voy a conocerla?

—Seguro que es una amiga con la que se ha encontrado de casualidad o algo así, no te rayes, tía.

—Si tiene amigas tan guapas y que le miran como ella le está mirando, entonces no entiendo qué demonios hago yo aquí —murmuro, sintiéndome cada vez peor.

—No seas tonta, Atenea, por favor.

Y es que tal vez sea porque me estoy volviendo loca, pero la chica devora a Charles con los ojos mientras hablan, y ocasionalmente le roza el brazo o el pecho al reírse de forma aparentemente casual. Él conversa con ella con una sonrisa, como si fuese ajeno al claro flirteo por su parte, aunque no reciproca ninguno de sus intentos de contacto físico. No sé quién es ella y a medida que transcurren los segundos presenciando su conversación, me da más igual.

Sea quién sea, no entiendo cómo Charles ha decidido voluntariamente hacer todo lo que ha hecho por acercarse a mí cuando tiene a semidiosas como ella a sus pies.

—Necesito chupitos, vamos a por tequila —declaro, pero cuando Bibiana empieza a caminar hacia la zona VIP, la cojo del brazo y niego con la cabeza—. No, no, a la barra.

—¿Es que no quieres ir a ver quién es? ¿Hablar con Charles y ver que no es más que una amiga o conocida y aclarar todo esto?

—Ir allí a hablar con ella es lo último que me apetece hacer, la verdad. Prefiero ponerme a tono con unos chupitos y bailar, sin más.

—No hagas una montaña de un grano de arena, por favor. Creo que lo mejor será que volvamos con los chicos y así podamos aclarar...

—Bibi, por favor, solo quiero bailar y despejarme un poco —interrumpo, aunque tras mis ojos se ve claramente la necesidad de evadirme de este problema momentáneamente.

Para mis adentros, me convenzo de que así mi preocupación desaparecerá en cuanto no les tenga a la vista, pero sé que no es más que una esperanza tonta e infantil, al igual que mi reacción. Sin embargo, ahora mismo no quiero ser madura ni pensar, de hecho, quiero evitar tener nada en la cabeza.

Bibiana parece aceptar mi proposición sin objeciones, ya que veo cómo se relaja y pide dos rondas de chupitos, que nos bebemos de un trago. El alcohol me provoca un subidón inmediato y sonrío, cogiendo a mi amiga de la mano para meterme con ella en el centro mismo de la pista de baile. Así, completamente rodeadas por personas que bailan sin parar, consigo apartar de mi vista a Charles y su bella acompañante, y pronto también les ahuyento de mi cabeza. Solo pienso en moverme al ritmo de la sensual música, en la conocida canción que resuena por el amplio lugar y en el alcohol que empieza a recorrer mi sistema sin frenos.

Todo al rojoWhere stories live. Discover now